LOGOS
AMLO y su rompecabezas
EL GATO VEGETARIANO
Un ser microscópico como el
covid19 (creado en laboratorio o sin acción humana) está causando tremenda
mortandad y crisis en todo nuestro planeta y, para mal de la humanidad, podría
ser la primera llamada de más graves sorpresas.
Lo que
padecemos, ahora, sería poco, si empezara una guerra mundial con armas atómicas,
o si nos llegara un asteroide destructor, o la imprevista visita de seres
extraterrestres en actitud de conquista.
Penosamente
carecemos de líderes preparados.
Ante el
coronavirus, Donald Trump ha sido un cero a la izquierda, y la cantidad de
muertos e infectados es un punto negativo que puede descarrilar su auto deseada
reelección presidencial.
El
presidente Andrés Manuel López Obrador sigue en esos sueños mareadores de
poder, sin saber articular su puzle, ese importante juego que es el saber
armar, cada seis años en México, el rompecabezas nacional.
En
cerca de dos años de ejercicio presidencial, AMLO ha perdido piezas de ese
puzle, otras las ha roto, muchas las ha despreciado, genera confrontaciones
entre algunas, y constantemente pelea grotescamente en contra de ellas.
Así,
nunca podrá armar el rompecabezas nacional que a cada presidente le
corresponde, como tarea de ejercicio para unir esas porciones y construir bases
sólidas, a efecto de resolver los problemas que recibe, y los que él mismo crea.
Nunca
AMLO ha podido entender que no hay más cera que la que arde; jamás comprenderá
que tiene que trabajar con aproximadamente 130 millones de mexicanos, y que
debe unirlos a todos.
No
puede vaciar de mexicanos el territorio patrio, para llenarlo de cubanos, estadunidenses,
chinos o rusos. Debe ser un nacionalista honesto, dentro de la solidaridad
internacional.
Y a
todos los mexicanos nos duele como AMLO se ha convertido en servil capataz de
la zona sur de la patrulla fronteriza del presidente Trump, frenando y custodiando
a los migrantes que quieren vivir en el falso sueño americano, por la dura
realidad que padecen en sus países de origen.
Nos
apena, también, que la mayoría de los mexicanos haya perdido la confianza en
AMLO, lo que motiva que éste, para frenar su caída en aceptación, promueva
investigaciones sobre corruptelas de su antecesor Enrique Peña Nieto y otros
colaboradores peñistas, escondiendo mañosamente su intención, como el gato
vegetariano que describe el sutil escritor japonés Haruki Murakami.
Un ratón fue acorralado por un
gato en el desván, y aquél dijo temblando: “no me coma señor gato, mis hijos me
esperan hambrientos”. El gato respondió: “no te comeré, soy vegetariano, y
nunca miento”. Pero al irse el ratón dando las gracias, el gato lo inmovilizó
con sus zarpas y le clavo los dientes en el cuello; y el ratón expresó en
reclamó: “dijiste que eras vegetariano y que nunca mentías”, respondiendo el
gato: “soy vegetariano, no miento, y no te comeré. Sólo te llevo con los gatos
carnívoros para cambiarte por lechuga”.
Si hay
alguna similitud de este cuento, con la realidad mexicana, es mera
coincidencia.