lunes, 11 de noviembre de 2024

LOGOS

EU: un presidente criminal

MÉXICO: UNA SIMPLE CORCHOLATA        

        A partir del 20 de enero del 2025 Donald Trump será por segunda ocasión presidente de los Estados Unidos de América.

Fue, ya, el 45º presidente; y será (si no ocurre nada extraordinario que lo impida), el 47º ocupante de la Casa Blanca en Washington, Distrito de Columbia.

Lo más asombroso (para Ripley, Récords Guines y Aunque Usted no lo Crea) es que Trump arrasó con una exuberante y profunda votación nunca antes vista en escrutinios federales de EU.

Requiriendo sólo de 270 votos electorales para triunfar, obtuvo Donald 312; añadiendo, a esa sorpresa, la vergonzosa situación de ser (Trump) un convicto de la justicia estadunidense americana.

Así, carga el presidente gringo electo con todo tipo de delitos: federales y estatales, 34 sentencias firmes de procesos por falsificación de registros comerciales, pago de dinero para silenciar a testigos en su contra, conspiración para socavar los resultados de la elección en 2016, soborno de 130,000 dólares a un juez de Nueva York, sustraer documentos oficiales clasificados de defensa nacional y resistencia a no devolverlos, pago a una prostituta con cheque sin fondos, sentencias impuestas por jurados populares y por jueces, mentir a tribunales estando bajo protesta, conspiración contra el Congreso, nombrar fiscal especial violando la constitución, 7 delitos cometidos transgrediendo la Ley de Espionaje, más de 100 documentos falsificados por él, retrasar ilegalmente la certificación de las elecciones del 2020, fraude al fisco de EU, descontar votos legítimos y subvertir los resultados de la elección del 2020, interferencia electoral en Georgia y en Atlanta, y 13 juicios más que no se han sentenciado.

Desde el 6 de noviembre próximo anterior, la fiscalía federal y los tribunales involucrados están haciendo limpieza para que Trump regrese inmaculado a su segundo periodo presidencial.

¡Borrón y cuenta nueva!

El más apreciado alumno de Hegel, el filósofo alemán Ludwig Feuerbach (1804-1872), en su obra ‘La esencia del cristianismo’, indica que “El derecho es la voluntad del poder papal erigida en ley”.

Los seguidores alemanes de Feuerbach, Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), en el ‘Manifiesto del Partido Comunista’ aseguran: “El derecho es la voluntad de la clase dominante erigida en ley”.

La clase dominante en EU determina exonerar, de todo delito y de toda sentencia condenatoria, a Donald Trump.

En el fondo, igual, igualito a lo que determinó y sigue determinando la clase dominante en México. Con todas las ilicitudes y delitos, trampas y chanchullos, con miles de millones del erario gubernativo gastado, impuso en la presidencia de la república a Claudia Sheinbaum Pardo, la ‘corcholata’ designada por la voluntad de un solo hombre, ese macuspano que se fue, sin irse, se llevó millonadas de dinero, haciendo que otros se mancharan las manos por él; y ahora, ordena en lo fundamental, sin ninguna responsabilidad directa a su cargo.

México y EU desde hace algunos lustros decidieron (por necesidad y ejercicio soberano) globalizarse con Canadá, mejorando los tres países sus sistemas con principios democráticos, y constituyendo un T-MEC, y, de esta manera, edificando un libre y fortalecido mercado frente a los afanosos embates de la Unión Europea, República Popular China y la Federación de Rusia.

Con todo ese enlace jurídico internacional denominado T-MEC, Donald Trump asegura que México no cumple con las reglas del tratado: ya que está promoviendo migración ilegal hacia EU a través de su territorio; ya que está envenenando a estadunidenses con fentanilo; ya que está introduciendo autos chinos a EU; ya que está destruyendo al Poder Judicial Federal para demoler la división de poderes, y bajo una falsa elección popular, imponer jueces, magistrados y ministros a su antojo; ya que está fortaleciendo un narcoestado, con la aplicación de un terrorismo en crecimiento; ya que está suscitando una táctica para asolar a una inepta oposición interna, etiquetándola de ‘traidora a la patria’, cuando los peores traidores a la patria son quienes desde un gobierno narco terrorista están aniquilando a México; además de otras verracas artimañas que día tras día nos endilgan.

El destino de México no puede estar en las manos de una clase dominante mentirosa, burocrática, causa de nuestra desventura, corrupta e inepta que, además, dragonea de servir al pueblo, cuando se está sirviendo de él, engañándolo con dádivas y limosnas periódicas, narco gobierno que asegura desear muchos benitos Juárez, cuando ha traicionado los principios liberales de administración de justicia que nos heredó el benemérito, y olvidan que el Presidente de la Suprema Corte de Justicia Benito Juárez, como tal, juzgó respecto al golpe de estado que dio el presidente Ignacio Comonfort.

No merece nuestro país a un gobierno pandillero que finge golpear a los cárteles, para aparentar (lo que no son) frente a EU, mientras que la población sufre de una inseguridad pública que va, desde el cobro de piso, hasta el reciente terrorismo que ha llegado.

Ante ese rescoldo que estiba la presidente Sheinbaum, recobremos nuestra libertad, y retornemos a un cauce democrático real, funcional, eficiente, con raíz en el trabajo, y con pleno reconocimiento económico y político a los trabajadores mexicanos, quienes con su esfuerzo organizado producen la riqueza de México, y hasta parte de la riqueza de los EU.