lunes, 6 de agosto de 2018


LOGOS
EU gobierna un inmenso mundo
Y DE ESE MUNDO DEPENDE
       No hay duda, Estados Unidos de América es un país de un inmenso poderío; y así de enorme es su responsabilidad.
       Pero ese simple concepto no lo entiende el presidente Donald Trump ni muchos poderosos que lo rodean, ni menos una numerosísima masa poblacional estadunidense cargada de dogmas, prejuicios e iracundos odios, a la que hacen creer en el retorno (imposible por cierto) a una irreal grandeza americana, a la que el alejamiento le da cierto atractivo.
       En la búsqueda de ese ensueño pierden la visión sobre las posibilidades reales de la grandeza presente, y en ese empeño eligieron a un patán como presidente, quien pelea con todos, y es majadero hasta con su propia sombra.
       Con esas peligrosas características personales ejerce el poder en esa nación, y en el mundo, sin entender la estructura de esa impresionante fuerza.
       Es cierto que algo ha elevado los ingresos económicos de millones de sus compatriotas, pero pagando un precio desmedido que debilita al todo.
       Es como si el entero fuese un árbol, y Trump ha hecho que las hojas sean un poco más verdes, a costa de la resequedad y penuria de todas sus raíces.
       La brusquedad de Trump y su grosero comportamiento con la Reina Isabel, con la Comunidad Europa, con América Latina, con China, con Rusia, con Canadá, con México, con Japón, con todo el entorno de EU, del cual se alimenta, y al cual aporta,  no ayuda en nada a nadie con esas sádicas deficiencias presidenciales, al no saber vivir con el fenómeno dialéctico de la acción reciproca que la naturaleza nos impone a todos.
       Su acción y pensamiento están hechos para la tarea económica agresiva en el gran mercado entre particulares, pero sus deficiencias políticas pueden competir con las de Billy the Kid, cruel asesino que odiaba a los mexicanos.
       Su actual choque económico de tipo arancelario con China nos conduce a una guerra de dimensiones inimaginables.
       Quien empezó a jalar el hilo fue el impolítico Donald, y en este combate de jalones el líder chino Xi Jinping sigue dando respuestas contundentes, tomando nuevas y eficaces medidas, recientemente por un valor de 50,000 millones de dólares.
       Y México, sin ser sujeto activo en esos combates económico de elevado nivel, resulta víctima por depender tanto de la economía de EU.
       Agrava a nuestra situación, dependiente, las características personales de quien ya ejerce el poder presidencial en México: Andrés Manuel López Obrador; él, sin estar legalmente vigente su mandato, desde una perspectiva significada, es lo opuesto de Trump, ya que su acción y pensamiento están más hechos para la tarea política agresiva en el gran escenario de la grilla a nivel de piso nacional, pero sus deficiencias en materia económica nos pueden conducir a un peligroso quebranto interno, agravado por los golpeteos de la economía mundial, donde no hay sentimientos ni escrúpulos.
       Planteo la situación; los remedios existen.