miércoles, 3 de enero de 2018

LOGOS
El cuarto rey mago
ENRIQUECER A LOS MEXICANOS
        Todos saben que el presidente Donald Trump aplica con mayor drasticidad la Doctrina Monroe: "América para los americanos", frase de John Quincy Adams.
        Es del conocimiento común que Trump ha afectado la llegada de los Reyes Magos en toda América durante este año 2018, ya que su administración desconfía de la llegada de orientales, y esos sabios monarcas vienen de allá.
        De entrada veta a los negros, y Baltasar lo es; optó por frenar la inmigración de asiáticos raros, afligiendo a Gaspar; y Melchor, aunque europeo, a todas luces es demócrata.
        A esas razones, suficientes para Trump, hay que sumar que la generosa y furtiva visita de los tres Reyes Magos del Oriente es para dar regalos a los niños; y esto afecta a la economía de EU, según criterio del actual inquilino de la Casa Blanca.
        Pero ignora Donald Trump que en los países americanos, situados al sur del Río Bravo, hay un cuarto Rey Mago, conforme lo ha testificado el talentoso escritor mexicano Felipe Garrido, director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua, en su libro "Conjuros".
        Es un rey mago, también del oriente, "astrólogo poco competente… olvidadizo, desorientado… que se equivoca de estrella constantemente… de historia muy triste…", pues, incluso, llegó tarde para la adoración y la entrega de regalos al niño dios, "cuando Jesús no era ya un niño", sino "estaba en la cruz".
        Así que cada año este cuarto rey mago, escribe nuestro académico, "tiene a su cargo las peticiones hechas fuera de tiempo". ¡Esto es cierto!, como lo investigó Felipe Garrido, pero no sólo es así.
        Ya que hay infinidad de cartas suscritas por niños, integrantes de millones de familias pobres, que han estado a tiempo; empero, los clásicos y tradicionales tres reyes magos por diversas razones (entre las que se encuentra la política de Trump, las económicas, de guerra, los desastres naturales) no han podido cumplir su cometido.
        Y en esas situaciones, ese cuarto rey mago con todo y su retraso, pero con toda su bondad, desempeña su espléndida responsabilidad.
        El sistema económico en el que vivimos, y sobrevivimos, siendo republicano nos ha resultado muy reprivatizador.
        Y en esa equívoca dirección, nuestra estructura económica enriquece cada día más a las pocas familias multimillonarias en dólares, empobreciendo, así, a millones de familias mexicanas que, en su miseria, alientan la llegada de ese rey mago tardadito.
        Ese cuarto rey mago que, en México, es todo un personaje que no ha merecido la atención del gobierno mexicano, y que ojalá los ahora precandidatos, después candidatos a la Presidencia de la República, lo consideren para sus acciones de gobierno, como una de las esencias de la familia mexicana.
        Nuestra república, culturalmente admite a esos reyes y a esos magos, y nuestra economía necesita un sistema superior que enriquezca en todos los órdenes a cada uno de los mexicanos, según su productividad y sus necesidades.