lunes, 20 de abril de 2020


LOGOS
AMLO y su rompecabezas
EL GATO VEGETARIANO
        Un ser microscópico como el covid19 (creado en laboratorio o sin acción humana) está causando tremenda mortandad y crisis en todo nuestro planeta y, para mal de la humanidad, podría ser la primera llamada de más graves sorpresas.
                Lo que padecemos, ahora, sería poco, si empezara una guerra mundial con armas atómicas, o si nos llegara un asteroide destructor, o la imprevista visita de seres extraterrestres en actitud de conquista.
                Penosamente carecemos de líderes preparados.
                Ante el coronavirus, Donald Trump ha sido un cero a la izquierda, y la cantidad de muertos e infectados es un punto negativo que puede descarrilar su auto deseada reelección presidencial.
                El presidente Andrés Manuel López Obrador sigue en esos sueños mareadores de poder, sin saber articular su puzle, ese importante juego que es el saber armar, cada seis años en México, el rompecabezas nacional.
                En cerca de dos años de ejercicio presidencial, AMLO ha perdido piezas de ese puzle, otras las ha roto, muchas las ha despreciado, genera confrontaciones entre algunas, y constantemente pelea grotescamente en contra de ellas.
                Así, nunca podrá armar el rompecabezas nacional que a cada presidente le corresponde, como tarea de ejercicio para unir esas porciones y construir bases sólidas, a efecto de resolver los problemas que recibe, y los que él mismo crea.
                Nunca AMLO ha podido entender que no hay más cera que la que arde; jamás comprenderá que tiene que trabajar con aproximadamente 130 millones de mexicanos, y que debe unirlos a todos.
                No puede vaciar de mexicanos el territorio patrio, para llenarlo de cubanos, estadunidenses, chinos o rusos. Debe ser un nacionalista honesto, dentro de la solidaridad internacional.
                Y a todos los mexicanos nos duele como AMLO se ha convertido en servil capataz de la zona sur de la patrulla fronteriza del presidente Trump, frenando y custodiando a los migrantes que quieren vivir en el falso sueño americano, por la dura realidad que padecen en sus países de origen.
                Nos apena, también, que la mayoría de los mexicanos haya perdido la confianza en AMLO, lo que motiva que éste, para frenar su caída en aceptación, promueva investigaciones sobre corruptelas de su antecesor Enrique Peña Nieto y otros colaboradores peñistas, escondiendo mañosamente su intención, como el gato vegetariano que describe el sutil escritor japonés Haruki Murakami.
                Un ratón fue acorralado por un gato en el desván, y aquél dijo temblando: “no me coma señor gato, mis hijos me esperan hambrientos”. El gato respondió: “no te comeré, soy vegetariano, y nunca miento”. Pero al irse el ratón dando las gracias, el gato lo inmovilizó con sus zarpas y le clavo los dientes en el cuello; y el ratón expresó en reclamó: “dijiste que eras vegetariano y que nunca mentías”, respondiendo el gato: “soy vegetariano, no miento, y no te comeré. Sólo te llevo con los gatos carnívoros para cambiarte por lechuga”.
                Si hay alguna similitud de este cuento, con la realidad mexicana, es mera coincidencia.