LOGOS
El
tirano López
ELOGIO
DE LOS JUECES
En el México actual, el poder público se
está convirtiendo, rápidamente, en un poder privado.
Andrés Manuel López Obrador, una persona
física con enfermedades, se ha convertido en dueño, como propietario
individualizado, de una gran parte del poder público del país.
Titular del poder ejecutivo federal, fue
su primera plataforma a partir del 2018; hoy, moribundo ya el año 2022, su
figura personalísima maneja: 8 billones de pesos, todas las fuerzas armadas, al
poder legislativo federal, a los grupos más fuertes del crimen organizado, a
los empresarios más ricos, a 22 gobernadores, entre muchas otras pequeñísimas
cosillas.
Pero, lo que más presume López es su
manejo del “pueblo”; ese engreimiento lo lleva a aseverar que el “pueblo” lo
ama. ¡Ésta es la gran mentira!
La población mexicana padece, y se ríe,
del tirano López.
De 90 millones de ciudadanos, 80
millones repudian a Andrés; y éste en el fondo lo sabe, y le duele. ¡Por ello
se encrespa!
Aristóteles (384-322 a de e), en su
libro ‘La política’ describe a los tiranos: “Buscan el poder por todos los
medios… son inicuos… a su triunfo violan y trastornan las leyes, se hacen de un
poder absoluto, usurpando la ‘demoskrátos’, y faltando a la virtud. Todo tirano
acaba mal.”
Y al tirano López, debe, puede y
necesita acotarlo como autoridad responsable, en controversias de amparo, el
Poder Judicial de la Federación; y este poder no es autónomo ni descentralizado
ni desconcentrado ni de participación estatal, como la ignorancia o la maldad
lo afirman.
El Poder Judicial de la Federación
ejerce, de manera directa, la soberanía del pueblo en todas las atribuciones
constitucionales que se le conceden a la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
al Tribunal Electoral Federal, a los Tribunales Colegiados y Unitarios de
Circuito, y a los Juzgados de Distrito.
Jueces, magistrados y ministros del
Poder Judicial Federal son humanos, por ello perfectibles, y en ese poder ha
habido casos de nepotismo, corrupción e ineptitud, pero en mucho menor grado
que en los poderes ejecutivo y legislativo federales.
El jurista italiano Piero Calamandrei
(1889-1956) publicó un extraordinario libro, ‘Elogio de los jueces escrito por
un abogado’, obra dedicada a su hijo Franco, y en donde analiza a los titulares
de los órganos jurisdiccionales bajo temas que no han pasado de moda: la fe en
los jueces, la verdad en el derecho, consideraciones sobre la litigiosidad, lo
que son los hechos y los derechos, la lógica y los sentimientos en las
sentencias, las relaciones entre la justicia y la política, errores y virtudes
de los jueces, los heroísmos en la vida de los jueces”.
Ojalá hayan leído y reflexionado sobre
este clásico los 11 ministros que integran nuestra Suprema Corte, para que
resuelvan si a través de una ley electoral se puede dejar sin vigencia a
nuestra Carta Magna en esa materia, para que no tengan temor ni amor al tirano
López, para que apliquen el derecho contra un tirano, o contra un demócrata,
contra un pobre y contra un rico, contra cualquier persona, siempre y cuando actualice
los supuestos de la norma jurídica; y, siendo así, debe aplicar la consecuencia
que marca el derecho.
Carácter, decisión, honradez, talento
jurídico, exigimos de todos nuestros jueces.
Observen que una de las causas de
asesinatos o atentados a periodistas (Ciro Gómez Leyva) es el desprecio
personalizado del tirano López a todo crítico.
Considérese que si el tirano López
cuidara a los periodistas críticos tanto como protege al crimen organizado (abrazos
y no balazos), la libertad de expresión ayudaría más al país.
Reflexiónese sobre la volubilidad
achacosa del tirano López cuando ordena restablecer la relación entre México y
España a las 12 AM, y pocos minutos después la vuelve a poner en pausa,
sorprendiendo a los diplomáticos responsables y serios.
Señores
Ministros: Amparen a México de la flagrante violación a nuestra Carta Magna,
por actos de autoridad del presidente que se convirtió en tirano.