LOGOS
Obsesivo y charlatán
¿NACIONALISTA O INTERNACIONALISTA?
Recientemente,
desde su púlpito mañanero, el presidente de México externó sin ningún recato, ¿por
quién deben votar en las próximas elecciones en los EU?
Y en base a
esa pregunta, lanzó la respuesta: “… necesitamos saber quién va a garantizar la
regularización de mexicanos que llevan años en los EU, uno. Dos, quién va a
atender el fenómeno migratorio procurando la justicia en los pueblos de la
América Latina y el Caribe. Tres, quién no va a seguir con la militarización y
construcción del muro, en la frontera. Cuatro, quién va a garantizar el control
para que no entren armas de los EU a México. Cinco, quién va a trabajar conjuntamente,
con el gobierno de México, para que no haya tráfico de drogas, y se impida que
se siga consumiendo fentanilo en EU…”
Cualquier
presidente, en su juicio y con claro sentido común, sabe que todo lo dicho por
nuestro presidente es tema substancial de un tratado entre países, y no un
llamado electoral a los votantes de los EU en las elecciones estadunidenses.
Siempre Andrés
Manuel es un obsesivo electorero, ajeno a la diplomacia.
En el
derecho internacional opera el principio de la reciprocidad.
¿Qué diría y
qué haría, el presidente López, si el presidente estadunidense Joe Biden se
dirigiera a los votantes mexicanos, para decirles por quién deben votar para
que sea la próxima presidente de México?
1.- Que no
sea títere de un autócrata; 2.- Que no haya provocado muertos en edificios
escolares ni en las líneas del metro; 3.- Que no esté ligada al crimen
organizado a través de su jefe; 4.- Que no mueva por debajo a los migrantes latinoamericanos
y del Caribe para que lleguen a territorio de los EU; y, 5.- Que respete el
ejercicio soberano del Poder Judicial Federal de México, para fortalecer la
democracia de pesos y contra pesos en los poderes de la Unión.
El
presidente de la república ha venido manejando, por más de cinco años, ilegal e
indebidamente la política interna, pero como un nacionalista charlatán.
Y en el
ejercicio de la política exterior de nuestro país está peor, su insensatez es
de alto voltaje.
Ficticio
nacionalista; simulador internacionalista.
Ese problema
lo notamos en las ‘Aventuras de Robinson Crusoe’, central personaje en la
novela escrita por el inglés Daniel Defoe (1660-1731): ¿Quién soy, de dónde soy?,
un ser humano simplemente.
Con el único
libro que lo acompañaba, salvado también del naufragio cercano al río Orinoco: La
Biblia.
A partir de
la publicación de ese exitoso libro (1719), empezaron rutinariamente los
humanos a preguntarse: ‘Si naufragaras en una isla desierta, ¿qué único libro
te gustaría llevar?’.
Acaso otro
inglés, Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), ha sido el más acertado cuando se
le preguntó qué libro salvaría en un naufragio: “Un buen manual para la
construcción de lanchas”.
México está
muy cerca del naufragio, por las ocurrencias improvisadas y siniestras del
presidente López.
Frente a ese
peligro, ¿qué libro salvarían Ustedes (estimados lectores), si se protegieran
en la isla de la soledad 2024?
¡Mejor sería
prevenir que lamentar!
En México, día con día, aumentan los fuegos, se
entrecruzan las balas, y la sangre corre por doquier.
Para evitar el caos forjado por nuestro
cuatrotero presidente, todos a votar en contra de las marionetas del fanfarrón
López en el 2024.