lunes, 24 de junio de 2024

LOGOS

Rompecabezas nacional

CONTRADICCIONES QUE SE AGUDIZAN       

        El Tribunal Federal Electoral (TFE) dictó su ejecutoria el 20 de junio del 2024, y concluyó responsabilizando al presidente Andrés Manuel López Obrador de difundir propaganda gubernamental en periodo prohibido, lo que vulneró la equidad en las elecciones.

        Consideró que las elecciones en todo el país no fueron limpias ni hubo piso parejo.

        Reconoció que el presidente utilizó recursos públicos a favor de la ganadora Claudia Sheinbaum, impactando en el proceso federal y en las 32 entidades federativas.

        Sin embargo, sentenció el TFE que el presidente no puede ser sancionado porque se encuentra en un régimen de excepción, con fuero constitucional.

        La ejecutoria de ese tribunal es legalmente correcta; empero, ¿por qué no nulifica todas las elecciones?

        Daré mi punto de vista, al respecto.

El daño para el país sería brutal. Carecemos de cauces legales visibles para salir de este estercolero, y las cirugías severas, para el caso, son más peligrosas que la realidad enferma.

        Todo lo anterior constituye una contradicción que se agudiza.

        Culpa de un irresponsable; o mejor aún, culpa de millones de imprudentes.

        Ése, es el único escenario para la actuación de todos.

        Dentro de esa atmósfera contamos (aiga sido como aiga sido) con una futura presidente de México a quien le toca reconstruir el rompecabezas nacional, en donde cada pieza contiene explosivos de diversos calibres.

        Crimen organizado, inseguridad pública, economía pegada con saliva por corrupción y en busca de pordioserismo, oscura militarización ilegal y costosa, un presidente en funciones con arraigados vicios de autocracia, enredado en sus mentiras, en sus traiciones y en su propia corruptela, al que hay que decirle a cada rato que es el mejor presidente del mundo, para apaciguar su egolatría.

        No la tiene fácil la futura presidente.

        Tampoco la tienen sencilla los elegidos para formar su gabinete: Juan Ramón de la Fuente, Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra, Marcelo Ebrard Casaubón, Ernestina Godoy Ramos, Rosaura Ruiz Gutiérrez, Julio Berdegué Sacristán, más el primogénito Rogelio Eduardo Ramírez de la O, y el presentido Omar Hamid García Harfuch.

        Todos ellos forman parte, quiéranlo o no, de las contradicciones agudizadas.

        Y una prueba de fuego (para doña Claudia) es la presencia y vigencia del actual Poder Judicial Federal.

        A la futura cabeza del Poder Ejecutivo, y a su gabinete, más les valdría no autoengañarse con sus sondeos a modo, al gusto de un sondeador irresponsable y suicida.

Ojalá no provoquen la muerte gloriosa de una contradicción llena de esquirlas jurisdiccionales.

Recuérdenlo bien, son producto de una elección espuria, conforme la ejecutoria de TFE.

Debe empezarse con el arreglo de lo adulterado.

No se dejen llevar por el canto de las sirenas, que suelen cada seis años lanzar sus melodías al poderoso presidente que se inicia en las tareas propias de su encargo.

Todos van a la cargada; esa actitud bajuna bien conocida y descrita por el presidente Adolfo Ruiz Cortines.

Narraba el viejo y mañoso Adolfo que a su llegada a la presidencia iba un empleado de su oficina a hacerle halagos y a darle obsequios.

Los seis años de Ruiz Cortines se fueron volando; y al concluir su sexenio, días después, Don Adolfo se encontró con ese mismísimo burócrata, y le preguntó: ¿Por qué ha cambiado?, antes me saludaba y me entregaba presentes, y ahora ya ni me ve.

Se equivoca, le dijo su antiguo subalterno, el que ha cambiado es usted, ya no es presidente.

Yo le sigo llevando elogios y ofrendas a quien es presidente.

Ese hecho aconteció cuando no había tantas contradicciones hirvientes y agudizadas.

Señora presidente, ¡ese rompecabezas nacional la está esperando!

 


 

lunes, 17 de junio de 2024

LOGOS

Inviolabilidad Constitucional

DILUVIO DE AMPAROS 

        El presidente de México está dando pasos impulsivos para quebrantar al Poder Judicial Federal, a grado de transgredir el Principio de Inviolabilidad Constitucional establecido en el precepto 136 de nuestra Carta Magna.

        Explicaré lo anterior presentando, previamente, algunos básicos aspectos de la relación: Sheinbaum con el actual presidente.

        Si tuviésemos acceso a una secuencia fílmica completa de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo durante la visita de ésta a aquél, en Palacio Nacional el día 11 de junio del 2024, haríamos un mejor análisis psicológico de ambos, respecto a sus conductas.

        Poca espontaneidad hubo entre ellos; los dos llevaron muy estudiados sus roles; sin embargo, el machismo del que aspira a ser dueño de todo México ejerció a plenitud, en ese grotesco encuentro.

        Un franco jalón de López sobre Claudia; un apretón de pechos y de intestinos; el plantón de un beso inesperado y bucanero; el agarrón del cuello, para bajar la mano del varón y, por los hombros, conducir a la dama al interior del Palacio Nacional, la casita humilde de Amlo.

        Esta percepción, que describo en forma subjetiva, la objetivo al afirmar: el amo sigue siendo Andrés, y su grosero comportamiento es tanto para nuestra Constitución, como para la futura presidente.

        Es decir, es un hecho la destrucción del actual Poder Judicial Federal, por odio y por capricho del autócrata voraz que padecemos.

Y… ¿la ganadora de la presidencia?

Sheinbaum, si obedece a pie juntillas a su creador, será una cómplice; y dejará que ese redomado mentiroso mande al 100% en un poder judicial federal de mentiritas, elegido por votos comercializados a una falacia de pueblo, a la disposición plena del autócrata López.

El actual Poder Judicial Federal no es perfecto, y bien podría mejorarse, pero no en manos de un perverso dictador que jefatura a lo más poderoso del crimen organizado.

De otra manera, sea cuál sea el futuro del Poder Judicial Federal, éste debe de tener siempre, dentro de sus funciones legales y debidas, amparar y proteger a toda persona en contra de lo actos del presidente Andrés Manuel López Obrador que violen los derechos humanos de los quejosos; aplicando en contra de esta autoridad responsable tanto la suspensión provisional como la definitiva, conforme a nuestra Carta Magna y nuestra Ley de Amparo, vigentes.

De no operar así el Poder Judicial Federal, los mexicanos sobreviviremos en una tiranía, con un opresor locuaz que pregona, trágica y/o cómicamente, que él es el primer demócrata del mundo, y propietario monopólico de un aparato electorero que elegirá jueces, magistrados, ministros, senadores, diputados, presidentes de la república, gobernadores, alcaldes, síndicos y regidores, hasta la eternidad, al antojo del amo.

No olvidemos, nunca, que a nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le cubre un PRINCIPIO DE INVIOLABILIDAD CONSTITUCIONAL, establecido, como lo señalé, en su artículo 136: “Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público, se establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta.”

La reforma constitucional que pretende el tirano López vulnera el Principio de Inviolabilidad Constitucional; y podemos y debemos solicitar el amparo de la Justicia Federal por ello.

Concluyo.

Hace unos días, en gira rumbo al norte, Amlo y Sheinbaum, en Monclova, Coahuila, el tropel de las camionetas oficiales se pasaron un semáforo en rojo a alta velocidad, ocasionando el choque de uno de esos vehículos del gobierno con una camioneta ajena a esa caravana política. Ahí murió quien viajaba en el vehículo particular, la que sí obedeció a la luz verde del semáforo; habiendo varios heridos y cuantiosos daños.

¡De sentido común! Quién anda a alta velocidad, y no hace caso a los semáforos en rojo, provoca lo indecible.

Claudia Sheinbaum: el gran semáforo en rojo, para nuestro asunto, es el artículo 136 de nuestra Carta Magna.

Le pido reflexione: ¡No accidente Usted a la nación! Respete el Principio de Inviolabilidad Constitucional.

        De no hacerlo, un diluvio de amparos inundará a México.

 


lunes, 10 de junio de 2024

LOGOS

Fisuras a la vista

“EL PODER TOTAL” 

        Para hacer un análisis de lo que significa “el poder total”, es conveniente retornar a los textos del británico John Locke (1632-1704), médico, jurista, escritor, científico, político y filósofo.

        Dentro de los variados temas, en los libros que escribió Locke, encontramos los ‘Dos tratados sobre el gobierno civil’, donde se declara enemigo de la monarquía absoluta, por ejercer, ésta, “el poder total”.

        La realidad británica que provocó la ‘Revolución Gloriosa’ de 1688, y sus lecturas a las obras de Aristóteles (384.322 antes de nuestra Era), Thomas Hobbes (1588-1679), y René Descartes (1596-1650), le sirvieron para influir de manera destacada en todo el mundo, incluida la Revolución de Independencia de los Estados Unidos de América, la Revolución Francesa, y las constituciones mexicanas, desde la de Apatzingán en 1814 (pre la Independencia de la Nueva España de la Corona Española) hasta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, vigente todavía, pero amenazada expresamente por ‘el poder total’ que produjo de manera suicida la elección presidencial mexicana el 2 de junio del 2024.

        Locke se lanzó en contra de su connacional Robert Filmer (1588-1653) quien elogiaba al patriarca que concentraba, en aquel entonces, todo el poder; y propuso (Locke) la desaparición de ‘el poder total’.

        Por ello proclamó la división de poderes, dividiendo el ejercicio de la soberanía (la que reside esencial y originalmente en la población) a través de otorgar atribuciones legales al Poder Legislativo, al Poder Ejecutivo, y al Poder Federativo (el que se convirtió más tarde en el Poder Judicial).

        Diseñó una maquinaria jurídica, política y económica, de pesos y contrapesos, para que estos tres poderes se vigilaran entre ellos, se llamaran a cuentas recíprocamente, conforme a reglas fundamentales establecidas en una Carta Magna, en armonía, pero en plena libertad en sus facultades, sin ninguna dependencia entre sí.

        Para Locke, los humanos tenían derechos que no provenían de ningún dios y de ningún emperador, rey o patriarca, sino de la naturaleza; esto es, de la propia naturaleza humana; de ésta se desprende la libertad, la igualdad, la propiedad, la fraternidad, entre muchos otros derechos humanos concretados.

        El pensamiento de John Locke no nos llegó (a lo que hoy es México) de manera directa, sino a través de los estadunidenses, de sus padres fundadores: John Adams, Benjamín Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison y George Washington, con su Revolución de Independencia del 1776.

        Y más tarde esas reflexiones de Locke llegaron, trece años después, a través de la Revolución Francesa del 1789, con los libros de Juan Jacobo Rousseau, Carlos de Secondat, barón de Montesquieu, Francois Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire, y Denis Diderot.

        Cuando los vuelcos y revuelcos históricos, los de antaño, los de ogaño y los porvenires, nos vuelven a imponer “el poder total” concentrado, en un solo individuo constituido en dictador (alias Andrés Manuel López), retorna otra vez el proceso inicial de las fisuras que lo volverán a desquebrajar, pero, en mientras, no podemos ser simples observadores impasibles.

        El padrón electoral de México para las elecciones del 2024 fue de 98 millones 472 mil ciudadanos; se considera que no se inscribieron aproximadamente 2 millones de electores. La suma de esas cifras nos da más de 102 millones de votantes.

        Empero, el número oficial de los votantes fueron 60 millones. Así que más de 42 millones no fueron a votar, los que pueden manifestarse ante una abusiva y peligrosa acción caótica gubernativa de concentración dictatorial.

        Las fisuras de “el poder total” no sólo serán causadas por fuerzas del exterior, sino también las fuerzas internas se harán sentir.

        Cuidemos, por ende, la unidad de 130 millones de mexicanos. La sensatez no le ha hecho daño a nadie, hasta el momento.

        Las fisuras de nuestro amenazante poder total han comenzado.

 


miércoles, 5 de junio de 2024

LOGOS

Reelección presidencial

NO IDOLATRAR A MANDATARIOS 

        Donald Trump fue declarado culpable de treinta y cuatro delitos por un jurado popular, por simples ilícitos penales, en una Corte de Manhattan, Nueva York, cuando durante su presidencia cometió conductas de mayores gravedades.

        Su sistema jurídico, de modelo irracionalista a través de decisiones judiciales, castiga a los culpables aunque no sea por sus delitos mayores, sino por sus faltas menores.

        Al Capone, uno de sus gánsteres más famosos, no lo encarcelaron por los múltiples asesinatos que él cometió, sino por ilícitas evasiones de tipo fiscal.

        Y sus sanciones penales suelen ser abrumadoras: 10 penas de muerte, 18 cadenas perpetuas, 250 años de cárcel.

        En ese caso de Trump la fiscalía probó, fuera de toda duda razonable, que hubo relación sexual de Donald con Stormy Daniels (quien realmente se llama Stephanie Clifford); y para silenciar a ésta en las elecciones del 2016, Trump le pagó 130 mil dólares a través de su abogado Michael Cohen.

        Todo eso fue negado por Trump; pero, al probársele, mintió. Y en los EU a los mentirosos se les castiga de manera severa.

        Obvio, aquí, en México, a un presidente mentiroso hay quienes lo idolatran; y a ciegas, aceptan ir al abismo, creyendo sus falsedades.

        El gran jurista estadunidense Oliver Wendell Holmes Jr. (1841-1935), alumno y maestro en Harvard, destacado abogado postulante, autor de valiosos libros de derecho, y ministro presidente en la Suprema Corte de Justicia de los EU, quedó registrado en un hecho histórico cuando era un joven soldado en la Guerra Civil.

        Oliver hacía guardia en la parte alta de la muralla en la Fortaleza Stevens, cuando un hombre larguirucho y flaco se acababa de subir a la muralla.

        En ese momento el soldado Holmes, dando un fuerte empujón al visitante impertinente, tirándole en el pasillo alto, le grito: “Agáchate maldito demente”; y, así, fue como le salvó la vida al Presidente Abraham Lincoln, pues una lluvia de tiros empezaron a zumbarles demasiado cerca.

        Ya como presidente de la Suprema Corte de Justicia de los EU, Wendell Holmes pronunció un discurso memorable en donde se refirió a las complicidades de altos funcionarios públicos de su país con el crimen organizado de sus legendarias mafias: “¡Basta!, basta ya de tres generaciones de imbéciles haciéndole daño a los Estados Unidos de América”.

        Aquel regodeo entre gánsteres y autoridades nos recuerda los “abrazos y no balazos” que (como torpe política de seguridad pública) enarbola muy orondo el señor de Palacio Nacional.

        Regresando al ejercicio presidencial de Donald Trump, podemos decir que estuvo pletórico de podredumbre; y, ante él, sin más, se dobló, en ese entonces, el actual presidente mexicano.

        Curiosamente, nuestra elección presidencial del 2024 parece ser una reelección del presidente López, encubierta por muchas maniobras obscuras de Andrés Manuel.

        Ese nuevo quiebre en la vida de nuestro país pudiera coincidir con una reelección de Donald Trump, y llevarlo desde la cárcel a la Casa Blanca, para encontrarse, otra vez, con un expresidente López que seguirá ejerciendo el poder ejecutivo federal en México, a trasmano.

        La vieja frase del callismo volverá a estar de moda: Aquí vive la presidente, y quien gobierna vive en frente.

        Donald y Andrés, en ese sueño de reelección en una larga noche de verano.