LOGOS
¿A qué le tiras?
CUANDO SUEÑAS MEXICANO
Nuestro
presidente actual dice que hace suyas las palabras de algunos mexicanos que
tienen tiempo de vivir en San Francisco, California, Estados Unidos de América:
“Vámonos de regreso a México, ¡qué sueño americano, y qué
nada¡; ahora es el sueño mexicano, en donde se dan becas, pensiones, ayudas
económicas cuantiosas para todas las edades”.
Y ese decir del soñador López me recuerda las atractivas
canciones folklóricas de nuestro paisano Salvador Flores Rivera, mejor conocido
como Chava Flores (1920-1987), quien vivió sus últimos años cerca de Tacícuaro,
municipio de Morelia.
Un día nos obsequió interpretando: “¿A qué le tiras? cuando
sueñas mexicano, con sueños de opio sólo pierdes el camión, mejor trabaja y
levántate temprano, no aceptes nunca que te tengan por gorrón…”
Claro que los sueños de Andrés son engañosos instrumentos
electoreros que provocan memes y burlas; mientras que los de Chava Flores
siguen motivando la risa y el sano bienestar popular.
Andrés Manuel vive en el paraíso, rodeado de sirvientes,
soldados y marinos, gastando del erario federal decenas de millones de pesos al
mes, para vivir placentero.
Y desde su edén populachero, el presidente López imagina a
millones de trabajadores migrantes gringos deseosos de venir a laborar en México,
atraídos por “el sueño mexicano”.
Así, ningún compatriota (ni en sueños) migraría al país
del norte.
“¿A qué le tiras? cuando sueñas mexicano”.
El iluso López, quien ha tenido a los mexicanos en
permanente pesadilla durante su ejercicio soñador, sentenció con ínfulas de
ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: “Ya no hay impunidad”;
esto lo aseguró a partir de la aprehensión del Nini (Néstor Isidro Pérez Salas).
Ese decir presidencial constituye más qué un erróneo
juicio inductivo, una mentira desparpajada.
En los cajones de las fiscalías de nuestro país hay
millones de carpetas de control archivadas, con un simple sello: “crimen
organizado”, como prueba documental pública y hecho notorio de la terrible
impunidad existente en todo México.
Cuando los estadunidenses y los millones de migrantes
mexicanos en EU observan que el presidente López, con su “política de salud
como la de Dinamarca” y la de seguridad pública de los “abrazos y no balazos” que
ha provocado más de un millón de muertos, a todo aspiran los habitantes de los
EU, menos a venir a México, o a repatriarse.
Todos nos hemos dado cuenta de que el temeroso López no
ha ido a visitar a los acapulqueños y a los damnificados del Estado de Guerrero.
Exclusivamente ha estado a puerta cerrada en el bunker de la zona naval de ese
puerto.
El mismo presidente no está seguro, a pesar de los miles
de miembros de las fuerzas armadas (ex estado mayor presidencial) que lo
protegen, cómo puede estar segura una persona o una familia ordinaria, nacional
o extranjera, por aquellas playas tan distintas y hermosas de Acapulco.
“¿A qué le tiras? cuando sueñas mexicano”.
Don Alfonso Reyes (1889-1959), el Alfonso Sabio de México,
nos heredó esta reflexión: “… hubo que sacarlo todo de la propia sustancia, y
entonces el país se dio cuenta de sus grandes posibilidades genuinas: Fue como
descubrir otra vez el patrimonio ya olvidado; como desenterrar el oro escondido
de los aztecas, ¡aquella sugestiva fábula! ¿De suerte que todo esto teníamos en
casa, y no lo sabíamos? Pero ¿habremos sabido de veras aprovechar nuestro
tesoro?”
El odio, la
ambición y la soberbia del cuatroteísta López ha querido borrar lo imborrable.
¡Qué torpeza del obradorato!
Al tesoro
del país lo ha despilfarrado electoralmente, lo ha malinvertido en megaobras
sin programación que se excedieron por 468 mil millones de pesos, cantidad robada
para sus parientes, colaboradores y cuates.
“¿A qué le
tiras? cuando sueñas mexicano”.
No sólo soñamos, sino planeamos,
programamos y proyectamos, echar del poder, con la fuerza del voto ciudadano,
puntual y limpio, al tirano López, a sus marionetas, a sus ecos y a sus
sombras.