LOGOS
Fabricar
culpables
SIN
MIRARSE AL ESPEJO
Dentro de la misma familia López Obrador
el agua está llegando al cuello, todo por obrar mal y no precaverse a tiempo.
Pablo Hernández Romo, abogado de Pío López
Obrador, aseguró que su cliente pide que su hermano, el presidente Andrés
Manuel López Obrador, sea citado por la Fiscalía General de la República en la
investigación que Pío tiene en su contra.
Asevera su abogado Pablo: “Me dijo Pío
que hay una persona que lo sabe absolutamente todo, todo, y ese es mi hermano
Andrés Manuel, respecto a los sobres con dinero que para el movimiento recibí
de David León”, quien fuera director de Protección Civil del gobierno federal.
Ya hace tiempo que Latinus presentó el
video de Pío recibiendo dinero, como una información denunciadora; y, a parte
del tosco enojo presidencial, la soberbia en el poder no previno nada, y el
caso otra vez se desborda.
Y frente a esta confronta entre
hermanos, el presidente hará lo que sabe hacer, distribuir la culpa hacía
otros, porque él es incapaz de aceptar falla alguna.
Ése no es un caso aislado de negligencia.
La mayor parte de los actos presidenciales están improvisados.
La mina de carbón que colapso en
Sabinas, Coahuila, tiene como causa la falta de cautela presidencial. Obvio que
en una administración federal estándar los malogros son de los colaboradores
respectivos; empero, el gobierno actual es unipersonal, todo lo piensa, dice y
hace el presidente.
Pero siendo el ejecutivo federal el
responsable, él, irresponsablemente, se encarga con toda desvergüenza de
distribuir las culpas, a su antojo y beneficio.
Un minero sobreviviente de ese derrumbe
e inundación señaló desde el inicio de la tragedia: “Vi que el agua cubría a
mis compañeros”, ojalá ese redivivo haya visto mal, por el bien de esas vidas
humanas y de sus familias.
Sin embargo, la información inicial de
las autoridades de minería en nuestro país indicaron: “Desde el 2018 nos
retiraron los recursos para inspeccionar las minas, sin saber a dónde los
enviaron”.
Acaso los mandaron a las grandes obras,
también para fortalecer al movimiento.
En ese dramático caso más hubiese valido
el cuidado para no provocar mineros ahogados en lo profundo de la mina, y
recuperar sólo cadáveres, para después únicamente tapar los agujeros, y que el
gran jefe presidencial, otra vez, distribuya las responsabilidades, a ojo de
buen cubero virtuoso.
La visita relámpago del presidente en domingo
7 a esa mina, provocó más confusión y protestas.
María Elena Álvarez-Buylla, directora de
CONACYT, recién reveló ante senadores y diputados que más de 25 mil millones de
pesos de 91 fideicomisos extintos se destinaron a otros proyectos federales.
En este caso no se evaluó el grave daño
que se produce a la educación al cercenar recursos imprescindibles para la
ciencia y la tecnología.
Mas que se puede esperar de un inepto
educativo que utilizó la secretaría de Educación Pública como simple nido
electoral a favor de su incondicional Delfina Gómez Álvarez, a quien el gran
dedo presidencial acaba de designar como candidata de Morena a la gubernatura
del Estado de México.
La delicada área educativa ha sido
severamente dañada por la improvisación del actual presidente; él se lamentará,
y el pueblo de México también se la-mentará.
Pero el caprichoso distribuidor de
culpas fabricará culpables, sin mirarse al espejo.