LOGOS
AMLO, Felipe VI y
Trump
FRONTERA MALDITA;
CARTAS PROVOCADORAS
El Presidente Trump asevera que el
gobierno de México no hace nada respecto a la crisis migratoria: "Muchas
palabras sin acción… cerraré la maldita frontera con México, país que necesita
leyes y actos fuertes contra migrantes".
Ante esa denuncia y amenaza, el
presidente López Obrador consultó a los asistentes a un mitin en Poza Rica,
Veracruz, si debía o no responder a Trump por los reclamos que hace al gobierno
mexicano: "¿quieren ustedes que yo le conteste?"
Y manipulando a los presentes hizo que,
primero de voz, y después a mano alzada, respondieran con un rotundo
"NO"; y satisfecho, AMLO grito: "Ese es mi pueblo".
Horas después incitó a Trump,
informalmente desde otro mitin: "¡que le entre!… pero a comprar el avión
presidencial, pues yo no lo puedo usar porque soy honesto". Ese es nuestro
presidente.
El usual estilo rústico de consulta no
fue utilizado por AMLO respecto a las cartas que envió: una al rey Felipe VI de
España, y la otra al Papa Francisco, exhortándoles a que públicamente se
disculpen por las injusticias y crímenes cometidos por ese país y esa iglesia
hace 500 años en México. Pero a ellos no les pidió que nos compren el avión
presidencial.
Si también hubiese hecho esa consulta, en
la misma forma sugerente, la respuesta de cualquier grupo de mexicanos hubiese
sido "NO", y se hubiera ahorrado el tremendo ridículo nacional e internacional
en el que incurrió, al tratar pésima y unilateralmente el asunto.
Y aunque el reciente libro de Beatriz
Gutiérrez Müller (La Memoria Artificial en la Historia Verdadera de la Conquista
de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo) haya influido en esas guasonas epístolas
de AMLO, él y sólo él es el único responsable, o el irresponsable, de esas
misivas.
Observemos.
AMLO después de sufrir la rechifla y
abucheo en el nuevo estadio de beisbol respondió divertida y taimadamente: "es
la porra fifi".
Similar fue su reacción al recibir las demoledoras
críticas por sus provocadores y nimios despachos, pues con sonrisa traviesa y nerviosa
intentó justificar su gansada: "Así los hago pensar en un tema histórico
de importancia… y provoque memes buenísimos… volveré sobre el tema".
Esa es una salida de cómico de la lengua,
no de un presidente responsable. Pretende distraernos de lo importante, y a muy
alto costo.
Así, con tremenda "ineptitud e
irresponsabilidad diplomática de gobierno", como bien lo calificó en su
preciso editorial Beatriz Pagés, AMLO sigue con sus pifias diarias: "Hay
que empujar al elefante (o sea al gobierno mexicano) para quitarle la
reuma", cuando él personifica al gobierno, y la reuma no se quita a
empujones.
Duele y apena la forma en que trataron a
nuestro presidente dos literatos distinguidos: Arturo Pérez-Reverte y Mario
Vargas Llosa; cada uno en su estilo y en su momento lo visualizaron como
turbulento (lento y turbo), perfil escogido por el propio AMLO.