lunes, 26 de agosto de 2024

LOGOS

La Justicia manda; la política obedece

HEROICIDAD DEL BUEN JUEZ       

        México está a punto de dejar de ser república, para convertirse en una reprivada; es decir, se transformará en un territorio con una población escriturada a un solo dueño: Andrés Manuel López Obrador.

        En estos últimos seis años, a nuestro país lo han conducido a una mutación demente.

        El responsable de este daño es el presidente López. Su voracidad, sus odios, su soberbia y egoísmo han concentrado gran parte del poder público en sus autocráticas garras.

        Poco le falta para desaparecer a todos los poderes autónomos, asumiendo los mandos y los recursos de ellos.

        Ese sinvergüenza maniobró el fraude electoral más grande de los pasados tiempos, robándose la presidencia a favor de una de sus espurias corcholatas, hurtando los votos suficientes para hacerse de las dos cámaras del Congreso de la Unión, con miras a aprobar una constitución a su antojo y medida; y, previamente con sus cárteles criminales, timar a la ciudadanía al apropiarse 22 gubernaturas, de las 32 existentes.

        Su glotona codicia se dirige a tragarse al Poder Judicial Federal, último bastión que (con todo y sus imperfecciones), ha sabido responder con decoro a su responsabilidad de custodio de nuestra Carta Magna y su sistema legal, con aplicaciones dignas y justas.

Afirmo.

El Poder Judicial Federal es, en este momento, el mejor poder del gobierno federal mexicano.

        Empero, las protervas maquinaciones del centralizador López han provocado algo inaudito: el paro de actividades (con auto limitantes y auto condiciones), de los trabajadores, jueces y magistrados del poder judicial de la federación.

        De ese paro el único responsable es Andrés Manuel López Obrador, ya que “la causa de la causa es causa de lo causado”, como lo conceptualizó la patrística de santo Tomás de Aquino (1224-1274), en su obra ‘Cuestiones a debate’.

Ahora bien, retornado al presidente López, no estamos lejos de que el poder ejecutivo y el poder legislativo (ambos de la federación), también se pongan en paro, ya que las chifladuras del obradorato son efervescentes.

        Ante las llamadas de atención de nuestros socios (EU y Canadá), también es posible el paro, o la desaparición del actual gobierno federal, pues ya han doblado varias veces al macuspano; lo que, acaso, a parte de nuestra cuita, beneficie a la población mexicana, porque el ejecutivo y el legislativo de nuestro país, son de lo más corrupto que hayamos padecido.

        Si desaparecieran, cuidemos de que no se vayan a robar los billones de pesos de nuestras arcas públicas, pues hasta estas arcas públicas, el presidente López las ha hecho privadas, y en ellas, él, y sólo él manda.

        Y como cuida la apariencia de su falsa honradez, manda robar a otros, para que roben por él, y para que sus manos tabasqueñas queden quiméricamente limpias.

        Mientras, todo México es un desastre.

        Entre balazos, robos, corruptelas, secuestros, asesinatos, cobros de piso, fraudes, regenerados por los abrazos de amlo; éste organiza, en sus mítines abucheos públicos, en contra de los gobernadores que no comulgan con el obradorato, a efecto de él se asuma como defensor, haciéndose pasar como el salvaguarda del respeto a los gobernantes.

        Por esas travesuras irrelevantes se ha ganado el mote de ‘fabricante de los abucheos’.

        Obsérvese que el actual presidente López ha sido el ejecutivo federal con mayor número de motes o apodos, algunos impronunciables; uno de ellos, es el “injerencista internacional”, o el cínico metiche del mundo.

        Sin ningún pudor se ha metido en las elecciones de EU: “yo les voy a aconsejar a los ciudadanos estadunidenses por quién voten”; y ahora, les llama “injerencistas”, a los razonamientos preventivos que EU y Canadá nos expresan como socios de TMEC.

        Y por ignorancia o perversidad, tanto López como su corcholata mienten cuando afirman que en los EU el pueblo elije a sus jueces. Sólo elige a sus jueces de paz, pero no a jueces de nivel jurisdiccional ni estatales ni federales, menos elige a los ministros de la Suprema Corte.

Y en EU un juez puede procesar a un presidente, a un gobernador, o, a un alcalde. En EU la dictadura de los jueces les ha sido eficaz.

        La coyuntura histórica que México vive nos está exigiendo, a todo mexicano, que apoyemos decididamente al Poder Judicial Federal, para que nos ampare y proteja de todas las violaciones a nuestros derechos humanos garantidos, por parte de cualquier autoridad violadora, incluyendo al presidente de la república, y suspenda provisional y definitivamente el acto reclamado, cuando se actualicen los supuestos jurídicos que la Ley de Amparo establece.

        Mejoremos al PJF, con respeto a su actual integración; sin elecciones populares absurdas y sin tómbolas ridículas, sin participaciones del crimen organizado ni de los partidos políticos, sólo con gente profesional, honesta, laboriosa y de carrera.

        La Justicia manda, la política obedece.

        Con su imparcialidad y con su independencia se prefigura la heroicidad del buen Juez, cuando defiende su investidura para ampararnos y protegernos.

  


lunes, 19 de agosto de 2024

LOGOS

Señora corrupción

BURLESCAS GIRAS ACUATADAS       

        Una de las características del actual presidente mexicano es que piensa y habla lento, analiza de manera burda y gruesa, y se otorga la libertad de contradecirse asiduamente con dejo de rusticidad.

        Primero afirmó: “Siempre combatiremos la corrupción; comenzaremos de arriba para abajo, como se barren las escaleras.”

Después aseguró: “Porque la corrupción no sólo es inmoral, sino que es, al mismo tiempo, una fuente posible de financiamiento para el desarrollo, para el bienestar del pueblo.”

Más tarde dijo: “Es un buen negocio público acabar con la corrupción. El combate a la corrupción es una fuente importantísima de financiamiento para México.”

Y esa pausada, tosca y discordante retórica presidencial sólo fue abono que fortaleció a todos los corruptos, incluyendo al autócrata López y a su sagrada familia.

Ni barrió arriba ni limpió abajo. Hizo de la corrupción su mejor oficio; y a una multitud de mexicanos los hizo crédulos a su tiranía, embarrándoles atole con el dedo.

        Millones de ciudadanos, oponentes, le cuentan día con día, en forma regresiva, la fecha de su salida.

        Están esperanzados a la conclusión de su mandato.

Sí, terminará como presidente, pero seguirá como el amo de la claudicante, que añora ser su sirviente.

Otro aspecto de esa labia ordinaria, lánguida y paradójica del actual ejecutivo federal se exhibe señalando: “Al presidente de México se le respeta, y no es por ser Andrés Manuel, es la investidura presidencial, que merece tener un presidente honorable, no un presidente de mala fama pública, susceptible a ser ninguneado, ni en México ni en el extranjero”.

Cuando el primero que debió de haber respetado la investidura presidencial fue Andrés Manuel, al llegar a ese digno cargo; cuando lo primero que debió hacer Andrés Manuel como presidente fue respetar a todos los mexicanos, y no dividirlos; cuando lo primero que debió hacer el presidente López fue ser honorable, y no provocarse una fama pública mala; cuando lo primero que debió de hacer el presidente actual fue no ningunear a nadie, ni en México ni en el extranjero.

El reloj sexenal está marcando el fin del mandato oficial a ese Andrés Manuel, quien no supo respetar su propia investidura presidencial.

        Está al cuarto para las doce, y sigue sin respetar su investidura presidencial, al cobijar y proteger a los improtegibles e incobijables.

        López es de vocación autoritaria en grado sumo y, además, es cínico al afirmar: “democráticamente el pueblo de México eligió a Claudia Sheinbaum”, cuando bien sabe que el gran elector fue él, siendo su jefe de campaña de tiempo completo, invirtiendo decenas de miles de millones de pesos del erario federal en esa sucesión, activando al crimen organizado como promotor del voto, y maniobrando a su antojo con leyes y autoridades electorales a favor de Claudia.

        Todos sus actos presidenciales van, y seguirán yendo, por los peores caminos, enseñando el cobre sin recato alguno, disponiendo que los gobernadores morenistas salgan, en coro borreguil, a apoyar en abierto manifiesto a su colega de origen, al gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, tan cerca de los cárteles famosos; cárteles, a quienes deben sus cargos, en alto porcentaje, esos gobernadores.

        La señora corrupción, empolladora de gobernadores y hasta de una presidente, es creadora de riqueza y de poder mal habido.

        Durante las burlescas giras acuatadas (López-Sheinbaum), en la gira resiente a Monterrey, Nuevo León, ambos afirmaron: “Ésta es una transición histórica, nunca antes vista”; y hasta en esto copian, y se equivocan. Esa frasecita la pronunció Plutarco Elías Calles al inicio del periodo 1929-1936, ante el presidente provisional Emilio Portes Gil, impuesto por Calles, después del asesinato de Álvaro Obregón: “Ésta es una transición histórica, nunca presente como en esta ocasión.”

        Y en ambos casos, a distancia de casi un siglo, el caudillismo vuelve a asomar la repulsiva oreja, y el maximato exhibe su espeluznante pezuña.

¡Qué pena!, de verdad, ¡qué pena!; y qué peligroso para todos.


 

lunes, 12 de agosto de 2024

LOGOS

Ausencia de honestidad

VÓMITO DE MENTIRAS       

        Es doloroso confesarlo, pero en México quienes ejercen el poder mienten con una constancia descomunal e ilógica.

        Esa manía para falsear la realidad no es exclusiva del actual sexenio, pero, sí, en esta administración gubernativa se ha agravado.

        Seguramente hay países con mayor producción de mendacidad, pero en esta materia, y por esa deficiencia gubernativa, somos nación destacada.

        Me refiero a quienes ejercen el poder, porque respecto a los mexicanos hay millones de personas veraces que portan la honestidad fidedigna, de la que carecen, por desgracia, nuestro actual presidente y una pródiga cantidad de funcionarios públicos.

        Con dejo de reproche, el presidente López afirma, una mañanera sí, y otra mañanera también: “No hay cooperación de parte del gobierno de los EU en el caso del señor Zambada y de Joaquín Guzmán López. No nos han pasado información”.

        Y ese reiterativo lamento presidencial acaba de ocasionar una respuesta de EU a través de su embajador Ken Salazar, quien dijo: “Desde la detención de estos dos narcotraficantes, el pasado 25 de julio se informó, de todo, a las autoridades mexicanas a través de la Fiscalía General de la República. Les informamos que Joaquín Guzmán Jr. se entregó voluntariamente; y al Mayo Zambada se lo llevaron en contra de su voluntad. Esa es la evidencia que vimos nosotros cuando llegaron ambos narcotraficantes al aeropuerto de Santa Teresa, en Nuevo México. Esta operación fue entre los cárteles, donde uno entregó al otro”.

        Y con una pincelada de ironía diplomática, el embajador estadunidense agregó: “Este éxito se logró gracias al auxilio del gobierno mexicano”.

        ¡Qué pena!, que a nuestro mentiroso presidente le machuquen, así, sus dedos, y lo exhiban con el lenguaje de una política grácil.

        Otra faceta de este caso la tenemos en el texto de la carta que suscribió Ismael Mayo Zambada desde EU; ahí dice que: “Fui traicionado por uno de los hijos del Chapo Guzmán, quien sin mi voluntad me llevó golpeado y amarrado a los EU… El 25 de julio me citaron para sostener una reunión con el gobernador del Estado de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y con Héctor Melesio Cuén Ojeda, exalcalde de Culiacán y exrector de la Universidad de Sinaloa; éste fue asesinado en la finca Huertos del Pedregal en donde a mí me secuestraron; ahí saludé a Cuén, antes de que lo mataran. Entre el gobernador Rocha y Cuén había diferencias políticas y personales, ambos pidieron mi ayuda para resolverlas. Cuatro escoltas que me acompañaban han desaparecido. La violencia no es buena; a nadie ayuda y a todos perjudica…”

        Esa carta fue conocida el 10 de agosto; y para el 11 de agosto ya estaba el presidente López en Culiacán, con el gobernador Rocha Moya, asistiéndole, apapachándole; y para blindarlo, expuso: “… sobre este caso de Zambada, esperaré la versión del gobernador respecto a su supuesta reunión pactada. Vamos a esperar a que tengamos más información, lo importante es que haya paz y tranquilidad en Sinaloa…”

        El gobierno de Sinaloa frente al asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda informó que, su muerte, fue ocasionada en un asalto cuyo motivo fue el robo.

        Sobre el gobernador Rocha, juzgó el presidente López: “… es un gran gobernador, tenemos toda la confianza en él…”

        La mentira oficial continua, e impúdica, quema al obradorato.

        Entre el Mayo Zambada y el presidente López, el Mayo es el veraz.

Los mexicanos necesitamos encontrar la verdad de todos los hechos políticos, fuera del gobierno, y fuera de su mañanera, mejor conocida como el mentidero de López; un sitio, en Palacio Nacional, tan lleno de asquerosidad, en donde se produce, el vómito de la mentira gubernativa.

 


martes, 6 de agosto de 2024

LOGOS

Amlo, el Chapo y Zambada

SU SUERTE ESTÁ ECHADA       

        En estos tiempos del 2024, Donald Trump, Nicolás Maduro y Andrés Manuel López Obrador son un trío americano de manipuladores, saturados de maldad, que se desempeñan activamente en los ámbitos del poder.

        Pero, para que haya manipulador se requiere que haya manipulados, porque ambos se retroalimentan dialécticamente.

        Los actos de manipulación se dan cuando una persona utiliza tácticas engañosas con información falaz, para influir en los pensamientos, expresiones y conductas de otras personas que se convertirán en serviles adeptos del manipulador.

        Es común que el manipulador aseguré que él está cuidando los intereses de los manipulados; y, éstos, en su impotencia y necesidad, fingen ser deudores agradecidos.

        “Primero los pobres”, ordena el manipulador López, pero sin sacarlos de “pobres”. Sosteniéndolos como pobres para que no se acabe el jueguito de la manipulación.

        Esa manipulación, en sí, es un rasgo de maldad, pero a este alevoso gesto suelen agregarle un fin perverso, de abundante sevicia.

        La ferocidad maniobrera (de que hablo) tiene como sus máximos exponentes, hoy por hoy, a López, a Maduro y a Trump; empero, cada uno de ellos tiene su propio estilo, por tener su propio espacio y su singular circunstancia.

Trump sigue siendo el amo y señor de muchas tropas manipuladas, a pesar de ser un convicto en varios procesos penales llenos de lascivia, dólares y violencia.

El pueblo de los EU no merece tamaño monstruo: ególatra, abusivo y corrupto.

Ojalá que a la presidencia de EU llegue una mujer. Kamala Harris está ya en el escenario, como fuerte prospecto.

Nicolás Maduro ha sido declarado ganador de la reciente campaña electoral por sus manipulados.

Dueño del poder en Venezuela, propietario del petróleo, de las urnas, de los votos y de las leyes, actúa como un poseso, como un endiablado enemigo de todo lo que se le oponga.

Y una porción mayoritaria de venezolanos ya se le enfrentó, logrando la simpatía internacional de chile, de sal y de manteca.

Maduro es demasiado bruto para hacer chanchullos y marrullerías electoreras; a diferencia del mexicano López, quien es cínico, mordaz y gesticulador moldeable, con máscara de: “me quiebro pero no me doblo”, cuando en la realidad, se quiebra y se dobla, como lo testifica el expresidente Trump, en su actual contienda.

Ante Trump, al presidente López le tiemblan las piernas: “Trump es mi amigo… le tengo gran aprecio y respeto”.

Ante Maduro, al presidente López le vuelven a temblar las piernas: “Nadie debe intervenir en los asuntos que son propios del pueblo venezolano… pero debe el gobierno venezolano mostrar las actas finales y originales del cómputo.”

López dejará la presidencia en menos de dos meses, pero se ha reelegido como manipulador, y sus manipulados los encabeza Sheinbaum, quien se encuentra todavía en pleno goce de los placeres de esa manipulación macuspana.

A estas alturas, o bajuras, el presidente López abre el paraguas y se cubre con él, antes de que le llegue la lluvia torrencial: “Nada de lo que diga el Mayo Zambada podría afectarnos”.

Sólo le faltó agregar, ni dentro de México ni dentro de los EU, ya que en ambas partes su suerte está echada.

Los manipuladores viven, hasta que los manipulados quieren.

Los manipuladores menos poderosos se doblan frente a los manipuladores con mayor poder.

El México futuro debe estar libre de manipulaciones, de manipuladores y de manipulados.

También, ¡la suerte de ellos está echada!