lunes, 18 de enero de 2021

 

LOGOS

Vacunas por votos

INCURABLE ENFERMEDAD DE AMLO

        Parece no tener remedio el padecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador: todo lo ve, y lo trata, como política electoral.

        Electoritis es su enfermedad.

        Su mundo es ese segmento. Para él lo más importante de la vida es la lucha en los procesos electorales, desde su inicio a su final.

        Lo religioso, económico, educativo, histórico, jurídico, ético, cultural, político, el lenguaje, la salud, todo tiene como eje lo electoral y, aquí, giran todas las cosas.

        Simplemente lo electivo es el alfa y el omega.

        Para qué usa el presidente Andrés Manuel la frase ajena de “primero los pobres”; para con ella ganar elecciones.

        Cuál fue el objeto de expresar: “acabaré con la corrupción”, para ser electo presidente.

        Por qué aseguró que con su sola llegada a la presidencia terminaría la delincuencia organizada, y habría en México paz, orden y seguridad pública: para obtener votos y ser el vencedor.

        Qué lo motivó a garantizar que crecería nuestra economía el 6% anual, de ser electo para ocupar la titularidad del poder ejecutivo federal: obtener ese añorado cargo.

        Desde su promesa como candidato, de que regresaría a las fuerzas armadas a sus cuarteles, como el ”me canso ganso”, todo tiene intención y fin electoral.

        AMLO bebe elecciones y desbebe elecciones; come elecciones y descome elecciones.

        La detención del general Salvador Cienfuegos en EU fue motivada por lo electoral, de allá, y de aquí. Su liberación y retorno a México tuvo sentido electoral, allende nuestra frontera norte, y aquende.

        El no ejercicio de la acción penal para Cienfuegos es por peligrosas razones electorales.

        Conociendo bien el gobierno estadunidense al gobierno mexicano no les mando todo el expediente ni los documentos originales.

        Para un chapucero otro bribón.

        AMLO asegura: “La DEA fabricó todas las pruebas contra Cienfuegos”; y quien afirma está obligado a probar. ¿Podrá probar su aseveración el presidente de México?; y si no la prueba, Andrés Manuel genera sus propias pruebas que usará la DEA algún día en su contra.

        Y el senador Ricardo Monreal, afanoso para auxiliar a su jefe, lanza una boba metáfora: “El expediente contra Cienfuegos es de paja”. Cuando todos sabemos que es de papel y de tinta, y que lo que externa pone en entredicho a varios conocidos funcionarios mexicanos.

        ¡Qué peligroso para nuestro país!, y para López Obrador.

        Empero, así como abrieron el expediente, o parte de él, sobre el ex secretario de la Defensa Nacional, ¿por qué no abren todo el expediente sobre los pedidos, compras o regalos, de las vacuna PFIZER (y de las otras vacunas), y su traslado, distribución y aplicación, en todo México?

        Sobre eso, están ocultando muchas cosas, sobre todo el fin electoral que se han propuesto.

        ¿Cuántas se han obtenido como regalo?, y ¿a cambio de qué?

        ¿Quién las ha comprado; a quién se han comprado; en cuánto se han comprado; con qué condiciones se han comprado y vendido;  se ha cumplido con las normas internacionales y nacionales?

        ¿Por qué los comandos integrados por “doce siervos de la nación” que, salvo honrosas excepciones, son sólo siervos de AMLO, estarán presentes en cada vacuna que se aplique? ¿Por qué renunció la encargada del Programa de Vacunación Universal?

        Vacuna por voto.

        Esa enfermiza visión electoral de AMLO conduce a México al caos.