martes, 13 de febrero de 2024

LOGOS

Ficticios demócratas

POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS

        El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha sentenciado en su discurso: “Los hijos del imperialismo, los hijos del colonialismo no tienen derecho a votar, le han vendido el alma al diablo”.

        Algo similar juzgó Nicolás Maduro, presidente de Venezuela: “El pueblo en el poder ganará las próximas elecciones, por las buenas o por las malas.”

        Parecida actitud tiene el actual presidente mexicano López, quien sigue, al estilo de los delincuentes electorales, dirigiendo y pagando con dinero del erario, la costosísima campaña presidencial de Claudia Sheinbaum.

        Expresamente dijo López: “Les vamos a volver a ganar, en este 2024, a esos tranzas, a esa mafia que estaba en el poder”. (Y la mafia que ahora está en el poder, encabezada por usted, presidente, más tranza que la anterior, ¿qué hacemos con ella?)

¡Bueno!, así, recién decretó el presidente de nuestro país, quien también liderea todo el operativo electoral de su corcholata preferida, violando, todos los días, la Carta Magna de 1917, la que protestó “guardar y hacer guardar, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión”.

¿Quiere pruebas de sus transgresiones a nuestra Constitución?, presidente. Están en sus propios actos de autoridad, y en sus confesiones en las mañaneras.

El presidente López vulneró el artículo 41 constitucional, al no cumplir los tiempos y las formas de los procedimientos electorales para esta campaña presidencial que padecemos y pagamos.

Nuestra Constitución dispone: “Durante el tiempo que comprendan las campañas electorales federales… hasta la conclusión de la respectiva jornada comicial, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental, tanto de los poderes federales, como de las entidades federativas, así como de los municipios… y de cualquier ente público”, exceptuando “información de las autoridades electorales, las relativas a servicios educativos y de salud, o las necesarias para la protección civil en casos de emergencia.”

Por esas órdenes constitucionales, las 20 iniciativas recién firmadas por el presidente, mañoso, no podrán ser difundidas en la propaganda de los medios de comunicación gubernativa de todo nivel y de toda índole; ya sean federales, estatales, de la CDMX, municipales, o de cualquier ente público.

En el fondo de su alma enfermiza, Andrés Manuel es una mala persona.

Todo lo que piensa, dice y hace es para causar daño a alguien. Es un hombre poseído por odios borrascosos y profundos.

Sus variado ilícitos lo inducen a situaciones pendulares y contradictorias; recuerden de qué manera se refería a Carlos Slim, como “parte de la mafia en el poder, haciendo trabajos sucios y amasando fortunas a costa de los pobres”.

Empero, ahora, Slim sigue haciendo lo mismo; mientras que el presidente López ha cambiado por su malsano interés: “Carlos Slim es nuestro orgullo. Es austero, institucional y honorable. Todo un ejemplo para seguir”.

Slim ha duplicado su fortuna durante el gobierno de Amlo.

El día que se conozcan los mecanismos y acuerdos del presidente López, a través de los cuales se han hecho multimillonarios sus hijitos, familiares, colaboradores, amigos y socios, la gente va a quedar horrorizada.

        Mas aún cuando se sepa, a detalle, los billonarios gastos salidos de nuestros impuestos, para sostener a un México que están desmoronando.

Sabremos, también, que la deuda pública la recibió el presidente López en 14 billones de pesos, en números cerrados, y que la entregará con 17 billones a pagar, de altísimos intereses.

López es un falso demócrata que, como Daniel Ortega y Nicolás Maduro, proyecta no respetar el voto de la ciudadanía mexicana, y pretende ganar con sus marionetas, por las buenas o por las malas.

Los votos libres, por decenas de millones, arrasarán y destrozarán al tirano López, y a sus sueños dictatoriales.