LOGOS
Tío Lolo y tía Lola
PODER
DE LAS MENTIRAS
Tajantemente, y auto
alabándose de patriota, la presidente formal de México aseguró: “Con la DEA, en
particular, hubo un distanciamiento en el periodo del presidente López Obrador,
y se le pusieron límites que aún continúan; así que no tenemos ninguna relación
con la DEA. ¡Esa es la realidad! Somos soberanos… y un soldado en cada hijo te
dio”.
Respondió de esa forma nuestra
presidente a una nota informativa de Terry Cole, director de la DEA, quien en
tono diplomático expresara: “Merece elogio la disposición sin precedentes del
gobierno mexicano, al cooperar con EU en la lucha contra el narcotráfico,
dentro del proyecto Portero, para desmantelar a los agentes fronterizos que
utilizan los cárteles.”
Si se analiza la nota de la
DEA, y la respuesta de la presidente mexicana; ésta se lanza en confrontación
innecesaria y obtusa, parecida a la conducta del tío Lolo, que se hace tontejo
solo; puesto que al final, ese proyecto Portero forma parte de los acuerdos a
que han llegado los dos gobiernos: el mexicano y el estadunidense, en su
supuesta lucha contra el tráfico de estupefacientes.
Así que, en el caso, la tía
Lola, se hace tonteja sola; pero hay un sinnúmero de casos (que puedo citar)
con esta misma característica.
Presumió nuestra presidente,
con una risita triunfante y sin sustento: “Ni los aranceles pudieron con la
economía mexicana”.
De su presunción brotó una
vanidad jactanciosa.
Soy tan buena (o somos tan
buenos) manejando la economía de México, que derrotamos a Trump, con todo y sus
aranceles.
Cuando la realidad es otra.
Explicaré objetivamente.
México
depende económicamente de EU. El 82% de nuestras exportaciones van a EU. El 81%
de nuestras importaciones llegan de EU. El 80% de nuestra inversión extranjera
directa es capital de EU. Estos fenómenos económicos se generan por el Tratado
entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La visión del presidente Trump (equívoca o
veraz) es que EU está perdiendo, y México está ganando; por ende, debe
ajustarse ese mecanismo, para que los ingresos de EU suban, y los de México
bajen, y para ello ha utilizado, básicamente, los aranceles.
En el primer semestre del 2025 esos reacomodos
de impuestos sobre bienes y servicios, en el comercio internacional entre
México y EU, los impuso el gobierno de Trump.
El presidente estadunidense dispuso el monto de
$34,265 millones de dólares, respecto a la Inversión Extranjera Directa (IED)
para México; siendo de EU el 42.9% de ese flujo total, y ordenando que otros
cinco países inviertan directamente en México el 57.1% restante.
Por ese reajuste, elaborado desde el gobierno
de Trump, tuvimos en México en el primer semestre del 2025 el 79% de Inversión
Extranjera Directa, cuando en el 2024 tuvimos el 80% de IED; y este resultado,
a la baja del 79%, es provisional y tentativo debido a Trump, y no a la
presidente mexicana.
Ella lo único que hace es mentir, deformando la
realidad, al estilo de la tía Lola.
Tía Lola, y tío Lolo oculto detrás de ella,
para apuntalar su dictadura, inaugurarán en breve su propio poder judicial
federal, mintiendo sin escrúpulo alguno, al afirmar que los nuevos ministros,
magistrados y jueces, han sido elegidos por todo el pueblo de México.
Y… ¡eso es falso!
Los ciudadanos que salieron a sufragar no
llegaron ni al millón, de más de 100 millones de ciudadanos que registra el
padrón oficial.
Y, para colmo, la mayoría de esos votantes
fueron a protestar en contra del gobierno, o fueron a llevar unos acordeones
impresos por el gobierno previamente, a todo color, e ilícitamente por órdenes
superiores salidas de Palacio Nacional, una vez que tuvieron el visto bueno del
dueño de un rancho de Palenque, de cuyo nombre no quiero acordarme.
Frente a esa vergonzosa realidad, la dupla
Sheinbaum-López asegura, con todo cinismo, que el pueblo votó por el nuevo
remedo de poder judicial.
¡Ah!, qué tío Lolo, que se hace tontejo solo.
¡Ah!, qué tía Lola, que se hace tonteja sola.
Esos dos corruptos viven, entre el estiércol y
el poder de sus mentiras.