LOGOS
No
habría vencedores
ANTE
UNA GUERRA NUCLEAR
El estruendo publicitario de la guerra
entre Rusia y Ucrania obstaculiza reflexionar sobre la restauración de la paz
entre estas naciones; más cuando se presienten, en el fondo, poderosísimos intereses
en juego.
La Tercera Guerra Mundial puede
desatarse en segundos, y este conflicto con armas nucleares sería global.
Los daños a la madre Tierra serán
irreversibles, y la especie humana iniciará su extinción.
Curiosa e injustamente, deciden sobre la
paz o la guerra, en este año 2022, no más de cien personas poderosas, que para
nada escucharán a los 7 mil 930 millones de seres humanos que vivimos en este
planeta.
La democracia es desconocida en el mundo
de la guerra.
Rusia es el país con mayor territorio,
pues cuenta con 17 millones y 130 mil kilómetros cuadrados.
Canadá, EU y China, le siguen, pero con casi
la mitad del territorio ruso, cada una de estas tres naciones.
La población rusa es de 146 millones de
habitantes, muy cerca del número de mexicanos, pues nosotros somos 131 millones. ¿Para qué quiere más territorio Rusia y su presidente
Vladimir Putin?
Para recobrar un poder perdido en el 1991
(con la perestroika), al desquebrajarse la URSS por causas mayoritariamente
internas.
Si ése, es el proyecto ruso, en
principio violan los Acuerdos de Minsk, suscritos por Rusia y Ucrania en el año
2014, cuando los rusos se anexaron Crimea; empero, ahora, al provocar y
reconocer la independencia de Donetsk y Luhansk, territorios de Ucrania en
donde también viven numerosos grupos separatistas pro rusos, se enfrentan a países
de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, con posibles consecuencias
de guerra mundial de niveles atómicos.
Con su plan, Rusia invadiría a todos los
países de la Europa Oriental que constituyeron sus dominios al avanzar las
tropas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial, en su victoriosa lucha
contra la Alemania nazi.
Está claro que Rusia, por su seguridad,
no acepta tener fronteras con países que estén en la OTAN; por esto, el
presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sin formación política, amenazó a la
Federación Rusa al pedir el ingreso de Ucrania a la OTAN.
Obvio que esa torpeza no justifica la
actual invasión ordenada por Putin, pero sí explica la penetración de su
ejército rumbo a la guerra.
Un audaz y fortificado líder ruso avanza
siniestro, con sus modernas tropas por territorio ucraniano, frente a un EU (encabezando
a una OTAN). que acaba de huir de una guerra en Afganistán, con un presidente
estadunidense que no está en sus mejores años de vida, pero quien, como una
buena persona. le ganó las elecciones a una gente perversa como Donald Trump, el
que hace días propuso que, imitando a Putin, era el momento para que las tropas
estadunidenses ocuparan el territorio mexicano.
Cada día que pasa hay más locos; y cada
vez, más locos llegan a ser presidentes.
Y ‘El arte de la guerra’ de Sun Tzu, clásico
libro de hace más de dos mil quinientos años, ha sufrido desajuste, en sus
consejos, por la tecnología nuclear, electrónica y cibernética de nuestro
tiempo; pero, sobre todo, por los problemas mentales de muchos gobernantes.
Ante la tolerancia de miles de millones
de seres humanos, los locos de la violencia y de la guerra quieren hacer de un
hermoso planeta, el cementerio de la especie humana.
No lo permitamos.
Con eficaz lucidez, trabajemos una paz
digna y decorosa para todos.
En Ucrania ha habido en esta invasión 352
muertos; en México hubo 609 homicidios en los primeros 10 días del 2022; neutralicemos
a la locura violenta, donde quiera que se encuentre.