LOGOS
Inviolabilidad Constitucional
DILUVIO DE AMPAROS
El
presidente de México está dando pasos impulsivos para quebrantar al Poder
Judicial Federal, a grado de transgredir el Principio de Inviolabilidad
Constitucional establecido en el precepto 136 de nuestra Carta Magna.
Explicaré lo
anterior presentando, previamente, algunos básicos aspectos de la relación:
Sheinbaum con el actual presidente.
Si
tuviésemos acceso a una secuencia fílmica completa de Andrés Manuel López
Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo durante la visita de ésta a aquél, en Palacio
Nacional el día 11 de junio del 2024, haríamos un mejor análisis psicológico de
ambos, respecto a sus conductas.
Poca
espontaneidad hubo entre ellos; los dos llevaron muy estudiados sus roles; sin
embargo, el machismo del que aspira a ser dueño de todo México ejerció a
plenitud, en ese grotesco encuentro.
Un franco
jalón de López sobre Claudia; un apretón de pechos y de intestinos; el plantón
de un beso inesperado y bucanero; el agarrón del cuello, para bajar la mano del
varón y, por los hombros, conducir a la dama al interior del Palacio Nacional,
la casita humilde de Amlo.
Esta
percepción, que describo en forma subjetiva, la objetivo al afirmar: el amo
sigue siendo Andrés, y su grosero comportamiento es tanto para nuestra
Constitución, como para la futura presidente.
Es decir, es
un hecho la destrucción del actual Poder Judicial Federal, por odio y por capricho
del autócrata voraz que padecemos.
Y… ¿la ganadora de la presidencia?
Sheinbaum, si obedece a pie juntillas a su creador, será
una cómplice; y dejará que ese redomado mentiroso mande al 100% en un poder
judicial federal de mentiritas, elegido por votos comercializados a una falacia
de pueblo, a la disposición plena del autócrata López.
El actual Poder Judicial Federal no es perfecto, y bien
podría mejorarse, pero no en manos de un perverso dictador que jefatura a lo
más poderoso del crimen organizado.
De otra manera, sea cuál sea el futuro del Poder Judicial
Federal, éste debe de tener siempre, dentro de sus funciones legales y debidas,
amparar y proteger a toda persona en contra de lo actos del presidente Andrés
Manuel López Obrador que violen los derechos humanos de los quejosos; aplicando
en contra de esta autoridad responsable tanto la suspensión provisional como la
definitiva, conforme a nuestra Carta Magna y nuestra Ley de Amparo, vigentes.
De no operar así el Poder Judicial Federal, los mexicanos
sobreviviremos en una tiranía, con un opresor locuaz que pregona, trágica y/o
cómicamente, que él es el primer demócrata del mundo, y propietario monopólico
de un aparato electorero que elegirá jueces, magistrados, ministros, senadores,
diputados, presidentes de la república, gobernadores, alcaldes, síndicos y
regidores, hasta la eternidad, al antojo del amo.
No olvidemos, nunca, que a nuestra Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos le cubre un PRINCIPIO DE INVIOLABILIDAD
CONSTITUCIONAL, establecido, como lo señalé, en su artículo 136: “Esta
Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se
interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público, se
establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego
como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con
arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán
juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión,
como los que hubieren cooperado a ésta.”
La reforma constitucional que pretende el tirano López
vulnera el Principio de Inviolabilidad Constitucional; y podemos y debemos
solicitar el amparo de la Justicia Federal por ello.
Concluyo.
Hace unos días, en gira rumbo al norte, Amlo y Sheinbaum,
en Monclova, Coahuila, el tropel de las camionetas oficiales se pasaron un
semáforo en rojo a alta velocidad, ocasionando el choque de uno de esos
vehículos del gobierno con una camioneta ajena a esa caravana política. Ahí
murió quien viajaba en el vehículo particular, la que sí obedeció a la luz
verde del semáforo; habiendo varios heridos y cuantiosos daños.
¡De sentido común! Quién anda a alta velocidad, y no hace
caso a los semáforos en rojo, provoca lo indecible.
Claudia Sheinbaum: el gran semáforo en rojo, para nuestro
asunto, es el artículo 136 de nuestra Carta Magna.
Le pido reflexione: ¡No accidente Usted a la nación!
Respete el Principio de Inviolabilidad Constitucional.
De no
hacerlo, un diluvio de amparos inundará a México.