miércoles, 5 de septiembre de 2012

México y EU DESQUEBRAJADA NUESTRA DIPLOMACIA


               Cada día que pasa se afecta más a la diplomacia mexicana. De lo sólida y brillante que fue hace décadas, ahora se encuentra en un nivel bajísimo.
                Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores de México, indicó que "hoy contamos con una relación madura con los Estados Unidos que se apega al principio de responsabilidad compartida, en la que planteamos claramente nuestros puntos de vista sobre cualquier tema", cuando el común de la gente observa que de parte del gobierno mexicano se denota irresponsabilidad.
                 Esa ineptitud del Ejecutivo Federal se refleja en su miedo ante el gobierno gringo, enseñando no sólo debilidad, sino una ignominiosa servidumbre.
            El caso ocurrido en Tres Marías, Estado de Morelos, puede ser el ejemplo más reciente del mal desempeño de nuestra cancillería.
            Al margen de los aspectos policiacos, tan irregulares como vergonzosos, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha señalado, y con bastante tardanza, que "la presencia de agentes estadunidenses en territorio nacional es legal, y que tienen un importante papel a desarrollar en la estrategia de seguridad del gobierno mexicano".
            Agregando que "su estancia en México se circunscribe a los convenios de cooperación bilateral, y de acuerdo con reglas establecidas desde 1992, ya que ningún agente extranjero puede portar armas ni participar en actividades de la estricta competencia de nuestra seguridad nacional".
            Pero en el caso de Tres Marías todo hace indicar que los agentes estadunidenses de la CIA iban armados, y que estaban dispuestos, en los primeros instantes de sufrir la agresión, a responder disparando, pero que el capitán de la Marina les sugirió que no lo hicieran, lo que incluso el gobierno de los EU ha dicho que esa prudencia les salvó la vida.
            Además, la secretaria Espinosa debería de explicar con toda precisión ¿con qué tipo de acciones de esos agentes de la CIA se fortalece nuestra seguridad nacional?
            Respondiendo, también, ¿por qué dejaron salir del país a estos agentes sin antes recibirles su declaración, a efecto de integrar las averiguaciones previas correspondientes?, ¿por qué ni siquiera se les condujo ante médicos que diera fe de sus lesiones, si es que las hubo?
            Empero, podemos y debemos exigir toda la información que tenga esa Secretaría sobre la operación que aplicó en México el procurador de Justicia de los EU, la llamada "rápido y furioso". Hemos observado que dicha procuraduría no ha querido informar ni siquiera al Senado de aquel país, consiguiendo la protección de alto secreto de la propia Presidencia encabezada por Obama; sin  embargo, nuestra cancillería ni siquiera ha pedido oficialmente un informe al respecto, del cual pueda partir la visión nacional sobre ese deshonroso caso, que aún sigue en operación para nuestro agravio.
            Y para no seguir señalando ejemplos, que serían numerosísimos, exclusivamente sintetizaré que el prestigio diplomático que México tenía se ha perdido totalmente, y aquel liderazgo internacional del que nos ufanábamos, ha devenido a nada.