martes, 23 de octubre de 2018


LOGOS
Me canso ganso
LEVANTA POLVAREDAS, Y NO VERÁS LOS CAMINOS
       Las fuerzas armadas de México, respetadas y respetables, aun con sus errores tienen criterio y presencia y, desde hace días, en voz del soldado Urquizo le enviaron un razonamiento al presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
       No sé si exista ese soldado; pero lo que sí existe es preocupación de las fuerzas armadas por el proyecto de AMLO respecto a ellas.
       Y no es el único avispero que anda moviendo con sus anticipados lances Andrés Manuel, luciendo una clara improvisación que afecta gravemente la posible buena fe que puedan tener sus proyectos.
       Veo un López Obrador que levanta polvaredas en vísperas de tomar el poder formal, pues el poder real ya lo trae en sus manos y en sus locuciones.
       Y el que levanta polvaredas nos daña la visión sobre los caminos a escoger.
       Ante problemas difíciles, AMLO repite pedazos de frases viejas, con un tono desdeñoso de poderío: "me canso ganso… dijo un zancudo cuando volar no pudo, su largo pico se le hizo engrudo, la pata flaca se le hizo nudo".
       Esa expresión cómica del cine mexicano, de medidos del siglo XX, es la que ahora utiliza AMLO para sostener que él puede sobradamente; y es justo lo que no se ve, pues por lo general, de lo que presumimos carecemos.
       Soy de los que desean que al presidente de México le vaya bien, para que éste haga bien a los mexicanos; y López Obrador fue elegido para ser presidente. Por ello me preocupa que se esté creando su propia indigestión, teniendo a su derredor pocos  capaces, y no todos honrados ni con ética de lealtad.
       Todo parece a punto de explotar, y el "me canso ganso" en nada auxilia para que no explote.
       Mientras el desasosiego se está expandiendo y enraizando, a tales niveles que hasta el presidente Enrique Peña Nieto, según notas periodísticas no desmentidas, solicitó amparo y protección ante la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, y este supremo órgano jurisdiccional, sus ministros y magistrados, también están recibiendo duros embates de diferentes calibres.
       Sólo falta que los 120 millones de mexicanos también solicitemos el amparo de la justicia federal en contra de tanto abuso, de los que se van y de los que llegan, tan parecidos ambos, pero tan enfrentados.
       Y la consulta "democrática al pueblo" para que decida sobre los aeropuertos es tan ridícula como ilegal. El futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, con toda   ineptitud afirmó: "La consulta no tiene fundamento legal, pero no es ilegal".
       No entiende que en nuestro sistema jurídico las autoridades exclusivamente pueden hacer lo que la ley les faculta, mientras los gobernados podemos hacer todo lo que la ley no prohíba.
       Por otra parte, decenas de miles de migrantes centroamericanos entraron violentamente a México. Huyen de la muerte y el hambre de allá, pues prefieren la muerte y el hambre de acá, para ir rumbo a EU.
       ¡Algo está enloqueciendo a los humanos!