LOGOS
Unidos y dignos
ANTE EL TERRORISMO
DE TRUMP
El gobierno de los Estados Unidos de
América fue el gran impulsor del Tratado de Libre Comercio entre las tres
naciones que integran la América del Norte: Canadá, EU, y México.
Su propósito era establecer una poderosa
cuenca económica para enfrentar a la comunidad europea y a otras fuerzas
comerciales del Asia.
Nuestro país, en ese tratado, era y es
una parte débil. Con esta característica nos hizo socios y aceptamos, la
imposición de las reglas del poderoso, con una actitud jurídica y un lenguaje
diplomático.
Ahora con Donald Trump, primero como
candidato y después como presidente electo, los mexicanos hemos sufrido
agresiones verbales injuriosas e infamantes que sólo revelan un odio
patológico, y el deseo de sembrar terror entre vecinos, socios y amigos.
Y ya ha logrado de hecho, a unos días de
tomar el poder, que inversiones de empresas transnacionales salgan de nuestro
país; además de haber solicitado a su Congreso recursos para la prosecución
constructiva del muro que separará, conforme a un viejo y descabellado
proyecto, a México con los EU, bajo la amenaza terrorista de que los mexicanos lo
pagaremos, aunque sea con la guerra.
Ante una situación de esa magnitud, los
mexicanos estaremos unidos, sin perder la dignidad ni el decoro, menos el
sentido de patria, y actuando con inteligencia.
El ataque partió de Trump hacia nosotros;
sin él, creo que no hubiera existido la inocentada del Presidente Enrique Peña
Nieto de entrometerse en la política electoral estadunidense, invitando a hacer
campaña a nuestro país a los candidatos fuertes de los dos grandes partidos
gringos.
Sin ese equívoco intervencionista
achacado al secretario de Hacienda y Crédito Público Luis Videgaray Caso, el
Presidente Peña Nieto no hubiera errado quitándole ese cargo, al imaginar que
ganaría Hillary Clinton.
Así que al ganar el señor Trump, lo
primero que se le ocurrió al Presidente Peña es obsequiosamente reparar el
desliz con otro traspié: regresando al gabinete a Luis Videgaray, pero como
secretario de Relaciones Exteriores; secretaría respecto a la que el designado
confiesa que no sabe nada, pero que aprenderá.
Si el presidente desacierta tanto, y de
manera tan grotesca, los mexicanos no podemos darnos el lujo de desatinar. Así
que no tenemos más que a este gobierno, y con él tenemos que trabajar, salvo
circunstancias nuevas y extremas que nadie debe desear.
Jugar con fuego, al anarquismo loco y al
desgobierno, es tan torpe como suicida. México es una gran nación, por eso nos
provocan quienes se duelen de ello, y por eso el mexicano aguanta tanto.
Cuando el gobierno estadunidense
promovía el Tratado de Libre Comercio solicitó del gobierno mexicano que no
fuera proteccionista; dentro de unos días el gobierno de Trump ejercerá el
proteccionismo a como dé lugar, con México y el resto del mundo.
El pueblo de los EU seguirá siendo
nuestro amigo, como los demás pueblos del orbe.