LOGOS
Razón suficiente
YA LO DIJO AMLO
"Ya lo dijo López Obrador" es
una frase que con frecuencia están utilizando algunos colaboradores del
presidente electo Andrés Manuel López Obrador, ante variados interlocutores, a
quienes se desea convencer de la bondad de sus planes.
Lo peligroso de esa expresión es que se
usa como decisiva razón, tan primigenia como la causa eficiente explicada por
Aristóteles (384-322 a. de n. e.) en su Metafísica.
El mismo AMLO, aceptando sus limitaciones
personales y las de su equipo, tiende a poner a consulta popular nuestros
problemas principales, con el sano ánimo de, entre todos, encontrar la mejor
solución y la táctica adecuada para aplicarla.
Pero si cierta mediocridad que rodea al
líder da como pésimo resultado: "ya lo dijo AMLO", como dogma
irrefutable; el llevar a supuesta consulta "democrática", nuestras
graves dificultades para su resolución a mano alzada, ante una muchedumbre sin
información suficiente y sin valores éticos, es la estulticia demagógica de un
pícaro audaz.
Esas dos no son opciones morales ni
válidas.
Ejemplificaré. El fenómeno educativo, el
que en su concreción escolar abre hoy su ciclo 2018-2019, lleno de confusiones
y equívocos por la reforma del presidente Enrique Peña Nieto, se agrava por una
oposición (a esa reforma) claramente expresa del presidente electo AMLO.
Las autoridades federales y estatales de
la educación expresan sin más: "la reforma se sostiene, está vigente, y
seguirá su marcha".
Mientras los heraldos de avanzada, sin
más personalidad jurídica que la que les impone un triunfo electoral de la
magnitud obtenida, disponen la desobediencia a esa reforma, y alientan a la
participación en los foros anunciados de consulta popular, "democráticos",
con el filo lógico de que "ya lo dijo AMLO".
Y aquellos patrones ricos que desde hace
rato tienen sus familias en barrios pudientes de los EU, y que alardearon de
que AMLO era un peligro para México, y que bajo el lema de mexicanos primero
juraban defender la educación con todo, ahora, sin recato ni vergüenza, se han
puesto a las órdenes incondicionales de AMLO.
En fin, y como siempre, en este ciclo
escolar que se inicia, los maestros y los alumnos al entrar al aula, y cerrar
la puerta del salón salvarán, con todo y sus limitaciones, el año escolar que
principia, con el auxilio de las autoridades, sin ese apoyo, o aún en contra de
todas esas pésimas autoridades.
Mi padre, maestro universitario que
cuidaba las lecturas de sus ocho hijos, me puso a leer en mi secundaria un
libro que me impactó: Ariel, del literato uruguayo José Enrique Rodó
(1871-1917) en donde el maestro Próspero da un mensaje maravilloso a sus
alumnos, en donde en cada párrafo sus palabras se convierten en luz.
Transcribo como pequeño aporte.
"El presuroso crecimiento de
nuestras democracias… nos expone en el porvenir a los peligros de la
degeneración democrática, que ahoga bajo la fuerza ciega del número toda noción
de calidad".