LOGOS
Débil
hilo político
SE
AUTODESTRUYE EL OBRADORATO
La presidente formal de
nuestro país aseguró: “Los pagos de la deuda de Petróleos Mexicanos a corto
plazo (2025 y 2026) serán aportaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público; pero los de largo plazo, a partir del 2027, PEMEX solito, solito, sin
ninguna ayuda, va a salir de sus deudas”.
La situación real de esa
importante empresa descentralizada es, a lo corto, endeble y exorbitante. Aquí
su deuda es entre 26 a 28 mil millones de dólares.
Y sus condiciones verídicas, a
largo plazo, son de imperiosa quiebra. Aquí su deuda es entre 150 a 200 mil
millones de dólares.
PEMEX patentiza, actualmente, el deshonroso primer lugar, por ser
la única petrolera más endeudada del mundo, y a punto de la bancarrota.
Aplicando
la política simplona y picaresca del obradorato, ¿a quién le cargamos la culpa?
Prospectos
de responsabilidad serían desde Lázaro Cárdenas del Río hasta Andrés Manuel
López Obrador, con su cómplice Claudia Sheinbaum.
Sin
embargo, sería más serio y eficaz, para quien ejerce el poder, resolver los
problemas, y no andar embarrando a los supuestos enemigos (sin pruebas
objetivas), responsabilidades que sólo tienen los funcionarios en turno.
Acontece,
además, que nuestra presidente formal, con parda simplicidad, asevera que esa
descomunal deuda de PEMEX, a la larga, se resolverá solita, solita.
El
débil hilo de la simplicidad gubernativa se observa, como una constante, en
este ejercicio presidencial Sheinbaum-López, tanto en las cloacas del
bienestar, como en el tejido de la peligrosa reforma electoral, al igual que en
la política externa.
Están
llevando a México a una encubierta dictadura interna; y, en lo internacional,
están conduciendo al país a un furtivo vasallaje, sumiso en torno a Trump y a
EU.
Solitos
también, al decir de la presidente, se resolverán nuestros conflictos
internacionales: “Estados Unidos no va a venir a México con los militares. No
va a haber invasión, eso está descartado absolutamente. Colaboraremos con ellos
de otras maneras. Vamos a ver cómo está la orden ejecutiva del presidente
Trump, pero no hay ningún riesgo. No intervendrán en nuestro territorio”.
Todo
eso que comentó nuestra presidente formal, es en vínculo con la nota
informativa publicada hace días por el periódico The New York Times; dicho
diario divulgó: “El presidente Donald Trump ha entregado al Pentágono una orden
ejecutiva para que las fuerzas armadas de los EU realicen operaciones directas
en territorio extranjero en contra de los cárteles específicamente declarados
terroristas por el presidente estadunidense”.
Trump
marcó como terroristas a 6 cárteles mexicanos; además, también juzgó que el
gobierno mexicano no ha cumplido su tarea, exhibiendo su ineptitud; al mismo
tiempo señaló que nuestro gobierno estaba y está coludido con esas
organizaciones terroristas, por razones político electorales y por corrupción
económica, al más alto nivel.
A
todo eso, la pareja presidencial mexicana, a través de su ejecutiva formal,
primero confesó no saber qué contenía esa orden del presidente Trump, y,
después, afirmó que ya le habían informado, por lo que reiteraba que no van a
venir los militares estadunidenses, pero sin revelar que ya fuerzas
estadunidenses armadas están en territorio mexicano desde hace meses, y a esto
le llama “maneras de colaboración”; es decir, tolerancias sin riesgo, pues de
hecho esas fuerzas extranjeras andan como en su casa. Mientras, la presidente
formal (de pura palabra, dura, pero hueca), jura y perjura que lo primero es
proteger nuestra soberanía.
Por
eso, repite la presidente, que no hay nada de qué preocuparse, ya que solitos,
solitos, se resuelven esos problemas de tipo internacional.
Esa
simplicidad de la dictadura interna, que “va pa largo”, según la frase
coloquial usada por la presidente formal; y, esa simplicidad en el entreguismo
político económico de la soberanía mexicana, a EU y a Trump, solitas, solitas,
se resolverán algún día.
Pero
algo nos anuncia que solitos, solitos, los del cártel del obradorato van rumbo
a su auto destrucción.