lunes, 9 de enero de 2017

LOGOS
Unidos y dignos
ANTE EL TERRORISMO DE TRUMP
        El gobierno de los Estados Unidos de América fue el gran impulsor del Tratado de Libre Comercio entre las tres naciones que integran la América del Norte: Canadá, EU, y México.
        Su propósito era establecer una poderosa cuenca económica para enfrentar a la comunidad europea y a otras fuerzas comerciales del Asia.
        Nuestro país, en ese tratado, era y es una parte débil. Con esta característica nos hizo socios y aceptamos, la imposición de las reglas del poderoso, con una actitud jurídica y un lenguaje diplomático.
        Ahora con Donald Trump, primero como candidato y después como presidente electo, los mexicanos hemos sufrido agresiones verbales injuriosas e infamantes que sólo revelan un odio patológico, y el deseo de sembrar terror entre vecinos, socios y amigos.
        Y ya ha logrado de hecho, a unos días de tomar el poder, que inversiones de empresas transnacionales salgan de nuestro país; además de haber solicitado a su Congreso recursos para la prosecución constructiva del muro que separará, conforme a un viejo y descabellado proyecto, a México con los EU, bajo la amenaza terrorista de que los mexicanos lo pagaremos, aunque sea con la guerra.
        Ante una situación de esa magnitud, los mexicanos estaremos unidos, sin perder la dignidad ni el decoro, menos el sentido de patria, y actuando con inteligencia.
        El ataque partió de Trump hacia nosotros; sin él, creo que no hubiera existido la inocentada del Presidente Enrique Peña Nieto de entrometerse en la política electoral estadunidense, invitando a hacer campaña a nuestro país a los candidatos fuertes de los dos grandes partidos gringos.
        Sin ese equívoco intervencionista achacado al secretario de Hacienda y Crédito Público Luis Videgaray Caso, el Presidente Peña Nieto no hubiera errado quitándole ese cargo, al imaginar que ganaría Hillary Clinton.
        Así que al ganar el señor Trump, lo primero que se le ocurrió al Presidente Peña es obsequiosamente reparar el desliz con otro traspié: regresando al gabinete a Luis Videgaray, pero como secretario de Relaciones Exteriores; secretaría respecto a la que el designado confiesa que no sabe nada, pero que aprenderá.
        Si el presidente desacierta tanto, y de manera tan grotesca, los mexicanos no podemos darnos el lujo de desatinar. Así que no tenemos más que a este gobierno, y con él tenemos que trabajar, salvo circunstancias nuevas y extremas que nadie debe desear.
        Jugar con fuego, al anarquismo loco y al desgobierno, es tan torpe como suicida. México es una gran nación, por eso nos provocan quienes se duelen de ello, y por eso el mexicano aguanta tanto.
        Cuando el gobierno estadunidense promovía el Tratado de Libre Comercio solicitó del gobierno mexicano que no fuera proteccionista; dentro de unos días el gobierno de Trump ejercerá el proteccionismo a como dé lugar, con México y el resto del mundo.
        El pueblo de los EU seguirá siendo nuestro amigo, como los demás pueblos del orbe.