lunes, 28 de diciembre de 2009

MADRE DE LAS CORRUPCIONES

Podredumbre Oficial
MADRE DE LAS CORRUPCIONES
                                                                                   
            Normalmente estas fechas no se prestan para la protesta, la crítica, y la reprensión. Nos encontramos en días de guardar, de paz, de conciliación, para un sano esparcimiento. Pasamos ya la Noche Buena y la Navidad, y nos dirigimos rumbo a despedir al Año Viejo y darle la bienvenida al Año 2010, tan cargado ya, aún sin nacer, de confusiones y presagios.
            No es, por ende, el mejor momento para hacer análisis políticos y/o económicos; sin embargo, al Presidente Felipe Calderón Hinojosa no le ha importado el violentar esta temporada para golpear al patrimonio de los mexicanos. Hace 8 días subió el precio de la gasolina magna 5 centavos, y hace 3 días volvió a subir el precio de la misma gasolina 3 centavos más, así que dicho precio pasó a ser, por litro, de $7.80 pesos, lo que ya impactó al fenómeno inflacionario, y al bolsillo de cada compatriota, directa e indirectamente.
            Existen quienes aseguran que no es el Presidente quien determina estas alzas, sino la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y/o la Secretaría de Energía, al tratarse del precio del producto a cargo de una paraestatal como PEMEX; pero, quien preside el gobierno de esta descentralizada es el propio Presidente, quien a su vez es el responsable de las funciones hacendarias y de energía, ya que dichos secretarios, al igual que el director de Petróleos Mexicanos, son en la realidad designaciones del titular del Poder Ejecutivo Federal.
            Así que para no andar con evasivas, y contemplaciones, el causante directo de esta elevación en los precios de los energéticos lo es el Presidente Felipe Calderón.
            Por otra parte, probablemente haya necesidad de que se eleven dichos precios, pero si fuera éste el caso debe explicárnoslo a detalle, con precisión, y ser más oportuno, dándonos cuenta exacta de en qué se va utilizar el recurso económico captado, y sin ampararse en el descuido vacacional del pueblo.
            Porque, la verdad sea dicha, los mexicanos vemos que los impuestos y los derechos suben, y en cambio los servicios públicos y administrativos a cargo del Estado, ya sean Federales, Estatales y/o Municipales, están desapareciendo, o cuando menos bajan en calidad y en cantidad, de manera criminal.
            Daré ejemplos. Las carreteras a cargo del gobierno casi han desaparecido. Ahora hay súper carreteras como de tercer mundo, pero las pagamos directamente cada vez que por ellas transitamos, y a precios elevados. La seguridad brilla por su ausencia, y supuestamente cada día se invierte más en ella, y el pueblo no sabe que le causa mayor temor, si la delincuencia oficial o la privada. No hay trabajo, pues el desempleo cada vez es mayor; y a contrapelo, los impuestos con base en el trabajo se elevan. Cosas similares pasan con la educación, con el servicio del agua potable, con la recolección de la basura…
            Y podría seguir ejemplificando, pero no lo haré en este artículo, en virtud de que deseo señalar que en las gasolineras la mayor parte de las bombas son máquinas para robar al consumidor, ya que no marcan bien los litros de combustible ni menos los pesos a pagar, generando a favor de los dueños enriquecimientos ilícitos claros, con la complicidad franca de las autoridades.
            La corrupción oficial, no hay duda, es la madre de todas corrupciones de nuestro país.