LOGOS
Errático y vengativo
EL PRESIDENTE Y SUS
INFORMES
Lo errático del presidente Andrés Manuel
López Obrador no es algo casual ni aislado, es una pertinaz actitud que
proviene de su ligereza, soberbia e incapacidad.
AMLO se pinta solo, al respecto: "…
para ser servidor público se requiere 99% de honestidad y sólo 1% de
capacidad".
Pero es deshonesto quien acepta un cargo
con el 1% de capacidad para ejercerlo.
En reciente perorata mañanera AMLO dio
la nota: "mi primer informe será a las 11 de la mañana, daré un informe en
Palacio Nacional, con ustedes, y en la tarde la secretaria de Gobernación
entregará el informe a la Cámara de Diputados".
En su mundo informal, caprichoso y
desordenado, el presidente AMLO no se da cuenta de que ya ha rendido dos
informes, uno al cumplir 100 días de su mandato, el segundo en el primer
aniversario de su triunfo electoral; el de las 11 de la mañana sería el
tercero, porque el cuarto va a ser el que inconstitucionalmente presente
"ante la Cámara de Diputados" la secretaria Sánchez Cordero.
Será inconstitucional porque debe
presentarlo el "Presidente de la República", y debe entregarlo "En
la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio
del Congreso de la Unión", tal como lo ordena el artículo 69 de la
Constitución.
Y ese deber constitucional se impone personalísimamente
al presidente, y es indelegable. Que varios presidentes anteriores hayan
violado la Carta Magna no significa que deba seguirse infringiendo.
No se presenta a la Cámara de Diputados
ese informe. Debe entregarse al Congreso de la Unión.
Otro errático dicho y hecho de AMLO es: "La
venganza no es lo mío", frase que con ligeras variantes repite con una
perseverancia que exhibe falsedad.
La venganza no es lo de él (y menos como
presidente), porque AMLO deriva esa bajuna función a las manos sucias que le
sirven.
Rosario Robles y Carlos Ahumada no son
personajes que proyecten honradez, ni gozan de simpatía popular, pero no por
eso debe permitirse que se les violen derechos humanos garantidos por nuestra
Carta Magna.
Mientras se encuentren acusados de
delito no grave (y en el caso de Rosario vinculada a proceso) gozan de la
presunción de inocencia, y deben seguir su causa penal en libertad; sin que se
pueda motivar y fundar su prisión por errores administrativos en credenciales
de tipo personal, so pretexto de posibles fugas.
Si el juez Felipe de Jesús Delgadillo
Padierna, sobrino de la vicepresidente de la Cámara de Diputados Dolores
Padierna (y ésta esposa de René Bejarano), con tesis profesional dedicada a su
tía Lola, ordenó ese encarcelamiento, se da fuerte presunción de odio familiar
en contra de los indiciados, pues la pareja Dolores-René achacó a la pareja
Rosario-Ahumada, aquella exhibida brutal de entrega de dinero en donde Bejarano
hasta las ligas se llevó.
Y AMLO quedó ahumado, pues su secretario
René cobraba dinero ilícito para el jefe… y ahora cobra venganza.