lunes, 23 de septiembre de 2024

LOGOS

Don Perpetuo López

DUEÑO DE LOS PELELES      

        Andrés Manuel se convirtió en un presidente sinvergüenza.

Deshonesto, osado y tenaz, se hizo toda una fichita que ha logrado ser todo un personaje, merecedor de estudio por parte de los psicólogos de nuestro tiempo.

        Los actuales psicólogos portan en sus alforjas influencias de Wundt, Freud, Jung, Adler, Piaget; y éstos han dado como frutos en el siglo XXI a psicólogos como Martin Seligman, Steven Pinker, Albert Bandura y Susan Fiske.

        No hay uno solo de ellos que no haya estudiado, al menos referencialmente, a la mitología griega.

Tomemos como ejemplo a la última citada.

        Susan Fiske, nacida en 1952 en Chicago, graduada en la Universidad de Harvard con Cum Laude, se encuentra trabajando actualmente en la Universidad de Princeton, en Massachusetts.

        En su ‘Teoría del Poder como Control’ explica los motivos de ambición del sujeto que controla, y la aceptación (activa o pasiva) de la masa humana controlada; y expone cómo, el que manda, tiende a concentrar en sus manos todos los recursos a su alcance, estableciendo procedimientos y modelos para ir apropiándose del poder existente, usando estereotipos eficaces, imponiendo prejuicios atractivos, generando deformaciones sin escrúpulo alguno, y utilizando el sexismo ambivalente.

        Las profundas raíces helénicas de toda esa teoría se constituyen por personajes poco simpáticos de la mitología griega.

        Hesíodo (en el año 700 A de E), en su ‘Teogonía’, asegura que Eris es diosa que personifica la discordia, el conflicto, cuya labor era sembrar problemas por doquier, utilizando constantemente la mentira, y provocando la violencia.

        Esa diosa Eris nació teniendo como padres a Zeus y a Hera, diosa del matrimonio y la familia, protectora de las mujeres en parto; por ende, Eris es hermana de Ares, el dios de la guerra, quienes a su vez engendraron a sus perversos hijos, llamados los ‘pseudólogos’.

        Regresando a la fichita llamada Andrés Manuel, quien aún sigue en el cargo de presidente de la república mexicana, tenemos que su perfil de un ‘pseudólogo’.

En el ejercicio presidencial, su actuación pública resulta severamente marcada por su mitomanía.

Sus mentiras compulsivas siguen induciendo a discordias, divisiones y conflictos; causando, así, graves problemas en todo el país que, en algunos casos, han trascendido más allá de nuestras fronteras.

Productos de su actuar, a la vista del mundo, es el crecimiento de la violencia, la pobreza, el desempleo, el crimen organizado, las enfermedades, los cadáveres por pandemia o por asesinato.

Sus falsedades son argucias enredosas de un impudor brutal. Él no se cansa de ratificar que en México hay paz, mayor riqueza y mejor distribuida, elevado crecimiento de empleo, control del crimen organizado, nivel de salud púbica superior al de Dinamarca, a la baja todos los delitos, sin chanchullos electorales, con una economía sin deudas y boyante.

Empero, México nunca ha tenido un presidente tan mentiroso

El perfil psicológico del presidente López se ajusta al descrito por la Doctora Susan Fiske.

Andrés Manuel es un sujeto ambicioso con eficacia para controlar a la masa ignorante controlable; con todos los hilos de mando en sus manos; dominando todos los recursos que él mismo ha puesto a su alcance.

Exitosamente, para su personal egocentrismo, estableció procedimientos y modelos para concentrar todo el poder; utilizó estereotipos eficaces; entrelazó e impuso prejuicios como bandera de su lucha.

Claro que para eso, ha generado deformaciones sin escrúpulo alguno, manipulando sexismos ambivalentes

La ‘Teoría del Poder como Control’ de Fiske (sin ella pretenderlo) pinta de cuerpo entero a quien ya se va de la presidencia en pocos días, pero se lleva todos los hilos del poder en sus manos.

Tendremos, por ende, un tirano tras bambalinas, don Perpetuo López, dueño de todos los peleles.

Si no lo frena el Poder Judicial Federal de México, lo detendrá otro poder, aún impreciso, pero ya operante.

¡Qué pena para los mexicanos!


 

 

lunes, 16 de septiembre de 2024

 

LOGOS

Yáñez y López

NULIFICAN EL PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO      

        Estrechamente ligados a la reforma del Poder Judicial Federal (del 2024) quedan dos nombres con sus rostros corrosivos: Miguel Ángel Yunes Linares y Andrés Manuel López Obrador.

        Durante una campaña presidencial de López Obrador, Yunes en un video le decía, con odio, a Andrés Manuel:

“Este loco vividor del sistema, sólo sabe agraviar y destruir. Él sólo se dedica a viajar por los pueblos para mentir y ofender a todo el mundo. Mañana voy a acreditar que es un mentiroso, y voy a probar que el gobernador Duarte lo mantenía, que le daba dinero a él, y a sus achichincles, para sus campañas. Le voy a probar que él es un corrupto que usa presta nombres, y que tiene ranchos en Chiapas y en Tabasco. ¡No le saques loco!; yo si trabajo, no como tú que sólo has vivido de los demás, vividor inmundo.”

Andrés Manuel dejó claro lo que pensaba de Yunes, durante sus mítines por Veracruz y sus mensajes en redes: “Yunes es un vil zopilote, un corrupto sin escrúpulos; es un tipo de lo más siniestro, ligado con el mundo pederasta. Yunes siempre ha sido un cínico nepotista que busca cargos públicos para sus hijos, y todos ellos son una bola de malandros de la política”.

Todo lo anterior fue externado por un López Obrador pletórico de antipatía rencorosa.

Ambos (López y Yunes), no cabe duda, se lanzaron, mutuamente, su más ácido excremento pestilente.

Hasta hace unos días, parecían irreconciliables; se observaban los dos, como antípodas en corrales opuestos y distantes.

Cierto, “de sabios es mudar de consejos”, reza el aforismo; pero ni López ni Yunes son sabios.

Ambos parecen más resabios; es decir, lacras mañosas llenas de vicios.

 Y de un momento a otro, el presidente López aceptó que se buscara al senador panista Yunes para que, bajo la presión más puerca y canalla, se lograra su voto en el senado a favor de la reforma al poder judicial.

El cártel delincuencial de palacio nacional impuso, a través de sus marionetas legislativas, las clásicas opciones metálicas: “ oro o plomo”; y el corrupto senador optó por el oro; lo que lo convirtió, a la vista de todo México, en el más odiado traidor de todos los traidores del siglo XXI, incluyendo (en ese juicio) al gran corruptor López.

Así que con desparpajo especulativo (de tipo agrícola por el uso de glifosato) el presidente absoluto se puso a filosofar sofísticamente:

“El secretario de agricultura quiere producir, y el secretario del medio ambiente está en lo suyo. Entonces cómo se concilia; es como la política, es el equilibrio entre los principios y la eficacia. Hay que actuar con principios, pero no sólo con principios, hay que tener eficacia en lo que se hace, porque si no, sería como estar en un monasterio dedicados a la meditación, y esto es política, pensamiento y acción. No puros principios, sin eficacia. No pura eficacia sin principios. Puro pragmatismo, pues no; porque entonces se cae en la corrupción. Es válido cualquier medio, lo que decía Maquiavelo, “el fin justifica los medios”. Hay que buscar el equilibrio. Y es bueno que esto se sepa”.

¡Bueno!, pues ya se sabe lo afirmado por maquiavelito López; y a confesión de parte, relevo de prueba. Así que el presidente absoluto López equilibró entre él y Yunes, cuando los dos carecen de principios, pero en cambio, tienen una multitud de vicios.

Con la confesión pública de esta caterva de alimañas, pregunto, ¿el procedimiento legislativo de la reforma al PJF será constitucional?

La respuesta exacta es NO. Ese procedimiento no es constitucional ni legal, por lo que URGE que la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación ATRAIGA EL CASO, y DECLARE NULO ESE PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO, con ínfulas de Constituyente Permanente, atestado de violaciones constitucionales, que no se convalidan con su publicación en el Diario Oficial, sino que se agravan, por haber una suspensión judicial para que no se publicara.

A todo lo anterior debe sumarse que esa reforma no puede ir en contra del artículo 136 de nuestra Carta Magna, en donde se establece el principio de Inviolabilidad Constitucional, puesto que jamás puede haber adiciones y reformas a la Constitución que la afecten en sus principios substanciales; por ejemplo, que restablezcan la esclavitud, o que destruyan el equilibrio de pesos y contrapesos de los tres Poderes de la Unión, quitándole al PJF el control de la constitucionalidad con la independencia y ejercicio soberano que todavía tiene.

Con todo y los desfiles y ceremonias militares del autócrata absoluto, los mexicanos exigimos que se le llame a cuentas conforme a los artículos del 103 al 107 de nuestra Carta Magna y la Ley de Amparo.

La Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación ya puede, y debe, ejercer sus atribuciones con inteligencia jurídica, con dignidad y con valor, ¡todo México lo demanda!

 


lunes, 9 de septiembre de 2024

Idiotez legislativa

AL FINAL DE LA NOCHE       

        Con su rostro de corruptor preocupado, el actual presidente de la república mexicana afirmó:

        “Aprovecho para hacer un llamado a los senadores, ya que estoy viendo que hay mucha presión sobre ellos; veo que Claudio X. González (que es como el jefe de la mafia en el poder, el defensor principal del interés de las minorías corruptas del país) está hablándoles a los senadores para que voten en contra de la reforma. Quiero dirigirme a los senadores, con todo respeto, para que actúen con independencia con libertad, para que pongan por delante, del interés personal, del interés partidista, el interés del pueblo y el interés de la nación. No le conviene a México mantener un poder judicial sometido a la delincuencia. El Poder Judicial está podrido, invadido por la corrupción… Si los 43 senadores de la oposición no ceden a favor de la reforma serán unos cínicos, que quieren ser dictadores”.

        Todos esos decires del presidente López son una prueba contundente de un acto de autoridad presidencial que viola tanto el procedimiento legislativo federal, como los derechos humanos garantidos de todos y cada uno los integrantes del Poder Judicial de la Federación.

        El presidente López, en este caso, presentó la iniciativa para la reforma judicial; empero, ya no tiene facultades para participar, de ninguna forma, en la discusión y menos en la aprobación de la susodicha iniciativa.

        Calladito y en silencio, debe esperar a que el Congreso Constituyente Permanente discuta, y no apruebe, o sí apruebe, para que la minuta correspondiente llegue otra vez a manos presidenciales.

        Si el Congreso Constituyente Permanente aprueba la iniciativa, el presidente la promulgará, y la publicará en el Diario Oficial de la Federación.

        Si el Congreso Constituyente Permanente no aprueba su iniciativa, el presidente la guardará en su archivo, rumiando sus rencores, como suele hacerlo, cuando lo frenan en sus perversidades.

        Lo que no puede ni debe hacer el presidente López es urdir esos llamados a los senadores, en las etapas de discusión y aprobación legislativas, pues carece de atribución legal para externar esos pronunciamientos, y claramente tiene prohibido exponer sus sentires en esa parte de la secuela; menos puede hacer presión sobre los senadores; tortuoso y malévolo resulta que cite a ese “Claudio X”, como “el jefe de la mafia en el poder”, cuando a la vista de todos, el jefe de la mafia en el poder, actualmente, se llama Andrés Manuel López Obrador.

        En el sistema legal mexicano, los particulares podemos hacer todo aquello que la ley no nos prohíba.

En nuestro sistema legal, las autoridades exclusivamente pueden hacer lo que la ley les permite.

Supongo que ese “Claudio” es un particular, y si maneja minorías corruptas, y se le prueba plenamente, que se le aplique la ley.

Pero si el presidente López lo acusa sin pruebas, el delincuente es el presidente López, amparado por un fuero, que mentirosamente dijo que ya no lo tenía.

Rufianesca es la conducta del presidente López dirigiéndose a los senadores para que voten a favor de su reforma al Poder Judicial.

El Poder Judicial Federal de México no está podrido.

Los poderes judiciales de las 32 entidades federativas no están podridos.

Ni siquiera el poder ejecutivo federal de México está totalmente podrido, aunque su cabeza huela a una fetidez perturbadora.

Pero si alguien está sometido a la delincuencia es el autócrata de palacio; éste es el que quiere ser dictador, no los 43 senadores de la oposición.

El destino ha colocado a estos 43 senadores como constituyentes reales de dignidad y decoro, para frenar las locuras de un tirano. ¡Ojalá y lo entiendan!; ¡ojalá concluyan su labor patriótica!

De Andrés Manuel sólo se pueden esperar vaciladas peligrosas, ya que maneja cerca de 10 billones de pesos.

Por otra parte, también esperamos que el Poder Judicial Federal, con sus atribuciones constitucionales (a pesar de su paro, motivado por el presidente López) que ponga en orden el revoltijo caótico ocasionado por Amlo y sus ‘poseídos’.

Por cierto, “Los poseídos” es el falso título de una novela espléndida del genial escritor ruso Fiódor Mijáilovich Dostoievski (1821-1881).

El título correcto es “Demonios”; y, la novela, en sí, es una crítica a los radicales nihilistas disfrazados de revolucionarios, cuyo líder (Piotr Stepánovich Verjovenski, carismático autócrata concentrador de poder) se convirtió en una calamidad, haciendo mucho daño a aquella población que fuera tranquila ciudad rusa.

Piotr, con sus prodigiosas habilidades de liderazgo, va por la vida sembrando discordia, manipulando a la gente para sus propios fines políticos; y después de su fracaso huye a su ciudad natal, arrastrando en su conciencia asesinatos, suicidios, corrupción, robos, violaciones, y un sin fin de delitos.

Cualquier parecido de ese personaje ruso, con ya sabes quién, es una mera coincidencia.

Andrés Manuel tampoco tiene llenadera. Simula que se va, pero deja a sus hijitos, a su familia, a sus colaboradores, a sus lacayos legisladores, a sus gobernadores títeres, a todos sus perturbados.

Mientras, la idiotez legislativa de nuestro país nos conduce al final de la noche.

 


lunes, 2 de septiembre de 2024

LOGOS

6º Informe presidencial

DE FÓSIL A PRESIDENTE

        En todo informe, como en todo examen, el informante como el examinado se sitúan en un nivel más bajo respecto a sus examinadores.

        Este domingo primero de septiembre del año 2024, el 6º informe presidencial a cargo de Andrés Manuel López Obrador no fue así; fue a la inversa. El informante se auto situó en un tablado de cerca de 200 metros de superficie, por 2 metros de alto, en relación a sus escuchas.

        Los oyentes presenciales de ese 6º informe, en número aproximado de 50 mil, fueron 3 mil invitados y 47 mil acarreados de diversas partes del país; todos, sí, disciplinados y comprometidos hasta la degradación.

        El deber del presidente de la república es informar, cada año, al congreso de la unión en el recinto de ese poder legislativo; empero, ahora, ese poder subsiste formalmente, pero en la realidad se ha convertido en un pelele del presidente.

        Por ello, el 6º informe se llevó a cabo por fuera de palacio nacional, sede del poder ejecutivo, utilizando la plancha del zócalo capitalino, al que matemáticamente no le caben más que 80 mil personas, incluyendo sus calles perimetrales, a riesgo de que se ahoguen, cuando son tres por metro cuadrado estando en masa multitudinaria.

        Así que el presidente subió él, solo, exclusivamente él a ese templete forrado con los colores patrios, y por encima de los asistentes comprometidos con el presidente informador.

        Revueltos entre los espectadores estaban, rebajados, los que cobran como legisladores federales a modo, con una paga que no desquitan.

        Más de tres horas duró el monólogo presidencial, y lo que dijo no fue un informe, sino una proclama de las maravillas de sus “otros datos”, los que nadie ha visto, porque son sus íntimos instrumentos para fabricar mentiras al por mayor, con un descaro inaudito.

        En estricto sentido no hubo ninguna novedad; fue una cómoda síntesis de sus 1418 mañaneras, con el fodongo, casero y desparpajado, lenguaje que suele utilizar.

        Debemos reconocerle que en su retórica sabe interactuar con la multitud: “¿Verdad que quieren que los jueces sean elegidos directamente por el pueblo?”

        Pero para asegurar la respuesta masiva que se desea, de manera previa los monigotes adiestrados promueven el retumbante “Sííííí…”

“¿Ya se cansaron?”, le pregunta el presidente López a la masa humana presente.

        Y también, para no correr riesgos, ya están preparados algunos paleros para provocar que se conteste coreando un rotundo “Nooooo…”

Entonces vuelve a la carga el presidente informador.

“¡Me dan permiso para seguir hablando unas horas más!”; y otra vez los preparados gritos: “Sííííí…”

        Horas más tarde, la secretaria de gobernación se presenta a la sesión de apertura del congreso federal para hacer entrega de los documentos correspondientes a ese 6º informe, toma el micrófono, sin más, como si estuviera en su casa, y lanza una arenga partidista electorera, y se sale muy oronda.

        Observando la gran mañanera informativa, escuchando el monólogo trillado del presidente López, recordé el innumerable anecdotario nacional, tan lleno de pícaros; y Andrés Manuel es uno de ellos.

        Pienso, por ende, que en México no hay imposibles.

        ¿Cómo un porrista fósil de la UNAM, que fue reprobado en tantas materias básicas durante 14 años, está ahora a punto de terminar su mandato, formal, como presidente de la república?, dejando caóticos destrozos en el país.

        José Joaquín Fernández de Lizardi, el Pensador Mexicano (1776-1827), paseó por doquier al Periquillo Sarniento, a ese mocetón mordaz de tan simpáticas audacias, pero no se le ocurrió darle el cargo y el poder de virrey en aquella Nueva España de 1816, a ese pícaro.

        En cambio, la tragicomedia mexicana del siglo XXI ya configuró, en perjuicio de los habitantes de nuestro país, a un nuevo pícaro.

        ¡Vaya costo!