LOGOS
Mies y rastrojo
ELECCIONES 2018; NI
GRINGAS NI RUSAS
Andrés Manuel López Obrador tiene de
ruso, lo que Ricardo Anaya Cortés tiene de angoleño o José Antonio Meade
Kuribreña tiene de purépecha.
La campaña electoral mexicana del 2018
debe elevar su nivel, y no caer tan bajo.
Se debe debatir sobre problemas, ideas,
planes, programas y proyectos, personalidades, tácticas, tiempos, modos,
espacios, circunstancias, temas, ideologías, conductas, y un sin número de
cosas referidas al pasado, presente y porvenir, de México.
Razón le asiste a Beatriz Pagés para
aceptar y hacer suyo eso que alguien le comentó: "Lo que hoy está en juego
no es una elección, sino un destino".
Obvio que no se trata de un destino predeterminado,
tipo tragedia helénica, Edipo o Antígona descritos por la espléndida pluma de
Sófocles. (496-406 antes de nuestra Era)
Versa ese "destino" invocado
por Beatriz en el futuro "de una nación y sus libertades". La nación
es México, y sus libertades están consagradas con precisión jurídica en la
parte dogmática de nuestra vigente Carta Magna, tan espléndida, pero tan
violada por los grotescos poderosos de estos 100 años próximos anteriores.
En esta realidad electorera por todos
observada, confusa, y a tono de la letra del tango "Cambalache" de la
inspiración de Enrique Santos Discépolo (1901-1951), padecemos un tiempo infame
de corrupción e impunidad, en donde no hay a quién irle; pero aún así, necesitamos,
debemos y podemos, votar, al menos en defensa propia.
Estemos atentos a la campaña presidencial, a la de gobernadores,
senadores, diputados, y miembros de los ayuntamientos. Votemos por los menos
corruptos, los menos flojos, los menos tontos, por los que no nos hagan daño.
No sigan tontiloqueando con que
"los rusos apoyan a AMLO"; o que "lo más inteligente de Anaya
sea llevar a su hijo a la escuela"; o que "la culpa de los
gasolinazos sea de Meade"; estas insidias perversas nada aportan.
Las mezquinas cuchilladas que se lanzan
los unos a los otros en nada ayudan a México ni a los mexicanos.
Que al gobierno gringo le interese
intervenir en esta elección presidencial, ni duda cabe. Que al gobierno ruso le
inquiete entremeterse en nuestro evento electoral, es factible. Pero es el
gobierno mexicano quien tiene la obligación de impedirlo; y los mexicanos no
debemos tolerarlo. Ni gringos ni rusos; exclusivamente los ciudadanos mexicanos
votaremos.
Qué bueno que haya candidatos que lleven
a sus hijos a la escuela, de convicción y no de pose.
Terrible que haya prometido el candidato
Enrique Peña Nieto bajar el precio de las gasolinas, y que no lo haya cumplido como
presidente; empero, de este engaño no es responsable Meade.
Mejor busquemos las mies, si las
hubiera, en las expresiones y los actos de los candidatos; y localicemos el
rastrojo que producen, para denunciarlo con positiva intención.
Auxiliémosles a que mejoren en sus
propuestas y en sus conductas. ¡Ojalá lo acepten!
Ayudarles, es ayudarnos.