jueves, 24 de diciembre de 2009

DEL AÑO MALO

La Noche Buena
DEL AÑO MALO

En un Estado Laico, como el mexicano, sigue imperando un calendario mixto, parte religioso y parte civil, en donde conviven el Día de la Bandera con el Día de la Virgen de Guadalupe, el aniversario del Natalicio de Melchor Ocampo con el Día de la Candelaria, el Día de la Revolución con el aniversario del Nacimiento del Niño Jesús, y así de manera sucesiva, en una mezcolanza incongruente, pero gratificante por ser prometedora, que nos invita, lamentablemente, no a la reflexión educativa, sino al disfrute y, por ende, a la holganza.
Empero, lo civil y lo religioso siguen, en nuestra vida nacional, como dos vías por las que transita el cotidiano devenir de los mexicanos. Díganlo, si no, la existencia a la par de dos registros: el religioso y el civil. El acta de nacimiento y acta del bautizo, el acta del matrimonio ante el oficial del Registro Civil y el acta de matrimonio frente al sacerdote, el acta de defunción y el acta de la extremaunción.
Y al Estado Civil se le pagan impuestos y derechos, mientras que a ese clero, autoridad del estado religioso, se le pagan servicios, sacramentos y limosnas; es decir, vivimos realmente, aún, en la etapa histórica de un inacabado Renacimiento. Será un gran adelanto en todos los órdenes el día en que el Estado Laico se establezca a plenitud.
Mientras tanto, en este año que agoniza, el 2009, las fiestas que nos restan para celebrar son de origen judaico-cristiano, aunque las vivamos con actos de un paganismo civil de pachanga indiscutible. Hoy, por ejemplo, dicho calendario gregoriano, que proviene de las disposiciones del Papa Gregorio XIII en el 1582, incluye la celebración de la Noche Buena, que lo es por ser la noche en la que se esperaba el nacimiento del Hijo de Dios, salido del vientre de una virgen llamada María, quien teniendo como esposo a José, concibió al niño Jesús a través del Espíritu Santo, una de las tres partes que constituyen, al creer de los cristianos, a la Santísima Trinidad.
Las otras dos partes de esa trinidad son el Padre y el Hijo: y si el Hijo nació hasta el 25 de diciembre de aquel año impreciso, pero con aproximación a hace 2009 años, significa que antes de esa fecha sólo era el Padre y el Espíritu Santo. Y María sirvió al Padre, para que por conducto del Espíritu Santo tuviera un Hijo, quien a la vez fue Hijo del Hombre.
Todo lo anterior quizá no resista ni el más leve análisis lógico, por eso en esa religión cristiana constituye un dogma; y quienes aceptan los dogmas deben aceptarlos, para ser congruentes, con todas sus consecuencias.
Pero en fin, la pretensión de este artículo no es de índole teológica, por ello retorno con toda humildad a la fecha. Hoy es Día de la Noche Buena, fecha simbólica y cultural en la que deseo, para todos: salud, prosperidad y dicha, ya que lo bueno, para el Humanismo, conlleva, entre otros, esos tres ingredientes.
Este 2009 ha sido calificado por muchos como un año malo. Cada quien observa y califica desde su perspectiva, con sus propios cristales, bajo la visión de su propio interés. Lo malo, jamás será bueno, pero de lo malo debemos aprender a sacar cosas buenas. ¿Les parece?