LOGOS
Despiadado terrorismo
GÉNESIS DE ESA MALDAD
Un fantasma recorre el mundo: es el fantasma
del terrorismo.
Con
esa frase estoy actualizando y parodiando, a la vez, la expresión inicial del
Manifiesto del Partido Comunista escrito (a cuatro manos y dos cerebros) por
Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895).
Ese histórico y valioso documento fue aprobado
y editado en idioma alemán en el mes de febrero del 1848; ahí se refieren al
fantasma del comunismo; empero, en este bisoño año 2025 nuestro fantasma es el
terrorismo, con su espectro pavoroso y sanguinario, difuso en sus causas e
impredecible en sus efectos.
La primera y fundamental obligación de todo
gobierno es proporcionar seguridad pública a la población entera.
Antes que construir escuelas, carreteras, hospitales,
aeropuertos, trenes, refinerías (todos éstos, importantísimos servicios que los
gobernantes ambicionan controlar por ser una eficaz fuente de sus ingresos
corruptos), está el deber de toda autoridad para cuidar estricta y eficazmente
nuestra seguridad pública, a efecto de que nadie asesine, secuestre, lesione,
viole, robe, defraude, extorsione, despoje, desaparezca forzosamente a otro ser
humano, produzca y trafique drogas ilegales de cualquier tipo, provoque
terrorismo, o cometa todos los demás delitos graves tipificados en nuestra
legislación.
Y lo más atroz es que cuando las propias
autoridades constituyen el crimen organizado, y se encubren con retórica
embaucadora: “abrazos y no balazos”, cuando los pechugones cómplices son para
los malosos, y los balazos para la población inocente; “es que nosotros
atacamos a las causas”, provocando con esto impunidad, al evadir el deber de
penalizar por los efectos; “es que la culpa la tienen los gobiernos anteriores,
pues dejaron crecer demasiado el problema”, (y aquí excluyen al gobierno del
2018 al 2024, de un López sin escrúpulos que no termina de irse) confesando en
el fondo su podredumbre, ineptitud y procacidad; “la culpa es de EU, pues su
gobierno no ha querido decirnos cómo fue la detención del Mayo Zambada”, cuando
el gobierno estadunidense ha hecho pública su versión detallada de hechos,
relativa a su ámbito espacial de ejercicio gubernativo.
Así, el actual gobierno de México ha llevado la
inseguridad pública a nivel de terrorismo, pues según las reformas y adiciones
que han realizado al artículo 139 del Código Penal Federal, en sus fracciones I
y II, en el 139 Bis, 139 Ter, 139 Quáter y 139 Quinquies, los actos de los
cárteles, pero incluso, los actos y omisiones del propio gobierno mexicano
actualizan las hipótesis jurídicas de este
precepto.
Literalmente
señala ese precepto que comete el delito de terrorismo: “Quien utilizando
sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material
radioactivo, material nuclear, combustible nuclear, mineral radiactivo, fuente
de radiación o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos, o armas de
fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento,
intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos
o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de
personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o
sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la
autoridad o a un particular, u obligar a éste para que tome una determinación.
Al que acuerde o prepare un acto terrorista que se pretenda cometer, se esté
cometiendo o se haya cometido en territorio nacional.”
Y
en México ese terrorismo es despiadado;
teniendo en el gobierno la génesis de esa maldad.
Sin embargo, los actos de terrorismo están en crecimiento
en todo el mundo, incluido EU, Rusia, China, Israel, para señalar a las
potencias, ya que, en naciones subdesarrolladas, a su manera, viven asimismo en
terror, planeado por sus propios gobiernos.
Pero también tengo, para mí, que en todo el mundo viven
miles de millones de personas juiciosas que trabajan en contra del fantasma del
terrorismo, y del terrorismo.
Y esas personas de bien desean lograr la paz, acabando
con los malos gobiernos, como el actual gobierno de nuestro país.