martes, 29 de julio de 2025

LOGOS

Cartera de PEMEX

LLENA DE AGUJEROS

Las mentiras, la corrupción y las traiciones, ejercidas por infinidad de funcionarios gubernativos federales de México, han dado al traste con la riqueza petrolera de nuestro país.

Por decreto presidencial del 7 de junio del 1938 fue constituido Petróleos Mexicanos (PEMEX), como una empresa descentralizada del gobierno federal, para explorar, extraer, refinar, explotar y comercializar el petróleo y todos los hidrocarburos de México.

El jerezano de Zacatecas Ramón López Velarde, en junio del 1921, oteó con su horizonte poético las turbulencias económico políticas de nuestro petróleo, en la cadencia metafórica de su ‘Suave Patria’: “El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo el diablo”.

Y las diabluras de no pocos de nuestros presidentes tienen a PEMEX en una quiebra brutal y deshonrosa.

Esa caótica situación es explicable, a detalle, pero ilegal e injusta por todos los delitos que en PEMEX se ha cometido, bajo un eficaz manto de impunidad.

Toda esa voracidad delictiva coloca a México al filo de un abismo económico.

La deuda a corto plazo de PEMEX, a pagar en este 2025 está entre 6 mil, 400 millones y 8 mil, 900 millones de dólares, sumando bonos y créditos bancarios.

Las actuales negociaciones son para esos montos.

Para 2026 el monto de los vencimientos asciende a un mínimo de 18 mil, 700 millones de dólares.

Como desde ahora se percibe que PEMEX no podrá pagar ese monto el próximo año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitió y está por colocar en el mercado bursátil papeles de gobierno a 10 años, con valor de 10 mil millones de dólares, pagando a los compradores entre el 9.23 y 9.44 por ciento anual, los que posiblemente no tendrán compradores, ya que los bonos de PEMEX a 10 años otorgan de 12 a 13 por ciento de interés anualizado.

Y lo más grave, es que ya los compradores no tienen confianza ni en los bonos de PEMEX, ni menos en los papeles gubernativos.

Recuérdese, Peña Nieto dejó la deuda de México en 9 billones de pesos. López Obrador dejó la deuda de México en 18 billones de pesos, duplicando dicha deuda.

Sheinbaum Pardo ha promovido la obtención de 2 billones de pesos, y aún no cumple el año como presidente, elevando la deuda pública a 20 billones de pesos.

Y, con urgencia, PEMEX debe de pagar, al margen de su deuda financiera, pasivos con proveedores, los que ascienden, hasta el momento, a 400 mil millones de pesos.

Por otra parte, con base en las pérdidas del año pasado en PEMEX, se observa que este año que transcurre se tengan menoscabos por la cantidad de 620 mil millones de pesos.

Hay que sumar, también, los 700 millones de dólares que PEMEX, al parecer, debe al Grupo Carso, o sea, a Carlos Slim.

Como se puede observar, la cartera de PEMEX está llena de agujeros, las grandes ratas han hecho de las suyas, a diestra y a siniestra.

Así que cualquier recurso económico que se le inyecte a esa empresa estatal, será como una gota de agua, en un enorme desierto producido por esas traiciones huachicoleras, corrupciones alentadas y cínicas mentiras desde la presidencia de la república hasta los funcionarios concentrados en ese autoritarismo.

Urge una cirugía mayor a corazón abierto; y no veo en el actual gabinete, un buen cirujano para este caso.

Mientras, los poderosos funcionarios públicos siguen en sus vacaciones lujosas, en los lugares más caros y exóticos del mundo.

Y ante esa franca actitud de despilfarro, la presidente formal de México sólo desatina, indicando: “El recurso económico del pueblo es bendito”.

Trasluce un llamado a misa política, por parte de quien ignora lo que significa el gravísimo fenómeno económico que nos amenaza.

 


miércoles, 23 de julio de 2025

LOGOS

Demanda la presidente

EL PESO DE SU INEPTITUD                                        

Jeffrey Litchman, abogado del Ovidio Guzmán, afirmó hace algunos días en su cuenta de redes sociales regulada por las leyes de EU: “Al parecer, la presidente de México Claudia Sheinbaum está disgustada con mis sinceros comentarios sobre su oficina y gobierno corruptos. Puede hacer lo que quiera en sus conferencias de prensa apresuradas, pero el pueblo mexicano (y yo mismo) sabemos que actúa como el brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante. El caso del general Cienfuegos es una clara prueba de esa complicidad. En breve tendré algo más que decir”.

La presidente formal de México contestó (supongo que con cabeza fría): “Yo no puedo entrar en relación con el abogado de un narcotraficante. Decidí demandar a ese abogado por difamación, aquí en México, a través de la consejería jurídica, y ya se interpuso la demanda, y ya la fiscalía que conoció del caso del general Cienfuegos aclarará. Y yo ya me desligo de esto. No establezco relaciones de contubernio.”

Revela nuestra presidente, con sus palabras y sus decisiones, que se le calentó la cabeza, incurriendo en una necedad y exhibiendo su ineptitud jurídica; pero, lo más grave, es que no haya nadie, entre sus colaboradores, capaces jurídicamente para aconsejarla conforme a derecho.

1. El abogado del hijo de Ovidio se encargó de formular muy cuidadosamente su mensaje, iniciando con un “Al parecer”, que rige y preside todo ese párrafo; así, lo único que afirma es que “al parecer”.

2. Lo que dijo ese abogado lo expresó en una nota de redes sociales, por lo que no configura una prueba plena, requiriendo de un perfeccionamiento procesal.

3. Ese supuesto acto delictivo del abogado se emitió en territorio de los Estados Unidos de América, sitio en donde no tiene aplicación el derecho mexicano; menos aún en tratándose de un estadunidense, por lo que el ámbito personal de validez de nuestro sistema jurídico no opera.

4. Desde el 2007 el Código Penal Federal de México derogó la tipificación de los delitos de difamación, injurias y calumnia; por lo que ya no son delitos.

5. Horas después de este desacierto de nuestra presidente, Donald Trump aseguró: “Los cárteles del narcotráfico tienen un control tremendo sobre todos los políticos y las personas electas de México, en todos los niveles”; y, debido a estas afirmaciones, la congruencia jurídica de la supuesta demanda motivada por la presidente mexicana la obligaría a ampliar su denuncia en contra de otro nuevo sujeto activo llamado Donald Trump, quien, incluso, la implica en contubernio.

6. Debería saber nuestra presidente que ella no puede demandar, de la manera en que lo afirma, ya que en México el ejercicio de la acción penal, salvo excepciones, lo monopoliza el ministerio público. En su caso, la titular del ejecutivo federal, puede denunciar y/o querellarse.

7. Lo curioso es que ahora la presidente ya no puede desligarse de esa serie de barbaridades jurídicas que afirmó hacer, y/o que ya hizo, a través de la consejería jurídica o de la fiscalía general de la república, conforme a su parlanchín mañanera.

Merece, la señora presidente, que todos los días, durante sus mal preparadas y aburridas conferencias diurnas, alguien le pregunte como va su demanda en contra de Jeffrey Litchman, abogado del Ovidio Guzmán, hasta el final de su sexenio, para que sienta el peso de su ineptitud.

Y al caso del general Cienfuegos, ya no le ponga más fuegos, a su cabeza fría.

 


lunes, 14 de julio de 2025

LOGOS

Imperio de los hechos

DIGNIFICAR A LA VIDA

Donald Trump, el presidente de EU, es sobre todo un negociante ambicioso; y, sin escrúpulos para enriquecerse desde el poder, arma sus propios negocios.

Basta un ejemplo.

Desde Madrid, y a partir de hace meses, fabrica su perfume: “Victory 45-47”, recordando que fue el cuadragésimo quinto presidente, y que es el cuadragésimo séptimo ocupante de la Casa Blanca; incluyendo en el envase de esa fragancia su morrocotudo autógrafo.

Obvio, esa puntada, con el poder político que tiene, ha sido todo un éxito económico.

Siguiendo esos pasos (de hacer buenos negocios económicos desde el poder político) la actual presidente formal de México lanzó al mercado (hace unos días y desde su mañanera en Palacio Nacional) el “Chocolate del Bienestar”, en barra, en polvo y de mesa, eminentemente natural y, al parecer, a un precio muy accesible.

La directora de la Alimentación del Bienestar fue la encargada de dar públicamente todos los detalles del negocio.

Empero, la estructura burocrática de nuestro país resulta inmensa, sólo los servidores federales andan (cuando andan) en cinco millones, y todo ese andamiaje humano lo han convertido en “servidores del bienestar”.

Así que el negocio de los chocolates nace severamente burocratizado.

Y, también, emerge ese quehacer chocolatero brutalmente corrupto; a la memoria del pueblo bueno y honesto no se le olvida que la sagrada familia de los López Obrador es propietaria de una fábrica de chocolates que ha dado que decir respecto a sus orígenes y tribulaciones.

¡Qué coincidencia!, entre estas dos empresas. 

Y ya que estamos analizando el imperio de los hechos, vale la pena observar el trabajo efectuado por tareas encabezadas por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, Omar García Harfuch, respecto, exclusivamente, a los duros golpes que le ha dado al huachicol, ese robo de petróleo y derivados sobre el que aseguraba el presidente López Obrador, con su pañuelito blanco, que ya no existía, y que su administración había acabado totalmente con ese acto delictivo.

Pero ha resultado que el presidente López mintió, lo que lo torna un sujeto activo responsable por delitos graves.

Mientras que la presidente formal sólo señala que “tope donde tope se investigará hasta el fondo ese grave y costoso caso del huachicol”, recuperando para el país varias decenas de millones de litros de diésel y gasolinas en diversos lugares de México. 

Pero aún no se le cita ni le abre ninguna carpeta de investigación a quien agazapado sigue mandando en el gobierno mexicano.

Y pasando a otro asunto sobre García Harfuch, éste, al parecer, informó públicamente de manera imprecisa respecto al decomiso de 427 kilos de cocaína que portaba una aeronave mexicana con tres pasajeros mexicanos, “que se detectó en El Salvador”, lo que motivó al presidente salvadoreño Bukele a responder que esa avioneta era mexicana, con mexicanos a bordo, que había salido de Costa Rica, país que la había detectado, pero que jamás ese aeroplano despegó ni nunca estuvo en El Salvador.

Al señalamiento del presidente Bukele, García Harfuch tuiteó, muy diplomático: “Reiteramos nuestro respeto y aprecio al pueblo de El Salvador. Estas acciones muestran el compromiso del gobierno de México para combatir a la delincuencia organizada.”

Los hechos rebelan que el presidente Bukele, en este caso, tiene la razón, y hay que dársela.

De ahí que García Harfuch, con especial tacto, como hombre de bien, marque ese respeto y aprecio al pueblo salvadoreño.

Observamos, también con agrado, el reconocimiento que formula García Harfuch para las fuerzas armadas, la fiscalía federal, los gobiernos de las entidades federativas y los gobiernos municipales, en esa lucha en contra de la maldad que aún persiste en México.

Unir a todos, y respetarlos, es diferente a desunirlos y faltarles al respeto.

Si así fuera el comportamiento de la mayoría de los mexicanos, dignificaríamos nuestra vida, tanto la nacional como la propia.


 

lunes, 7 de julio de 2025

LOGOS

La dama vacía

PARA SU AMO… ESPÌA         

Quien imita a otro, se le llame imitador. Si la que remeda es mujer, se le denomina imitadora. Quien imita bromeando, hace parodia o mofa.

Pero hay seres humanos que imitan a otros, consciente o inconscientemente, para parecerse al imitado; por no estar satisfechos consigo mismos, o por carecer de personalidad propia.

A eso se le nombra ecopraxia, en términos técnicos de la psicología actual, señalando con ello que su singularidad de individuo está menguada.

Actualmente, México tiene una presidente que, acaso, no goza de su personalidad.

Desde muy temprano imita a su antecesor inmediato (a Andrés Manuel López Obrador), y para concluir sus labores presidenciales, lo sigue imitando.

Inicia la reunión del gabinete de seguridad; sigue con la mañanera, en donde públicamente observamos que la presidente mimetiza al 100% a su jefe López: la misma manera de caminar rumbo al atril; la forma de acomodar los micrófonos; el estilo de dar los buenos días y el saludo; el modo de recargar sus codos; la actitud para ceder el uso de la voz a colaboradores o los periodistas a modo; se queda de pie, se coloca atrás de quien usa la tribuna; procede a ver la pantalla; hace los gestos, las sonrisas, y los movimientos de los ojos de su amo Andrés Manuel.

Pero, en el fondo, también imita las mismas mentiras de su jefe, las mismísimas corrupciones, y sus apariencias y traiciones las repite.

Así, la presidente es una dama vacía, y sólo para su amo es pía, y exclusivamente para él, espía.

Su piedad y devoción la ofrenda a su fûhrer López; lo obedece sumisa, sin importar que sean descabelladas las disposiciones del amo. Recientemente, por ejemplo, y por vía del oprobio, designó embajador al doctor muerte (Hugo López Gatell) ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), dependencia de la Organización de las Naciones Unidas, sin que exista el cargo, sin tener facultades constitucionales expresas para expedir ese nombramiento, cometiendo una falta de respeto a la OMS, pero sobre todo a los mexicanos, por los negativos antecedentes que dejó este sujeto en la comisión creada contra el Covid-19.

El presidente López Obrador impuso una política criminal de salud pública contra el covid. Recordemos lo que dijo en su sexenio, respecto de esa pandemia: “No existe el covid. Es un invento de los ricos. A los pobres no les afecta. Pónganse un escapulario, y digan, detente maligno. Consíganse un billete de dos dólares, y llévenlo en la bolsa, y con ese ahuyentan al covid. No gasten en pruebas ni en vacunas. Yo no me vacunaré jamás”.

Y López G fue su cómplice al aplicar esa política presidencial de López O, causando entre ambos, aproximadamente, la muerte de un millón de mexicanos, aunque se diga de manera oficial que sólo fueron 800 mil los fallecidos.

Ese es el perfil del nuevo embajador de la presidente espía.

Esa presidente formal que ha sido el simple instrumento de su fûhrer, y quien sola se enreda al no entender el sistema jurídico de la escuela irracionalista que prevalece en los EU, desde su independencia en 1776.

Afirma nuestra presidente: “EU califica de terroristas a narcos mexicanos, asegurando que EU no negocia con narco terroristas; y, ahora, vemos que tienen allá encarcelados y bajo procesos a narco terroristas, y están tratando con ellos para llegar a convenios; ¿qué expliquen por qué?; ¿en dónde queda su posición de no negociar con grupos terroristas?”

 El irracionalismo jurídico estadunidense genera normas de derecho exclusivamente como referencias legislativas. La decisión para aplicar el derecho es atribución exclusiva de los jueces. Los órganos jurisdiccionales pueden convenir con los delincuentes todo lo que convenga a la comunidad, aún al margen del derecho. Los castigos o penas son inusitadas y trascendentes, como severas lecciones, represivas.

Hay condenas de 5 penas de muerte, 10 cadenas perpetuas, 20 mil años de privación de su libertad. Ya detenidos y bajo proceso, los jueces negocian con quienes fueron terroristas, porque ya no son terroristas, ya son procesados.

Explíquenle a la presidente la naturaleza del irracionalismo jurídico estadunidense. ¡Ojalá y lo entienda!

Curiosamente, nuestra presidente ejerce también su propio irracionalismo, constituido de disimulos, de dobleces y fingimientos; acepta servir de corcholata o tapadera al poder tras el trono; destruye, y espía, todo lo que le ordena su dictador López; y, sin vergüenza alguna, canta en coro con sus legisladores morenazis: “Es un honor, estar con obrador”.

La presidenta y su fûhrer le tienen miedo a la democracia; éste le ha ordenado a aquélla, destruir a la incipiente democracia establecida en México por un proceso iniciado hace 25 años; y la presidente formal asesinó a esa democracia, en beneficio de su fûhrer López.

Por cierto, ahora, está cuidando a su patrón Obrador, quien oye pasos en su azotea de tantos descobijes que están sufriendo por parte de EU.

La presidente formal vive temerosa; debe demasiadas cosas, y lanza, con miedo, una prevención al presidente Trump: “Si Ovidio acusa, EU debe probar”.

¡Da pena la presidente!, da mucha pena esa dama vacía, aunque espía.