lunes, 6 de noviembre de 2017

LOGOS
Merolicos, S.A. de C.V.
NUESTRA LIBRE CONCURRENCIA
        Dentro de los personajes típicos de la tradicional sociedad mexicana está el merolico, vendedor callejero que oferta su mercancía, de dudosa eficacia, con una verborrea picaresca y atractiva.
        Todos, alguna vez con sobrado tiempo, nos hemos quedado observando y oyendo a un merolico, tanto por sus recursos lenguaraces como por lo exagerado de sus ofertas.
        Lamentablemente no todos tenemos las cualidades del merolico; por ejemplo, José Antonio Meade Kuribreña carece de ellas, y Porfirio Muñoz Ledo tampoco las tiene.
        Ambos son personajes de la política mexicana con cualidades y defectos, pero con visión distinta de las dificultades de México y sus posibles soluciones.
        Cada uno ha ocupado relevantes cargos federales en administraciones emanadas de distintos partidos políticos, lo que puede calificarse de incongruencia y trapecismo, o de amplitud de capacidad y de tolerancia ideológica.
        José Antonio ha trabajado y cobrado bien como secretario de Energía, primero, y después de Hacienda y Crédito Público, en el sexenio panista de Felipe Calderón. Después con Enrique Peña labora y recibir buena paga como secretario de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social, y otra vez como secretario de Hacienda. Es todólogo, exceptuando política electoral, ya que no ha tenido ningún cargo de elección popular, siendo su mayor acción política, como secretario de un gabinete panista, el emitir su voto a favor del priísta Enrique Pena Nieto, eso sí, con su mejor sonrisa.
        Porfirio fue secretario del Trabajo y Previsión Social y de Educación Pública, presidente del PRI, y del PRD, diputado federal y senador, embajador en varias sedes, precandidato a una gubernatura y a la Presidencia de México varias veces, orador destacado, y un político que ha vivido bien de esa actividad.
        Meade Kuribreña tiene 48 años y asegura estar "convencido de que damos un paso atrás si hubiera la elección de un populista", y Muñoz Ledo con 84 años afirma que "el peor populismo es de derecha, porque el de la izquierda significa regreso a la política de igualdad".
        Meade es un fuerte precandidato a la Presidencia de México en este momento; Porfirio no lo es. Empero, para los dos es difícil llegar a ese honroso cargo en el 2018.
        Porfirio, en su artículo, dejó claramente impreso el sustantivo filoso y lapidario de "merolicos", para funcionarios tipo Meade; éste al parecer no ha contestado personalmente, pero sí, con su ataque al populismo, provocó la respuesta de Porfirio.
        El grupo en el poder utilizando los medios masivos de comunicación, a su alcance, se lanzaron contra de Muñoz Ledo, propinándole vituperios a diestra y siniestra.
        La política no tiene por qué ser aburrida, pero sí resulta necesario que se ejerza con toda responsabilidad y talento, para resolver problemas más graves que el ridículo conflicto de determinar que merolicos son mejores, si los de la S.A de C.V. o los populistas de estado.