LOGOS
El cuarto rey mago
ENRIQUECER A LOS
MEXICANOS
Todos saben que el presidente Donald
Trump aplica con mayor drasticidad la Doctrina Monroe: "América para los
americanos", frase de John Quincy Adams.
Es del conocimiento común que Trump ha
afectado la llegada de los Reyes Magos en toda América durante este año 2018,
ya que su administración desconfía de la llegada de orientales, y esos sabios monarcas
vienen de allá.
De entrada veta a los negros, y Baltasar
lo es; optó por frenar la inmigración de asiáticos raros, afligiendo a Gaspar;
y Melchor, aunque europeo, a todas luces es demócrata.
A esas razones, suficientes para Trump, hay
que sumar que la generosa y furtiva visita de los tres Reyes Magos del Oriente
es para dar regalos a los niños; y esto afecta a la economía de EU, según criterio
del actual inquilino de la Casa Blanca.
Pero ignora Donald Trump que en los
países americanos, situados al sur del Río Bravo, hay un cuarto Rey Mago,
conforme lo ha testificado el talentoso escritor mexicano Felipe Garrido,
director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua, en su libro
"Conjuros".
Es un rey mago, también del oriente,
"astrólogo poco competente… olvidadizo, desorientado… que se equivoca de
estrella constantemente… de historia muy triste…", pues, incluso, llegó
tarde para la adoración y la entrega de regalos al niño dios, "cuando
Jesús no era ya un niño", sino "estaba en la cruz".
Así que cada año este cuarto rey mago,
escribe nuestro académico, "tiene a su cargo las peticiones hechas fuera
de tiempo". ¡Esto es cierto!, como lo investigó Felipe Garrido, pero no
sólo es así.
Ya que hay infinidad de cartas suscritas
por niños, integrantes de millones de familias pobres, que han estado a tiempo;
empero, los clásicos y tradicionales tres reyes magos por diversas razones (entre
las que se encuentra la política de Trump, las económicas, de guerra, los
desastres naturales) no han podido cumplir su cometido.
Y en esas situaciones, ese cuarto rey
mago con todo y su retraso, pero con toda su bondad, desempeña su espléndida
responsabilidad.
El sistema económico en el que vivimos,
y sobrevivimos, siendo republicano nos ha resultado muy reprivatizador.
Y en esa equívoca dirección, nuestra
estructura económica enriquece cada día más a las pocas familias
multimillonarias en dólares, empobreciendo, así, a millones de familias
mexicanas que, en su miseria, alientan la llegada de ese rey mago tardadito.
Ese cuarto rey mago que, en México, es todo
un personaje que no ha merecido la atención del gobierno mexicano, y que ojalá
los ahora precandidatos, después candidatos a la Presidencia de la República,
lo consideren para sus acciones de gobierno, como una de las esencias de la
familia mexicana.
Nuestra república, culturalmente admite
a esos reyes y a esos magos, y nuestra economía necesita un sistema superior
que enriquezca en todos los órdenes a cada uno de los mexicanos, según su
productividad y sus necesidades.