Claro que ha
dejado de cumplir su promesa de campaña, como otras muchas, pero ya desde aquel
entonces estaba suplantando, y con ello atropellando al máximo órgano de gobierno de la Universidad
Michoacana: al Honorable Consejo Universitario, ya que éste tiene la atribución
para programar y construir, y no el gobernador ni menos un candidato.
También
realizó una enorme chapuza. El dinero con el que mal construyó algunos campus
no fue del presupuesto propio del Estado, sino de la partida federal que el
Gobierno de la República envía etiquetado para el renglón de construcción en
nuestra Universidad.
Y eso no fue
lo peor, sino qué los que saben de construcción en la Universidad Michoacana,
que son muchos excelentes arquitectos e ingenieros egresados de nuestras
dependencias universitarias, perciben, por ejemplo, que lo que vale 30 millones
en construcción, el gobierno de Godoy afirma que lo hizo con 60 millones de
pesos; y, aún así, construyó de tan mala calidad los inmuebles que, sin agua,
sin drenaje, y sin calles, no han podido utilizarse por completo.
Ahora, el
candidato del PRD a la gubernatura Silvano Aureoles Conejo, en campaña desde La
Piedad, Michoacán, según nota de nuestra compañera Elida Ochoa Isaís, criticó "que
los campus de la Universidad Michoacana que se realizaron en esta
administración no son funcionales por la falta de recursos y de alumnos... se
invirtió mucho dinero... también hay muchos problemas porque pusieron la
primera piedra en un lugar donde hay conflictos por la tierra... por esa razón
no es posible tener campus por todos lados, sin que se hayan hecho sin una
planeación... Así que revisaré la viabilidad de este esquema..."
Ya Leonel
Godoy violó, en este aspecto, como en otros muchos, la autonomía de la
Universidad, y hoy por hoy Silvano Aureoles Conejo sigue sus pasos de violador
de la fracción VII del artículo 3o de nuestra Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
No es él
quien debe revisar las cuestiones que corresponden a nuestra Máxima Casa de
Estudios, sino las autoridades competentes de esta respetable Institución de
Educación Superior.
Todo
respecto a que "Las universidades... a las que la ley otorgue autonomía,
tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán
sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los
principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación
y de libre examen y discusión de las ideas, determinarán sus planes y
programas... y administrarán su patrimonio..."
Al menos los
dos perredistas citados se muestran proclives a violar la autonomía
universitaria. ¡Pongámosles un alto! No más violadores de la autonomía
universitaria.