miércoles, 21 de septiembre de 2011

Irresponsabilidad Gubernativa TRIPLICAR LA BUROCRACIA

          Los trabajadores al servicio del gobierno de Michoacán nos merecen mucho respeto. A cargo de ellos se encuentra, directamente, el ejercicio soberano de las atribuciones que le son propias al Estado.
            Hace diez años esos servidores públicos eran aproximadamente 23 mil, y su trabajo era aceptable.
            Pero ahora son, después de la decena trágica perredista, 62 mil burócratas. Lo que significa que durante las administraciones de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel ha crecido 300% el número de empleados gubernativos.
            Sin embargo, no ha aumentado la calidad del servicio 300%; sino a la inversa, ha decrecido considerablemente su eficiencia y buena atención.
            Y este mal no se debe a los trabajadores, sino al bajísimo perfil que sus jefes tienen, justo, como lo quiso el gobernador Godoy.
            Ante el paquete fiscal para el año 2012, el Poder Legislativo se ha sorprendido, y no de manera grata, de la tremenda deformación a la que han llevado a la burocracia estatal las dos administraciones perredistas citadas.
            Da la impresión de que todo lo que tocaron lo echaron a perder; a la inversa del Rey Midas que todo lo que tocaba se convertía en oro. Esto sólo lo expreso como una metáfora ilustrativa, ya que el servicio público no tiene nada de magia ni de fantasía. Basta con ser honrado, trabajador, y con capacidad de servir bien a los demás.
            Claro que se requiere, también, no actuar con demagogia, utilizando en gasto corriente el dinero de los contribuyentes, y pagando miles de millones de pesos en sueldos a una tropa de compañeros del PRD, con el único fin de que sigan votando en todas las elecciones por ese partido político.
            Lo anterior configura un delito. Es la compra vil del sufragio; es un atentado a los principios democráticos; es corromper a los seres humanos, los que merecen respeto por el simple hecho de serlo.
            Algo tan sucio como lo anterior resulta cuando, además, a esos trabajadores se les retiene, o se les roba, parte de su sueldo como cuota para el PRD.
            Repudiemos las deformaciones que en 10 años le han hecho al servicio público, el cual debe ser rescatado por todos, en beneficio de la población entera.
            Qué reconfortable resulta saber, por diversos medios de comunicación masiva, que la mayoría de los diputados de la LXXI Legislatura ha decidido poner remedio a ese problema.
            Jaime Rodríguez López, coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRI, ha señalado que se requiere una reingeniería para adecuar a la burocracia a las necesidades actuales, adelgazando a la administración para que sea ágil, eficaz, y costeable, con sujeción y respeto al derecho laboral.
            Y al parecer coinciden, en eso, la mayoría de los diputados locales. Ojalá que sin miedo, pero con responsabilidad e inteligencia, efectúen la cirugía mayor que urge. No será la primera vez que el Legislativo corrige los graves equívocos del Ejecutivo.