lunes, 19 de diciembre de 2022

LOGOS

El tirano López

ELOGIO DE LOS JUECES

        En el México actual, el poder público se está convirtiendo, rápidamente, en un poder privado.

        Andrés Manuel López Obrador, una persona física con enfermedades, se ha convertido en dueño, como propietario individualizado, de una gran parte del poder público del país.

        Titular del poder ejecutivo federal, fue su primera plataforma a partir del 2018; hoy, moribundo ya el año 2022, su figura personalísima maneja: 8 billones de pesos, todas las fuerzas armadas, al poder legislativo federal, a los grupos más fuertes del crimen organizado, a los empresarios más ricos, a 22 gobernadores, entre muchas otras pequeñísimas cosillas.

        Pero, lo que más presume López es su manejo del “pueblo”; ese engreimiento lo lleva a aseverar que el “pueblo” lo ama. ¡Ésta es la gran mentira!

        La población mexicana padece, y se ríe, del tirano López.

        De 90 millones de ciudadanos, 80 millones repudian a Andrés; y éste en el fondo lo sabe, y le duele. ¡Por ello se encrespa!

        Aristóteles (384-322 a de e), en su libro ‘La política’ describe a los tiranos: “Buscan el poder por todos los medios… son inicuos… a su triunfo violan y trastornan las leyes, se hacen de un poder absoluto, usurpando la ‘demoskrátos’, y faltando a la virtud. Todo tirano acaba mal.”

        Y al tirano López, debe, puede y necesita acotarlo como autoridad responsable, en controversias de amparo, el Poder Judicial de la Federación; y este poder no es autónomo ni descentralizado ni desconcentrado ni de participación estatal, como la ignorancia o la maldad lo afirman.

        El Poder Judicial de la Federación ejerce, de manera directa, la soberanía del pueblo en todas las atribuciones constitucionales que se le conceden a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Tribunal Electoral Federal, a los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, y a los Juzgados de Distrito.

        Jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial Federal son humanos, por ello perfectibles, y en ese poder ha habido casos de nepotismo, corrupción e ineptitud, pero en mucho menor grado que en los poderes ejecutivo y legislativo federales.

        El jurista italiano Piero Calamandrei (1889-1956) publicó un extraordinario libro, ‘Elogio de los jueces escrito por un abogado’, obra dedicada a su hijo Franco, y en donde analiza a los titulares de los órganos jurisdiccionales bajo temas que no han pasado de moda: la fe en los jueces, la verdad en el derecho, consideraciones sobre la litigiosidad, lo que son los hechos y los derechos, la lógica y los sentimientos en las sentencias, las relaciones entre la justicia y la política, errores y virtudes de los jueces, los heroísmos en la vida de los jueces”.

        Ojalá hayan leído y reflexionado sobre este clásico los 11 ministros que integran nuestra Suprema Corte, para que resuelvan si a través de una ley electoral se puede dejar sin vigencia a nuestra Carta Magna en esa materia, para que no tengan temor ni amor al tirano López, para que apliquen el derecho contra un tirano, o contra un demócrata, contra un pobre y contra un rico, contra cualquier persona, siempre y cuando actualice los supuestos de la norma jurídica; y, siendo así, debe aplicar la consecuencia que marca el derecho.

        Carácter, decisión, honradez, talento jurídico, exigimos de todos nuestros jueces.

        Observen que una de las causas de asesinatos o atentados a periodistas (Ciro Gómez Leyva) es el desprecio personalizado del tirano López a todo crítico.

        Considérese que si el tirano López cuidara a los periodistas críticos tanto como protege al crimen organizado (abrazos y no balazos), la libertad de expresión ayudaría más al país.

        Reflexiónese sobre la volubilidad achacosa del tirano López cuando ordena restablecer la relación entre México y España a las 12 AM, y pocos minutos después la vuelve a poner en pausa, sorprendiendo a los diplomáticos responsables y serios.

Señores Ministros: Amparen a México de la flagrante violación a nuestra Carta Magna, por actos de autoridad del presidente que se convirtió en tirano.