lunes, 27 de junio de 2016

LOGOS
Arte de la reversa
LA SOLEDAD DEL LABERINTO           
        La geografía no determina al humano, sólo lo condiciona como a todo ser vivo; salvo que, aquél, revierte su cultura para bien y para mal en el fenómeno geográfico.
        Una isla, como Gran Bretaña, aísla a su población humana, y ésta conforme a su temperamento y desarrollo ha podido cambiar el impacto inicial geográfico para, incluso, dominar continentes y contenidos en el orbe.
        El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte tiene un pasado y presente de enorme riqueza, y su porvenir puede ser promisorio.
        Muchos consideran que se equivocó al decidir, en cerrada votación, separarse de la Comunidad Europea; como si la voluntad mayoritaria fuese resultado de haber enloquecido, cuando puede tener tras sí un proceso racional de alto impacto, con una lógica práctica aleccionadora.
        Si la directriz del mundo actual es globalizar con movimientos centrípetos dominantes, ¿por qué esa separación de fuerza centrifuga?
        Si los maestros de la integración de todo un imperio fueron los ingleses, y supieron magistralmente desarticularlo, en su momento, para aceptar y promover independencias, y así instituir una nueva comunidad como el Commonwealth con su common law, ¿por qué la votación chauvinista ahora?
        Si Escocia e Irlanda del Norte fueron contra el "brexit", mientras Inglaterra y Gales a favor, ¿por qué no instrumentaron un contrapeso con el voto por nación?
        Si los adultos en la Gran Bretaña son más que los jóvenes, y aquéllos votaron con añoranza a un pasado de gloria, y éstos por su futuro, ¿por qué empobrecer a la democracia como una simple mayoría votante, y no con la visualización enriquecedora de más beneficios para todos?
        Y es que exclusivamente se trata de un referéndum que, claro, tiende a afectar actos de naturaleza normativa, pero que únicamente la autoridad realiza.
        Con todo ello, las opciones para los británicos, como para los europeos, y para todo el mundo, son variadas y amplias.
        Para México, por ejemplo, el brexit le ha servido como pretexto para ampliar el recorte al gasto público en educación y salud, y como explicación, falsa, de que por eso se devalúa nuestra moneda frente al dólar.
        La Gran Bretaña puede ser que eche reversa y no salga de la UE; puede desintegrarse al perder a Irlanda del Norte y Escocia; puede confederarse abierta y económicamente con Estados Unidos de América y, por ende, con Canadá, México, y el resto de nuestro continente, formando una poderosa cuenca; puede aliarse con Noruega, Rusia y anexas; puede declararle la guerra a la UE; puede quedarse en la soledad de sus laberintos, contraviniendo sus entrañas piratas e ínfulas de gran nobleza.
        La Comunidad Europea nació sin la Gran Bretaña, bien puede desarrollarse sin ella; pero también puede desintegrarse, aplicando la reversa. En eso de la reversa, el actual gobierno mexicano puede darles profusa asesoría. Somos consumados artistas en ello.