LOGOS
Cartera
de PEMEX
LLENA
DE AGUJEROS
Las mentiras, la corrupción y
las traiciones, ejercidas por infinidad de funcionarios gubernativos federales
de México, han dado al traste con la riqueza petrolera de nuestro país.
Por decreto presidencial del 7
de junio del 1938 fue constituido Petróleos Mexicanos (PEMEX), como una empresa
descentralizada del gobierno federal, para explorar, extraer, refinar, explotar
y comercializar el petróleo y todos los hidrocarburos de México.
El jerezano de Zacatecas Ramón
López Velarde, en junio del 1921, oteó con su horizonte poético las
turbulencias económico políticas de nuestro petróleo, en la cadencia metafórica
de su ‘Suave Patria’: “El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros del
petróleo el diablo”.
Y las diabluras de no pocos de
nuestros presidentes tienen a PEMEX en una quiebra brutal y deshonrosa.
Esa caótica situación es
explicable, a detalle, pero ilegal e injusta por todos los delitos que en PEMEX
se ha cometido, bajo un eficaz manto de impunidad.
Toda esa voracidad delictiva
coloca a México al filo de un abismo económico.
La deuda a corto plazo de
PEMEX, a pagar en este 2025 está entre 6 mil, 400 millones y 8 mil, 900
millones de dólares, sumando bonos y créditos bancarios.
Las actuales negociaciones son
para esos montos.
Para 2026 el monto de los
vencimientos asciende a un mínimo de 18 mil, 700 millones de dólares.
Como desde ahora se percibe
que PEMEX no podrá pagar ese monto el próximo año, la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público emitió y está por colocar en el mercado bursátil papeles de
gobierno a 10 años, con valor de 10 mil millones de dólares, pagando a los
compradores entre el 9.23 y 9.44 por ciento anual, los que posiblemente no
tendrán compradores, ya que los bonos de PEMEX a 10 años otorgan de 12 a 13 por
ciento de interés anualizado.
Y lo más grave, es que ya los
compradores no tienen confianza ni en los bonos de PEMEX, ni menos en los
papeles gubernativos.
Recuérdese, Peña Nieto dejó la
deuda de México en 9 billones de pesos. López Obrador dejó la deuda de México
en 18 billones de pesos, duplicando dicha deuda.
Sheinbaum Pardo ha promovido
la obtención de 2 billones de pesos, y aún no cumple el año como presidente,
elevando la deuda pública a 20 billones de pesos.
Y, con urgencia, PEMEX debe de
pagar, al margen de su deuda financiera, pasivos con proveedores, los que
ascienden, hasta el momento, a 400 mil millones de pesos.
Por otra parte, con base en
las pérdidas del año pasado en PEMEX, se observa que este año que transcurre se
tengan menoscabos por la cantidad de 620 mil millones de pesos.
Hay que sumar, también, los
700 millones de dólares que PEMEX, al parecer, debe al Grupo Carso, o sea, a
Carlos Slim.
Como se puede observar, la
cartera de PEMEX está llena de agujeros, las grandes ratas han hecho de las
suyas, a diestra y a siniestra.
Así que cualquier recurso
económico que se le inyecte a esa empresa estatal, será como una gota de agua,
en un enorme desierto producido por esas traiciones huachicoleras, corrupciones
alentadas y cínicas mentiras desde la presidencia de la república hasta los
funcionarios concentrados en ese autoritarismo.
Urge una cirugía mayor a
corazón abierto; y no veo en el actual gabinete, un buen cirujano para este
caso.
Mientras, los poderosos
funcionarios públicos siguen en sus vacaciones lujosas, en los lugares más
caros y exóticos del mundo.
Y ante esa franca actitud de
despilfarro, la presidente formal de México sólo desatina, indicando: “El
recurso económico del pueblo es bendito”.
Trasluce un llamado a misa
política, por parte de quien ignora lo que significa el gravísimo fenómeno
económico que nos amenaza.