lunes, 31 de diciembre de 2018


LOGOS
Apariencia y estulticia
SUBEN SALARIOS; BAJA HUACHICOLEO
       El huachicoleo afecta a México desde hace sexenios, y fue prohijado por funcionarios públicos de alto nivel. Era secreto a voces, y muchos (sin pruebas fehacientes y sólo por intuición) lo denunciamos en labor periodística.
       Reconozco la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador al confirmar públicamente que “desde el gobierno y  PEMEX se organizaba el robo de combustible”, tomando medidas de inmediatez que pueden ser insensatas; pero, sólo los resultados y el tiempo le darán o no la razón.
       Ojalá ese tipo de robo al patrimonio nacional no se repita; no vaya a ser que los huachicoleros de antes sean suplidos por los morenos huachicoleros de esta cuarta transformación.
       La inicial duda nace porque el mensaje del presidente de México, al caso, genera más suspicacias que aclaraciones.
       Dijo AMLO que “dentro del gobierno y PEMEX se encontró una red  dedicada a robar y distribuir hidrocarburos… extraía diariamente 600 carros cisterna con capacidad de 15 mil  litros cada una… tres funcionarios están detenidos, y la PGR investiga a otros integrantes de la red… que desde PEMEX se les ayudaba a los delincuentes perforadores de ductos… y que ese robo representa más de 66 mil millones de pesos al año”. Y aritméticamente estas cuentas parecen ser erróneas en exceso, si cada litro se multiplica por 20 pesos, valor que pagamos por los consumidores.
       Insinuó que no se revelará la identidad de los integrantes de esa red, cuando se trata de delitos de oficio; y la legislación penal jamás puede ser instrumento presidencial, menos juguete caprichoso del presidente.
       El País dio a conocer que PEMEX está intervenido por 4 mil militares; medida quizá necesaria, pero que debe sujetarse a los procedimientos constitucionales de nuestra carta magna.
       Según el presidente, "el 80% del robo se cometía por la red interna en PEMEX… y el 20% restante (en los ductos) únicamente como pantalla". Ese 100% da un valor por día, y por año, que no se aproxima a los 66 mil millones de pesos anuales.
       No expongan al presidente a cometer errores numéricos.
       Pero el monto real que tenga ese logro debe fortalecer a PEMEX!, buscando nuevas fuentes energéticas limpias, y el petróleo no quemarlo, sino transformarlo en cientos de derivados, de haber inteligencia, además de honradez.
       Si no fuese así, seguiremos padeciendo la estulticia oficial.
       Por otra parte, con los nuevos salarios de 2019 (en nuestra frontera norte de $176.72 diarios; y, en el resto del país $102.68) se sigue engañando a los mexicanos.
       Los trabajadores merecen y exigen un salario que alcance para pagar alimentos, vestido, educación, salud, vivienda, y sano esparcimiento para toda familia.
       Subir el salario como medida aislada es demagogia. Podían subirlo a 20 millones de pesos diarios, hoy mismo, y el kilo de tortillas subiría a un millón de pesos. Los precios son más veloces que los salarios.
       ¡Basta ya de apariencias!