lunes, 4 de noviembre de 2024

LOGOS

Guerra y poder

GOBIERNO DE MENTECATOS        

Nada tiene de científico (pero porta mucho de supersticioso) el viejo refrán español: “En martes, ni te cases ni te embarques”.

Y, acontece, que el día de mañana 5 de noviembre del 2024 es martes, fecha en que se han calendarizado dos eventos de toral importancia para el futuro de México.

        Uno de ellos tiene su epicentro en nuestro país.

Se convocó a sesión al Honorable Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para discutir y resolver un dictamen suscrito por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, respecto a la Acción de Inconstitucionalidad 164/2024 y sus acumulados 165/2024, 166/2024, 167/2024 y 170/2024.

        Empero, esa litis, obligadamente conducirá al Pleno de la SCJN a atraer y a resolver las nuevas demandas de amparo, controversias, y acciones, de inconstitucionalidad provocadas por nuevos actos de la presidente Sheinbaum y de sus lacayos legisladores, quienes, por miedo, prisa y turbiedad, olvidaron que la “supremacía constitucional” corresponde no al congreso constituyente permanente, sino que es exclusiva del Congreso Constituyente Original.

        Es decir, que los 8 ministros que hasta el momento han dado muestras de inteligencia, capacidad jurídica, valor, dignidad y patriotismo, pueden y deben declarar inconstitucional toda la denominada reforma judicial manipulada por el ejecutivo federal inepto y avieso, por ser franca y claramente violatoria de nuestra Carta Magna y de los derechos humanos garantizados para toda persona.

        Ante una sentencia de ese tamaño, y de esa naturaleza, no tendrán los violadores de la Constitución más que dos caminos: o la acatan, o la desobedecen.

        Si la obedecen, los mexicanos y su gobierno lograrán una unidad histórica, deseada y urgente, base de nuestro futuro desarrollo en todos los órdenes.

        Si la desacatan, tarde o temprano estallará una guerra civil en contra de la dictadura que apenas asoma los dientes, las orejas, los ojos nerviosos y violentos, con sus garras armadas de pesos devaluados y   artefactos extranjeros para seguir asesinando a los seres humanos que constituyen al verdadero pueblo; éste, no como una entelequia utilizada y explotada por la autócrata Sheinbaum, sino como un símbolo de una unidad de individuos libres, informados y dignos.

        Así, este próximo martes, 8 ministros decidirán nuestro destino, en relación al problema de esa mal llamada reforma judicial que nos generó 1 presidente, un solo sujeto que concentró un poder desmedido, con instintos malignos y vengativos.

        También, bajo la sombra de ese aforismo (“En martes, ni te cases ni te embarques”), se desarrollará el 5 de noviembre de este 2024 el proceso de elección del presidente número 47º de los Estados Unidos de América: La demócrata californiana de 60 años Kamala Devi Harris, o el republicano neoyorquino de 78 años Donald John Trump.

En competencia electoral muy cerrada, y conforme a la normatividad especial conque se decide el triunfo para la presidencia entre nuestros vecinos y socios del T-MEC, sabremos hasta mañana martes quién será el próximo presidente.

Trump tiene todos los defectos del mundo: soberbio, mentiroso, delincuente, misógino, tramposo, con marcado odio en contra de los migrantes, racista. Al parecer muchos quisieran su muerte. Nunca reconoció que perdió frente a Joe Biden; jamás reconocerá si es vencido por Kamala.

Y lo peor de todo, está a un pelo de rana de volver a ser el presidente de EU. Las encuestas señalan un empate técnico; las apuestas están a favor de Trump.

Kamala denota inteligencia. Parece una mujer equilibrada. Ganó francamente el debate frente a un Trump. La dama ha aguantado todas las majaderías de su oponente, y con sagacidad y chispa les da respuesta. Su experiencia la respalda a cabalidad.

Y lo peor de todo para ella, y para muchos, es que está a punto de perder. Observan, los dueños del poder y de la guerra que como mujer dificultaría las decisiones de un cercano enfrentamiento atómico en el mundo; y en economía es de clase media frente a los millones de Trump.

Ahora, en relación con el actual gobierno mexicano, ni Kamala ni Trump simpatizan con quienes, hasta el momento, se han portado como un cártel de mentecatos.

En honor a la verdad, también a los mexicanos nos está haciendo mucho daño ese cártel de mentecatos, alías, gobierno federal.