LOGOS
No llenes mi barriga de alimentos
MEJOR COLMA DE IDEAS MI CEREBRO
Cada problema
tiene sus causas, pero también tiene sus beneficiarios y sus perdedores.
Bajo la
anterior perspectiva, los llamados por el ser humano “problemas”, se agrandan
geométricamente al masificarse la humanidad.
Y la
humanidad se ha globalizado a tal grado que, el 15 de noviembre
de 2022, según los datos emitidos por la ONU, llegamos a 8 mil millones de
seres humanos los habitantes del planeta Tierra.
El idealismo hegeliano describió el
fenómeno de la transformación de la cantidad en calidad, y de la calidad en
cantidad, y el materialismo marxista lo aceptó totalmente, indicando que sólo
lo puso de pie, porque estaba de cabeza.
8 mil millones de seres humanos, son
objeto u objetos, de ese fenómeno dialéctico, tan llenó de aristas como tan
pletórico de perspectivas.
Podemos partir de lo básico.
A más humanos menos calidad en ellos,
a menos humanos calidad mayor; por esto, 300 mil soldados británicos dominaron
a cerca de 50 colonias y protectorados con más de mil millones de seres
humanos, y no sólo por su tecnología de guerra y preparación combativa, sino
por su amplia y sólida educación y cultura, frente a la desunión, analfabetismo
e ignorancia, de esos pueblos dominados.
La educación y la cultura, como
fenómenos sociales prehistóricos, no
estaban confiadas a nadie, ex profeso, sino a la vigilancia difusa de lo que
urgía en el medio ambiente, comprendido por los individuos dominantes de las
hordas existentes, porque en ello les iba la vida.
Esa raíz de la cultura y la educación
ha venido discurriendo, lenta y azarosamente, a través del decurso de 4 y medio
millones de años, hasta llegar a nuestros días.
Apenas hace 12 mil años que apareció el
esclavismo. El feudalismo advino en el siglo V de nuestra Era. El capitalismo
se inició en el siglo XV de nuestra Era. El socialismo tuvo asomos
esperanzadores, con fracasos lamentables, sus fortalezas se han debilitado
frente a una realidad que parece decir: No es hora todavía.
En cada uno de estos sistemas
económicos, la educación y la cultura han sido sus mejores armas, sus
inmejorables instrumentos.
No así en el México actual, en donde
en el gobierno predomina la corrupción agazapada y cuantiosa, la ignorancia y
la ineptitud; y por estos tres pésimos caminos no se llega ni a la educación ni
a la cultura que urge en nuestro tiempo.
Después de Justo Sierra, José
Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez, quienes se han hecho cargo de
la Secretaría de Educación Pública en el caótico y desafortunado casi sexenio
del actual presidente López, resultan mala yerba y hojarasca infecunda, ya que
sólo callan y obedecen, dejando su honor en manos de Obrador.
Pero de educación y cultura nada
saben en el obradorato, nada han hecho, nada harán para elevar y consolidar los
conocimientos y valores que nos pueden hacer más justos, más libres, más
capaces y mas productivos con principios de igualdad.
No saben ni entienden que todos somos
educadores y educandos; que todo debe estar al servicio de la educación y la
cultura, todo, ya que sin ellas no hay avances en nada.
Nunca debemos gastar so pretexto de la educación y la cultura, sino en
la educación y cultura que enriquezca a todos.
Más que llenarme la barriga de alimentos, colma de las mejores ideas mi
cerebro.
Educación y cultura son fenómenos
sociales permanentes, ajenas por completo a la inmediatez del poderoso en
turno, más si éste ya no sirve, pues se ha convertido en un truhán, yoísta e
incorregible.
La historia lo juzgará.
Nos juzgará a todos la historia.
A su tiempo, el humano
socio-individual, o individuo-social, sabrá poner a cada uno en su lugar.