jueves, 1 de febrero de 2018

LOGOS
Mies y rastrojo
ELECCIONES 2018; NI GRINGAS NI RUSAS
        Andrés Manuel López Obrador tiene de ruso, lo que Ricardo Anaya Cortés tiene de angoleño o José Antonio Meade Kuribreña tiene de purépecha.
        La campaña electoral mexicana del 2018 debe elevar su nivel, y no caer tan bajo.
        Se debe debatir sobre problemas, ideas, planes, programas y proyectos, personalidades, tácticas, tiempos, modos, espacios, circunstancias, temas, ideologías, conductas, y un sin número de cosas referidas al pasado, presente y porvenir, de México.
        Razón le asiste a Beatriz Pagés para aceptar y hacer suyo eso que alguien le comentó: "Lo que hoy está en juego no es una elección, sino un destino".
        Obvio que no se trata de un destino predeterminado, tipo tragedia helénica, Edipo o Antígona descritos por la espléndida pluma de Sófocles. (496-406 antes de nuestra Era)
        Versa ese "destino" invocado por Beatriz en el futuro "de una nación y sus libertades". La nación es México, y sus libertades están consagradas con precisión jurídica en la parte dogmática de nuestra vigente Carta Magna, tan espléndida, pero tan violada por los grotescos poderosos de estos 100 años próximos anteriores.
        En esta realidad electorera por todos observada, confusa, y a tono de la letra del tango "Cambalache" de la inspiración de Enrique Santos Discépolo (1901-1951), padecemos un tiempo infame de corrupción e impunidad, en donde no hay a quién irle; pero aún así, necesitamos, debemos y podemos, votar, al menos en defensa propia.
        Estemos atentos a  la campaña presidencial, a la de gobernadores, senadores, diputados, y miembros de los ayuntamientos. Votemos por los menos corruptos, los menos flojos, los menos tontos, por los que no nos hagan daño.
        No sigan tontiloqueando con que "los rusos apoyan a AMLO"; o que "lo más inteligente de Anaya sea llevar a su hijo a la escuela"; o que "la culpa de los gasolinazos sea de Meade"; estas insidias perversas nada aportan.
        Las mezquinas cuchilladas que se lanzan los unos a los otros en nada ayudan a México ni a los mexicanos.
        Que al gobierno gringo le interese intervenir en esta elección presidencial, ni duda cabe. Que al gobierno ruso le inquiete entremeterse en nuestro evento electoral, es factible. Pero es el gobierno mexicano quien tiene la obligación de impedirlo; y los mexicanos no debemos tolerarlo. Ni gringos ni rusos; exclusivamente los ciudadanos mexicanos votaremos.
        Qué bueno que haya candidatos que lleven a sus hijos a la escuela, de convicción y no de pose.
        Terrible que haya prometido el candidato Enrique Peña Nieto bajar el precio de las gasolinas, y que no lo haya cumplido como presidente; empero, de este engaño no es responsable Meade.
        Mejor busquemos las mies, si las hubiera, en las expresiones y los actos de los candidatos; y localicemos el rastrojo que producen, para denunciarlo con positiva intención.
        Auxiliémosles a que mejoren en sus propuestas y en sus conductas. ¡Ojalá lo acepten!
        Ayudarles, es ayudarnos.