martes, 8 de diciembre de 2015

LOGOS
Suicidio humano
PELEAR CONTRA NUESTRA SOMBRA
        Con sentido de responsabilidad el Presidente Barack Obama respondió durante varios días, reiterando: "Son dolorosos esos hechos, pero no se conocen los motivos exactos todavía."
        Su referencia era sobre el caso de los 14 muertos y varios heridos en San Bernardino, California; procedimiento que se ha venido orientado, por indicios, moda, e intereses, a etiología de terrorismo islámico.
        Subrayo la actitud prudente del Presidente Obama al señalar que no sabía, porque hay presidentes, y políticos de alto nivel, en todo el mundo, que se empeñan en aparentar públicamente que todo lo saben, actualizando la imagen de los sofistas que tanto irritaban a Platón, y por lo que éste señaló, literariamente, que el Oráculo de Delfos afirmaba que no sabían nada, porque a diferencia de Sócrates, ni siquiera sabían que no sabían.
        En verdad, los motivos de fondo de esos asesinatos, como las causas de cerca de 40 matanzas similares que se han producido en este ya agonizante año 2015 en los EU, están confusos, y rebasan a la simple visión policiaca, requiriendo, por ende, del estudio interdisciplinario y serio de profesionales de diversas materias, para obtener un diagnóstico objetivo y preciso.
        Puesto que lo que está pasando en EU, al respecto, sucederá muy pronto en diversas partes del mundo, en cada lugar según sus circunstancias. Y no es mi deseo, sino un diagnóstico.
        Los detalles de pequeños indicios nos orillan a reflexionar sobre cosas desconcertantes, como la noticia del canal televisivo CNN en Español, al expresar su comunicadora verbalmente, y reproducirse en cintillo escrito: "Barack Obama, Presidente de Venezuela...", a unas horas de que se celebraran elecciones presidenciales en aquel hermano país tan presionado.
        Y es que el mundo actual está yendo tan de prisa, y de manera tan superficial, que esto, combinado con la masividad, la irresponsabilidad, la mediocridad agudizada y en privilegio, y el encabronamiento de todos, da como suma la insensatez de actuar a ciegas, sin saber que nos estamos peleando en contra de nuestras propias sombras.
        Como fenómeno físico, la sombra que generamos es la oscuridad producida a través de la intercepción de los rayos de luz por nuestro cuerpo que es opaco; pero como metáfora didáctica, el cuerpo social de los humanos, mal organizado, crea sus propias sombras: la miseria, la ignorancia, el odio, y el crimen hasta en grado de terrorismo.
        Nuestras malas sombras violentas desean, en el rencor y las angustias de sus entrañas, recibir más violencia para retroalimentarse; y por este meandro tan sinuoso como inmoral, los seres humanos como especie podemos desaparecer por suicidio.
        En México debemos estudiar a profundidad este fenómeno, al confrontar violentamente a nuestras propias sombras. El Presidente Enrique Peña Nieto tiene que ser, ante los órganos internacionales, el vocero de nuestros resultados reflexivos.