LOGOS
Orgullosos de
nuestras leyes
AUTORIDADES QUE
AVERGUENZAN
Salvo excepciones, nuestro sistema
jurídico es muy aceptable; nos enorgullece nuestra Carta Magna, como los
tratados y las leyes que a ella se ajustan.
El grave problema no es el texto de
nuestra legislación. Lo vergonzoso es que no se cumpla el derecho y, de esto,
las directamente responsables son las autoridades: desde el presidente de la
República hasta el servidor público de menor jerarquía, personas físicas que,
representado al gobierno, nos deshonran, cuando no acatan ni hacen respetar
nuestro sistema jurídico, ése que un día protestaron cumplir y hacer cumplir.
Ante las denuncias públicas de Andrés
Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, de que la administración de
Enrique Peña Nieto los espía a través del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional (CISEN), el secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida (a quien
está directamente adscrita esa desconcentrada según el artículo 18 de la Ley de
Seguridad Nacional) explicó: "ese centro da seguimiento y continuidad al
proceso electoral… pero no es una acción de espionaje a los opositores".
Pero esa Ley de Seguridad Nacional en
ninguno de sus 67 artículos ni en los 7 transitorios (ni en su Estatuto) otorga
atribuciones legales al CISEN para "dar seguimiento y continuidad a
proceso electoral" cual ninguno.
Sus fines son otros: preservar la
seguridad nacional, el Estado Mexicano, proteger a la Nación, la independencia,
la soberanía, defender nuestro territorio, y otros etcéteras similares a estos
valores.
La preocupación que precisa el artículo
del respetable escritor Humberto Musacchio, sobre la seguridad de los
candidatos a la Presidencia de México, merece toda la atención del gobierno,
pero a través de las autoridades competentes, y el CISEN no lo es.
No confundamos las leyes de seguridad de
nuestro país, que son muchas, y con vasos comunicantes. La que establece al
CISEN es la Ley de Seguridad Nacional; pero existe una Ley General del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, Ley de Seguridad Interior, de seguridad social,
industrial, de informática, de salud, entre otras.
Es legal y debido que el CISEN nos
investigue a todos, incluyendo a Meade, a Anaya y a Andrés Manuel, pero
exclusivamente respecto a sus XI atribuciones que le impone el artículo 19 de
esa Ley de Seguridad Nacional, pero no "para dar seguimiento y continuidad
al proceso electoral 2018".
Mal hace quien aplica de manera inexacta
esa ley federal, induciendo a nuestros 007 huehuenches a transgredir la ley;
empero, también hacen mal quienes prometen desaparecer al CISEN por esos malos
manejos.
López Obrador y Anaya, si juzgan que hay
pésimas prácticas en la presidencia, no por eso deben desaparecer a la
presidencia, a la que, por cierto, pretenden llegar.
No porque el sistema electoral mexicano
tenga graves errores, llegado el momento lo desaparezcan, para montar una
tiranía, sin elecciones, y sin ciudadanos.