lunes, 26 de octubre de 2020

 

LOGOS

AMLO, el camorrista

AHORRADORES, ¡UNÍOS!

        De una lengua tarda y un cerebro intricado, como el de AMLO, escuchamos afirmar públicamente en una mañanera de hace pocos días: “Es necesario que bajen más las tazas de interés. Las está bajando más el Banco de México, pero tienen que bajar más todavía.”

        El presidente Andrés Manuel López Obrador debía saber, y obrar en consecuencia, (o no sería buen obrador) que el Banco de México, conforme al artículo 28 de nuestra Carta Magna es “un banco central… autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración. Ninguna autoridad podrá ordenar al banco…”, ni presionarlo, sobre todo si dicho estrujón proviene del presidente de la república.

        Por eso, Andrés Manuel incumple con la constitución al forzar descaradamente a esa institución bancaria que tiene, como objetivo prioritario, el procurar la estabilidad económica del país.

        Los limitados conocimientos en economía, de López Obrador, no le permiten comprender que su manifestación, ya transcrita, conlleva en el fondo dos cosas: el interés que los bancos pagan a los ahorradores; y, el interés que el banco cobra a quienes les presta el dinero de los ahorradores.

        El dinero propio de los banqueros es poco (menos del 10% del capital manejado) a comparación con el dinero de los ahorradores (más del 90% de ese capital en oferta).

        Esos recursos monetarios de los ahorradores en el banco, para que no se deprecien ante una inflación grave y a la vista, deben recibir como mínimo el monto de esa inflación y un poco más para estimular el hábito de ahorro.

        Oficialmente la inflación anda en un poco más del 3%, pero el gobierno engaña a los mexicanos, pues la inflación real es más alta, acaso del 6%, medida con los mismos parámetros oficiales.

        Así que, en esta época, ahorrar es perder.

        Logre, el Banco de México, que los banqueros paguen más interés al ahorrador, y que cobren menos interés a quien solicite crédito; pero, sin romper la estabilidad y el equilibrio económico de la nación y, sí, regulando los ingresos de los dueños de esas empresas bancarias, con análisis serios, y sin demagogia, ni siquiera la de AMLO.

        Qué pasaría sí todos los ahorradores se unieran, y decidieran, al unísono, ir al banco a retirar su dinero. Esto cimbraría a nuestro sistema económico.

        Sería un suicidio; tan irresponsable, como irresponsable es qué el presidente AMLO presione para que (directa o indirectamente) bajen el interés a los ahorradores.

        El camorrista AMLO debe dejar de tirar patadas a todos: a los conservadores, a los médicos y enfermeras, a los fideicomisarios, a los neoliberales, a los agricultores, a los ministros de la corte, a los periodistas, a las feministas, a los expresidentes, a los abogados, a los empresarios, al gobierno español, al vaticano, a los gobernadores, total, a todos los que integran la lista interminable de sus ofendidos.

        A ese padrón de agraviados, hoy, se suman los ahorradores.

        Las patadas de un presidente (más si es autoritario) son muy peligrosas, porque no son como las de Platero, aquel burrito que las lanzaba al viento con la gracia de una bola de algodón para agitar el aire por donde transitaba una linda mariposa; como magistralmente describe, a su borrico, el lenguaje poético del Premio Nobel 1956: el español Juan Ramón Jiménez (1881-1958).

        Y en tratándose de dinero, López Obrador debe ser súper responsable, ya que el dinero es una ficción extraordinariamente útil, y sutil, una de las más maravillosas mentiras que el hombre ha creado, en base a la confianza colectiva y mutua.

        Otra vez: ¡cuidado presidente!, sólo la responsabilidad genera confianza. No incite a los ahorradores a destruir, como usted lo hace, diariamente, al dividir a los mexicanos.



 

lunes, 19 de octubre de 2020

 LOGOS

Y si EU apresa

AL PRESIDENTE DE MÉXICO

        La aprehensión del general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto por parte del gobierno de los EU, provoca espasmo.

        No sólo por privarlo de la libertad para sujetarlo a proceso, allá, y no acá, sino por todas las dudas e implicaciones que genera esa decisión.

        Parece que no hay estado ni gobierno en México; y, a su falta, el estado y gobierno estadunidense se encargan de aplicar la justicia que aquí no se obtiene.

        Recordemos lo que aseguró (al inicio de su mandato) el presidente Andrés Manuel López Obrador: “Muchas gracias al general Salvador Cienfuegos Zepeda, un extraordinario general, un hombre institucional…”

        También AMLO afirmó, hace dos años, que pidió consejo al general Cienfuegos para designar como secretario de la Defensa Nacional al general Luis Cresencio Sandoval González, agregando que éste “es un militar honesto y leal a la patria”.

        Todos recordamos que el presidente Andrés Manuel manifestó (no hace mucho) qué, si pudiera, desaparecería al ejército, y a todas las fuerzas armadas del país; y, al paso de los meses, encontró que su mayor apoyo real era el ejército, la marina, y las fuerzas armadas, a pesar de lo que cargan desde la malhadada guerra declarada al crimen organizado.

        El gabinete de AMLO, salvo excepciones, ha sido la de un equipo inútil, deshonesto, ciego, sordo y mudo. AMLO así los quiere.

        La disciplina y capacidad de las fuerzas armadas le han sido gratas, y las ha empleado, incluso, inconstitucionalmente.

        Los fideicomisos de las fuerzas armadas están intocados. Sus recursos económicos se multiplican como nunca. El poderío de estas fuerzas ha crecido peligrosamente. No hay auditorías eficientes para los recursos que se les dan. Y todo esto, en lo que va de este sexenio, sólo por la voluntad autocrática del presidente López Obrador.

        Así, “las bayonetas sirven para todo, menos para sentarse en ellas”, según Charles Maurice Talleyrand-Périgord (1754-1838), ministro de Napoleón Bonaparte.

        Recordemos. EU es el gran demandante de drogas en el mundo. EU le impuso a México la producción de marihuana, para que sus soldados la consumieran en la Primera Guerra Mundial, en la segunda y en las siguientes guerras.

        Para vigilar y regular todos los aspectos de su enorme y actual consumo (con extensa variedad de drogas) tienen a la DEA, la CIA, al FBI. En esto no mete a sus militares.

        México, desde hace algunos sexenios, dispone para esos menesteres del ejército y la marina; y el antiguo narcotráfico ha ampliado sus actos delictivos, usando poderosas y sofisticadas armas y municiones que les entrega EU, en franca complicidad de intercambio.

        De México salen drogas a EU, y de allá mandan armas y municiones a nuestro país. Este intercambio es tóxico a morir.

        La DEA y otras agencias armadas entran, salen y se pasean por México como en su casa. Disponen o se coordinan con nuestras fuerzas armadas, prefiriendo más a la marina que al ejército.

        Esas agencias gringas y nuestras fuerzas armadas establecen planes, programas y proyectos tácticos para regular subrepticiamente la oferta y la demanda de enervantes.

        Para ello, lógicamente, deben tener contacto con los cárteles productores o comercializadores de esa aún ilícita mercancía.

        Supongo que esto deben autorizarlo, al margen del sistema legal, funcionarios de alto nivel de México y de EU. Tanta fuerza armada del crimen organizado y tantas decenas de miles de millones de dólares no pueden estar sin control alguno.

        En ese contexto, los secretarios de la defensa y marina, y el de seguridad, viven sus riesgos.

        Y su jefe nato, el presidente de la república igual. ¿Qué acuerdos habrá con los EU al respecto?, y ningún presidente ha sido ajeno a ellos, pues ninguno debe ni puede estar como florero para estos graves asuntos.

        Considero que el presidente de México y el de los EU, llámense como se llamen, deben ser socios confiables en y para todo este escabroso tema.

        Así, quiera el destino que nunca vivamos la sorpresa, y la humillación, de que el presidente de México sea aprehendido por alguna de estas agencias estadunidenses.

        Quien a hierro mata, a hierro muere.



 

martes, 13 de octubre de 2020

 

LOGOS

AMLO y su mensajera

CARTAS PARA EUROPA

        Los foros internacionales no son los de AMLO. Su pequeño mundo es el de la política electoral mexicana.

        Sí, el presidente Andrés Manuel López Obrador está en la campaña de reelección de Donald Trump, pero sólo como un objeto de éste.

        Es verdad que AMLO, desde México y cibernéticamente, recién habló en la ONU, causando pena entre los mexicanos, al verlo y escucharlo, y estupefacción en los observadores extranjeros.

        Ahora, el presidente López Obrador declinó ir a Europa. Decidió según lo expresado en papel oficial del “Gobierno de México”, y con firma del “presidente de los Estados Unidos Mexicanos”, que en su nombre y representación su “esposa Beatriz Gutiérrez Müller” se reúna con jefes de estado y de gobierno, para hacer gestiones oficiales, solicitudes de gobierno a gobierno, y llevar misivas del presidente.

        Pregunto, ¿ratificó y aprobó nuestro Senado a la nueva diplomática conforme a los artículos 76 fracciones II y XIV, 78 fracción VII, y 89 fracción III de nuestra Carta Magna?

        Si alguna primera dama de nuestro país hizo un viaje diplomático similar, en sexenios anteriores, es claro que violó nuestro sistema jurídico.

        Recordemos que la respetable esposa de AMLO renunció, desde el principio del mandato, a “ser primera dama”; por ende, ¿qué cargo oficial justifica su viaje diplomático representando al presidente de nuestro país? Ser esposa del presidente mexicano no es cargo público.

        Aun así (con todo ese quebranto a nuestra constitución), ojalá todo resulte bien para México, y el viaje sea placentero para la esposa de AMLO.

        Es bueno fomentar la lectura desde París, más con el apoyo de la señora Macron; resulta correcto inaugurar la Exposición Olmeca en Francia; positivo fue visitar la Biblioteca Nacional Francesa; la conversación con el presidente de Italia Sergio Mattarella debió tener su encanto; la entrevista con el Papa Francisco impresiona; las cartas firmadas por el jefe de estado y jefe de gobierno mexicano, a sus destinatarios europeos, son grave encargo, sobre todo por pedirles que nos presten códices, piezas y documentos históricos de México, ilegalmente radicados en el viejo continente.

        No se olvide que el año 2021 llega en pocas semanas, y que, (entre tantos centenares de miles de muertos mexicanos por pésima política de salud y seguridad, y entre una acrecentada pobreza por nocivas medidas económicas en México) tendremos tres significados aniversarios.

        En 1321 se funda Tenochtitlán (700 años). En 1521 cae Tenochtitlán en manos de españoles encabezados por Hernán Cortés, y se inicia la colonia (500 años). En 1821 se consuma la independencia de la Nueva España de la Corona Española, y comienza la vida independiente de México (200 años).

        Bajo las luces y las sombra de esas fechas, AMLO pide en sus cartas llevadas a Europa lo siguiente: “La Iglesia Católica, junto con la Monarquía Española y el Estado Mexicano, debemos ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras y someterlos desde la conquista hasta el pasado reciente”.

        Si eso se reduce a simples disculpas públicas, es pura demagogia.

        La historia del hombre está llena, en su desarrollo evolutivo, de oprobiosas atrocidades y saqueo de bienes y tierras.

        Los aztecas así hicieron su imperio; de esa forma, por siete siglos, los moros explotaron a los habitantes de lo que hoy es España; los EU en 1847 robaron más de la mitad del territorio mexicano, y nos tienen sujetos a su hegemonía con la complicidad del presidente Andrés Manuel, quien ha puesto a las órdenes de Trump a 27 mil soldados mexicanos, según ironiza y presume, constantemente, el presidente gringo.

        En lugar de hacer demagogia con el pasado, solucionemos, primero, nuestra independencia frente a EU, para seguir después con todo lo del pasado. ¿Por qué AMLO no pide a Trump que pida perdón y entregue las aguas y los territorios robados?, pero sin generar problemas, y sin agudizar nuestras propias contradicciones.

        Reflexionemos, el mexicano es resultado de variados mestizajes, entre otros, el de los españoles que llegaron en 1519 con los humanos originales de aproximadamente 135 naciones existentes en ese año, en el territorio de lo que hoy es México.

        No ocultemos los graves problemas de hoy, levantando polvaredas con el pasado.

        Lo que urge es que el presidente AMLO ofrezca una disculpa pública a toda la nación, por provocar, con sus palabras y sus actos, el odio y la división entre los mexicanos. Ha dividido a los ministros de la Corte, a los gobernadores del país, a los diputados y senadores, a los de morena los trae peleados, y a todo el pueblo de México.

        Para acabar con la corrupción unámonos todos; y primero acabar con la corrupción que hay en el gobierno de AMLO, y después revisar los sexenios anteriores.

        AMLO necesita pedir perdón a los mexicanos, por su mala política en salud, seguridad pública, economía y educación.

        Que su mañanera se convierta en un espacio respetable para que, ahí, se escuche a todos, y se confronten con respeto las diversas ideas para resolver las dificultades nacionales que ahogan a los pobres, a las mujeres, a los investigadores, a las poblaciones originales.

        Todos los mexicanos unidos debemos decir no a la demagogia; sí a la sensatez, a la responsabilidad y a la inteligencia.



 

lunes, 5 de octubre de 2020

 

LOGOS

8 mil millones de pesos

NIÑOS CON CÁNCER o CONSULTA DE AMLO

        ¿Cuánto costará la consulta popular promovida por el odio del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de cinco expresidentes de México, y resuelta por una simple mayoría de los integrantes de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación como “constitucional”, pero con una nueva pregunta “genérica y poco clara”, según el propio AMLO?

        Funcionarios del INE calculan gastar poco más de 8 mil millones de pesos.

        Con esos datos me consulto a mí mismo; y pido a todos los mexicanos hagan lo propio.

        *Di “sí”, a una de estas dos opciones: 1.- Que se inviertan esos 8 mil millones de pesos en la salud de los niños con cáncer en México; y, 2.- Que se inviertan esos 8 mil millones de pesos en la consulta popular promovida por el presidente.*

        Respondo a esa auto consulta: “Sí”, para invertir en la salud de los niños con cáncer.

        Razonaré el porqué.

        La Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el caso de la consulta popular promovida por el presidente Andrés Manuel, quedó dividida al resolver “sobre la constitucionalidad de la materia de la consulta”.

        En el fondo, como sintetizaron la materia de la consulta en una “pregunta” que, en su contenido conceptual y en su estructura era a todas luces inconstitucional, cinco ministros así lo explicaron y probaron, emitiendo su voto con toda congruencia legal y debida.

        Javier Laynez Potisek, Norma Piña Hernández, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Fernando Franco González Salas, y Luis María Aguilar Morales, son quienes por sus reflexiones jurídicas legalmente fundadas y motivadas, y por su voto, se les recordará gratamente.   

        Los otros seis ministros (acaso por convicción, temor, o interés; ¡sólo su conciencia lo sabe!) se mostraron plegados al ciego antojo inconstitucional del presidente AMLO.

        Ese tipo de rogativas, solicitudes, presiones o amenazas del presidente en turno a los ministros de la SCJN son añejas. Unos más que otros, pero todos los titulares del ejecutivo federal han hecho peticiones a la Corte, pero la mayoría con discreción y mesura, cuidadosos de las formas entre poderes.

        En el caso del presidente López Obrador, por desgracia para México y sus instituciones, sus órdenes impulsivas llegan al cinismo amenazante: “Sería lamentable que la Corte frenara la consulta sobre expresidentes… Espero que resuelvan bien; si no, de inmediato reformaré el artículo 35 constitucional”; esto dijo AMLO horas antes de la sesión de la Suprema Corte, frente a la nación.

        Sin embargo, aun con esas déspotas bravuconadas del presidente, ocho ministros de la SCJN, (como con remordimiento de conciencia) en una forzada interpretación del artículo 35 fracción VIII, numeral 3º de nuestra Carta Magna, y en una discutible y discutida segunda votación, aprobaron reelaborar la pregunta formulada por López Obrador, suprimiéndole, sin pudor alguno, mucho de lo inconstitucional que portaba esa “materia de la consulta”.

        Así que, a la pregunta de AMLO, le quitaron los nombres de los cinco expresidentes; quitaron “que se investiguen y sancionen”, y en su lugar pusieron “que emprendan un proceso de esclarecimiento”; quitaron “presunta comisión de delitos”, y pusieron “decisiones políticas de actores políticos”; y, quitaron “antes, durante y después de sus respectivas gestiones”, y pusieron “en los años pasados… encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”.

        La nueva pregunta quedó así: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”

        La original pregunta de AMLO era una inconstitucional trampa electoral en llamas, y ahora quedó como fútil y endeble palillo para dientes, infectado de AMLO-covid.

        Gastar 8 mil millones de pesos en eso (estando quebrada nuestra economía, y con tantas necesidades), sería otra enfermiza torpeza más de AMLO.

        Reflexione presidente; supere sus odios, no divida, no dañe más a los mexicanos.