LOGOS
Rafael Tovar y de
Teresa
CULTURA PARA TODO Y PARA TODOS
Tuve el honor de tratar a Rafael Tovar y
de Teresa desde hace aproximadamente cuatro años; razones de responsabilidad en
el mundo cultural hicieron que nuestras vidas se cruzaran y, ello, me condujo a
gozar y a aprender de su plática sencilla, pero siempre ilustrada.
A pesar de su migraña recurrente, sobre
la cual charlamos algunas veces, el "embajador", como siempre lo
llamé, ejercía con agilidad su pensamiento, tan lúcido como disciplinado;
empero, sabía oír, y le gustaba que se le desmenuzara cada uno de los asuntos a
tratar, así la solución surgía de manera natural, y esa decisión definitiva, en
cuanto de él dependía, le daba puntual seguimiento.
Sin conocerlo ni tratarlo, muchos fueron
víctimas de prejuicios. Salvo sus apellidos, (que nadie escoge los suyos)
Rafael Tovar y de Teresa era un alma con muchos estudios y reflexiones, pero natural
y simple educado y amable, comúnmente de vestir informal, con ropa cómoda y
medio desgarbada.
Con pensamiento democrático y aguda
sensibilidad social, compartió la idea de que los graves problemas de
inseguridad, de Michoacán y de México, no se iban a resolver únicamente con la
razón de la fuerza, sino también, y sobre todo, con la fuerza de la razón.
Hizo suyo que si bien se requería del
ejército, la marina, y la policía, a su vez era necesario la activa
participación de la cultura, en forma permanente y eficaz, no sólo con eventos
artísticos de toda índole, sino para que los destacados artistas dieran
talleres con su técnica y su ejemplo, a los miembros de las poblaciones que lo
solicitaban.
De esa manera, entre muchas otras cosas
eficientes y atractivas, se cuadriculó de actividad cultural, con caravanas
integradas de artistas nacionales, estatales y locales, los 113 municipios de
Michoacán. ¡Nunca antes se había vivido tal movilidad cultural!
Pagando CONACULTA, bajo concursos
públicos y trasparentes con participación de la sociedad, los gastos de todo
eso de manera directa, sin que ingresara el dinero a las arcas michoacanas, las
que adolecían desde el 2002 de un defectillo: cuanto dinero caía en ellas se
metía a una licuadora, con el perverso ánimo de que nadie supiera a dónde y en
qué se destinaba.
Tovar y de Teresa supervisó total y
personalmente lo que en materia de cultura en Michoacán se hizo. Y para esa
labor valiosa y precisa, ya sea en la Ciudad de México, o aquí en Michoacán en
las regiones de mayor problema, él estuvo presente. En la tierra caliente, las
sierras, regiones lacustres, tratando con todo respeto y atención a cuantas
personas deseaban hablar con él.
Admiré su paciencia, capacidad y
eficacia, para responder positiva y satisfactoriamente a todos.
Cultura para todo, cultura para todos,
fue una severa consigna. Cultura para respetar la vida de las personas, la
integridad física de los demás, el patrimonio de todos. Cultura para que se
respete cada hogar. Cultura para ser productivo, y distribuir en justicia lo
producido.
El embajador Rafael Tovar y de Teresa
acompañó a la Revista Siempre el 18 de Octubre próximo pasado, en el Premio
Nacional de Comunicación José Pagés Llergo 2016, bajo la anfitrionía
inteligente de Beatriz Pagés.
Ahí platicamos, lamentablemente por
última vez, con quien fuera el primer Secretario de Cultura de nuestro país,
quien nos deja una excelente y duradera impresión, y quien en la cultura
mexicana ha impreso su huella personal, por siempre grata.