Nuestros
problemas más lacerantes son, entre muchos otros: una inseguridad brutal, un
desempleo criminal, una deshonestidad gubernativa que todo lo contagia, una
mala pero carísima educación, una pésima distribución de la riqueza, y una
deuda pública de más de 20 mil millones de pesos que paralizará pronto a la
economía de Michoacán.
Ante
tan sentida y penetrante realidad, el candidato a la gubernatura por el PRD,
Silvano Aureoles Conejo, se la pasa insultando de manera personal a su
adversario del PRI Fausto Vallejo Figueroa, y a su contrincante del PAN Luisa
María Calderón Hinojosa.
Sus insultos son groseros, y grotescos, al tamaño de su
miedo. Y entre más se hunde, más leperadas produce, las que lo manchan a él, a
su partido, y a las dos administraciones perredistas que Michoacán sigue
padeciendo.
Es seguro que, no pocos perredistas honorables, se arrepientan
y conduelan de tenerlo como su representante en esta contienda.
En fin, cada candidato se muestra tal cual es; y en esas
circunstancias el elector debe pensar si vota por alguien que pretende resolver
nuestros problemas injuriando, calumniando y difamando, a los demás, incluso a los
votantes.
Cualquier psicólogo que analice la personalidad de los
candidatos a través de sus discursos y de la mercadotecnia pagada para
promoverse, verá como los espectaculares de Silvano nos dicen con su figura y
mensaje: yo soy el bonito, diferente a ustedes, superior a ustedes, por eso
deben votar por mí.
Esa egolatría, ausente de humildad, la refleja también en sus
palabras: "Ninguno de los candidatos conoce el tema del campo como lo
conozco yo... qué me van hablar sobre esto los candidatos del PRI y del PAN...
sobre esto que me pregunten a mí..."
Y no sólo retador, sino amenazante se presentó el candidato
Silvano en un municipio en donde ha ganado el PRI: "No les voy
a perdonar si vuelven a dejar que nos gane el PRI..."
Ante
tanta majadería y agresión del perredista, el candidato priísta Fausto Vallejo
Figueroa sigue en campaña dialogando con la gente sobre la forma en que habremos
todos de resolver las severas dificultades por las que atraviesa Michoacán. Ésta
es una manera humana, responsable y sensata, de conducirse políticamente en una
campaña de este tiempo.
En
cambio, la candidata panista Luisa María Calderón ha empezado a contestar las
diatribas de Silvano: "En Michoacán, el recurso para
el campo se lo queda un fulanito que chifla muy bien". Y frente a esta
afirmación la gente formula las clásicas preguntas, muchas de ellas con hilaridad.
Sin embargo, ante los
gravísimos problemas que vive Michoacán, ¿de qué nos sirven los albures, las
guasas, las balandronadas, los ultrajes, las descortesías, las chacotas, las
burlas, las sandeces, las patochadas, las majaderías, entre los candidatos?
El voto ciudadano será para
quien con seriedad, sin demagogias, muestre a la sociedad capacidad y honradez
para resolver nuestros problemas.